95.
Me miró por un segundo, pero era como si no me esté mirando a mí, siento que intenta entender de lleno lo que está pasado. Me mira con miedo, o eso es lo que creo...
Yo no logro entender por qué dije lo que acabo de decir... ¿por qué?
— ¿Sigues con él? -murmuró, con una mirada punzante.
— Sí.
Suspiró y miró hacia los costados repetidas veces sin saber que hacer, o decir. Y sí, yo también estaría así ante una situación como ésta. Me miró y abrió su boca para hablar, pero al instante la cerró. Yo me puse de pie y acomodé mi ropa, salí del cuarto y caminé hasta el sofá donde se encontraba mi mochila.
Sentí sus pasos detrás de mí, me puse mi chaqueta y caminé hacia la puerta.— Espera, ¿qué haces? -vino hacia mí mientras acomodaba su ropa.
— Me voy. -contesté.
— Espera no, no te vayas... Escuchame, por favor. -dijo sosteniendo mi brazo.
— No Abraham, no tengo porque seguir aquí, me voy.
— Al menos deja que te lleve, estás muy lejos de tu vecindad, vamos.
— No, tomo un taxi en la esquina, sueltame... -murmuré, jalando mi brazo.
— Por favor...
Tiró de mi brazo, quedando su cuerpo en pleno contacto al mío.
— Dejame arreglar esto, por favor... -murmuró.
Me despegué de él y me hice a un lado para poder respirar con calma.
— No lo hagas más difícil, en serio...
— Permite que te lleve, si no quieres no te dirijo la palabra en todo el camino, sólo déjame hacer algo por ti.
— Por mí ya has hecho mucho.
— Para mí no es suficiente. -dijo.
Suspiré.
— Está bien, vamos. -accedí.
Abrí la puerta y salí al pasillo, me volteé cuando lo sentí parado detrás de mí. No quiero mirarlo a los ojos, no quiero que descubra que acabo de mentirle de colosal manera al decirle que tengo pareja, porque no hay mentira más grande que esa en mi realidad. Hace meses no veo a Víctor, no sé que será de su pobre existencia. Espero que haya encontrado a alguien que lo amé de verdad y que valore el hermoso ser que él es, algo... que yo no me dispuse a hacer.
Ahora digo, ¿qué necesidad de volver a traerlo con mentiras?
No me gusta mentir, jamás le mentí en el año y medio que tuvimos de relación... ¿por qué se me ocurre hacerlo ahora que hubo un "acercamiento" después de tanto?
¿Por qué?... porque no podría con la culpa si llego a lastimarlo más de lo que ya lo he hecho en todo este tiempo.
— ¿Y las llaves? A no ser que tu auto sea convertible a modo Pica Pierda y quieras conducir con los pies. -dije.
— Uhm, sí...
Retrocedió y tomó las llaves del llavero que estaba al lado del marco de la puerta. Mientras yo caminé hasta el elevador, le di al botón del subsuelo y cuando las puertas estaban a punto de cerrarse su brazo se interpuso adentrándose a la cabina. Las puertas se cerraron, él se acomodó a un costado. Lo miré por el rabillo de mi ojo, tiene los labios hinchados y la mirada perdida.
Y ahora es cuando me siento horriblemente culpable.
Todo mi ser se remueve al recordar lo de hace unos minutos, hace casi dos años que no hay relación entre los dos. No puedo ni imaginar lo que debe estar pasando por su cabeza, no hay expresión alguna en su rostro, su cabeza reposa en las paredes del ascensor, sus manos tiemblan y yo lo quiero abrazar.
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LOUDER | RM
Ficção AdolescentePasamos mucho tiempo preguntándonos si lo que sentimos es amor, es simple. Si lo que quieres es cambiar al otro no lo es, si lo que quieres es cambiar por el otro... Es amor. - Mi vida es un conjunto de gente ausente, gente que no está. - Pe...