108.
— Abraham, ¿sí me escuchas? -repetí subiendo el tono de mi voz.
Alcé mi mano y le indiqué a Juan que entrara en silencio, pues se estaba arrimando por la puerta.
Se sentó en mi cama y puse el altavoz en la llamada. Algo bastante inusual estaba pasando, con mucho ruido de por medio y lo per que en mí casa.
Si no mal recuerdo.. yo no tengo películas, ni siquiera miro televisión. Vivo de Netflix.
— Hola amor, sí lo siento... te escucho. ¿Ya llegaste?
— Sí, hace un par de horas, te llamé y no contestabas. ¿Con quien estás ahí?
Juan me hizo un gesto de: "No seas tan obvia", entonces regulé el tono de mi voz.
— Estoy con Pau, me pidió que vaya con ella a su control, mi hermano está en Cádiz, fue a buscar no sé qué cosa. La acompañé y vinimos a comer algo.
Me reí por dentro, no puedo creer lo estúpida que puedo llegar a ser a veces. Ya estaba armándome una superproducción en mí cabeza. Ya pensaba en amante rubia, metro ochenta, ojos azules y un muy buen culo.
Juan me hacía gestos graciosos mientras oía la explicación bastante creíble que Abraham me estaba dando. Estaba con la cuñada después de acompañarla a s control por un embarazo que pronto llegará a su fin. Estaba cumpliendo su papel de tío baboso y yo el de novia paranoica.
— ¡Hola Jari!, ¿Cómo estás? -la oí. Sí, era ella.
— Hola Pau, muy bien ¿y tú?
Miré por la ventana, la Torre Eiffel podía distinguirse desde dónde me encontraba. Son las tres de la tarde y yo no sé cómo mantener una conversación telefónica.
— Nena, ¿sigues ahí? -escuché su voz.
— Ah, sí, sí. Perdón, ¿Qué pasó?
— Pregunté cómo llegaste, ¿estás bien?
— Sí, sí, llegamos hace un par de horas, acabo de desempacar. Ahora vamos a comer algo y llevaremos a Mati a dar un paseo.
— Te extraño...
— Lo sé, y yo a ti.
Un silencio se formó, dónde sólo se oían nuestras respiraciones entrecortadas. Ya no se oían ruidos de fondo, sólo era su respiración.
Intentaba retomar el diálogo pero mi voz se quebrantaba cada vez que la forzaba.
— Tengo que colgar. -dijimos al unísono.
Oí su risa.
— Hablamos luego, ¿sí?, Te quiero..
— Adiós...
Colgué la llamada. Hice silencio por un segundo y me senté sobre la cama con el celular entre mis manos, me dispuse a recordar sus palabras en mí cabeza. Se oía extraño, cómo si hubiese querido decir algo peo no se animó o realmente estoy loca y el hecho de tenerlo lejos otra vez me está afectando. Pero confío en mi intuición y sé que algo fuera de lo común está sucediendo.
—¿Qué piensas? -preguntó Juan sentándose a mi lado.
— Te quiero, me dijo "Te quiero", él nunca me dice así, sólo lo decía cuando éramos amigos y nos gustábamos en secreto. Estoy hablando de tres años atrás. Relativamente.
— ¿Y eso afecta en...?
— ¡En todo! Bueno.. en la mayoría de las cosas. Algo le pasa, algo tiene. Lo sé.
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LOUDER | RM
Teen FictionPasamos mucho tiempo preguntándonos si lo que sentimos es amor, es simple. Si lo que quieres es cambiar al otro no lo es, si lo que quieres es cambiar por el otro... Es amor. - Mi vida es un conjunto de gente ausente, gente que no está. - Pe...