Capítulo 55: Idiota importante.

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55.

-¡Cállate tú, puta! -oí gritar a Samuel.

-¡Pero si estás divino! -contestó Tony.

Unas risas adornaron la situación, vaya a saber uno que diablos hayan hecho esos ahí.

-¡Ay, por tu madre! -lo oí gritar a Adrián.

Abro mis ojos débilmente sintiendo una puntada horrible en la cabeza. Las mejillas me hierven y estoy sudando como un animal, intento hablar y mi garganta duele muchísimo, hago el amago de llamar la atención de Abraham que se encuentra durmiendo plácidamente.

-A... Abra.. Abraham... -dije a voz quebradiza- Por favor...

Estire mi brazo hasta su hombro y lo zarandee con la intención de que me ayude. Mis ojos pesaban y sentí algo salado correr por mi boca, si, estaba llorando del maldito dolor y nadie venía a ayudarme, ni Abraham despertaba.

Bajo la mirada y veo a Chopper dormir también, lo pateé débilmente para que despertará y haga su irritante sonido con el cascabel de su collar y así despertar a Abraham de alguna forma. Y así fue, despertó y agitó su cabeza para despabilarse haciendo ruido, ni eso despertó a Abraham, comencé a llorar más... No aguantaba la maldita migraña un segundo más, llore, llore tanto que Chopper comenzó a ladrar fuertemente y esta vez si, Abraham despertó.

-Buenos di... ¿Que pasa? -me preguntó a voz ronca.

Lo miré e intente hablar pero no podía, mi garganta dolía, muchísimo. Ladeó mi cabeza intentando que se diera cuenta de mi sufrimiento.

-Dios, ¿qué pasa? -dijo sentándose sobre la cama- ¿Por qué lloras? ¡Jari!

-Me... Me... D... Duele.. -confieso como puedo.

Lleva una de sus manos a mi frente palpándola. Sus ojos de abren cuando la retira.

-¡Dios, estás hirviendo! -exclamó- ¿Me oyes? ¿p... p-uedes hablar? -tartamudeó, desesperado.

Estrujé su mano débilmente

-¡¡¡TONY, AYUDA!!! -gritó.

Lo miré mal, me estoy muriendo y él se pone a gritar. Escucho unos pesados pasos en la escalera y al instante la puerta se abre y los chicos entran corriendo.

-¿Qué pasó? --preguntó Tony.

-Está volando de fiebre... -dijo Abraham tocando mis mejillas.

-Cris, trae el termómetro del botiquín -ordenó Samuel.

En lo que Cris fue por el termómetro Tony posó su mano sobre mi frente, mirándome preocupado.

-¿Has dormido así, verdad? -preguntó, mirándome.

-¿Así? -pregunté.

-En ropa interior...

Abrí los ojos como platos y bajé la mirada encontrándome con un sostenedor negro de encaje, creo que ahora estoy más roja de lo que estaba.

Asiento y Abraham tragó duro.

-Tomaste muchísimo frío -dijo, Adri, sentándose en la cama.

Cuando Cris regresó con el termómetro lo colocaron bajo mi axila e hicieron que me recueste.

-39°6... -sentenció Tony, haciendo una mueca.

-Necesito agua... -pedí en un susurro.

Abraham al instante se puso de pie y desapareció por la puerta.

LOUDER | RMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora