Capítulo 111: Hablemos del pasado.

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111.

— Aún lo estoy considerando. No lo sé.

— ¿Y por qué no? Vamos, es tu amiga. La recuerdo bien, ella fue la que te acogió cuando llegaste aquí. También recuerdo que me bateó cuando quise insinuármele..

— Xenia no es mi amiga, es sólo.. una conocida.

— Da igual lo que sea. Se lo debes.

— Tendré que pensarlo mejor. Además, ni siquiera me sé la rutina y Jason no es exactamente el mejor dando explicaciones.

— J, es sólo un baile. Seguramente harán Cisne Negro, o algún otro típico, estamos en París. No lo olvides..

— Jason dijo que es el cierre final. Intenté llamar a Xenia y me manda a buzón porque está fuera de servicio. Quiero hablar con ella antes de saber qué hacer.

Le quité la cascara a otro maní mientras caminaba hasta el pequeño placar con el que contaba para guardar apenas la mitad del arsenal de ropa que había traído. Dudé en ponerme el pijama en frente de Juan, no es la primera vez que me vería paños menores. Pero estoy usando encaje, y es trasparente.

— Oye, ¿te molesta que duerma aquí? Es que.. hace un poco de frio y no sé cómo prender la calefacción de mi cuarto.

— Me ofrecería a ayudarte, pero es mejor tenerte aquí.

Le sonreí y me recosté junto a él. Nos quedamos viendo películas, específicamente "Los 33" en Netflix, hablamos de lo no tan galante que se veía Mario Casas y de lo mal que nos cae Banderas. Él acertó cuando dijo que yo no aguantaría casi tres meses atrapada en una montaña, tiene razón. Me abracé fuerte a su torso cuando un estruendoso trueno se oyó debido a la escandalosa tormenta.

Mi teléfono comenzó a sonar mostrando un "Boli" en mi pantalla de forma alarmante. Colgué.

— ¿Quién es? -preguntó Juan.

— Voldemort... -contesté.

— Ni siquiera te gusta Harry Potter, no eres quién para utilizar sus personajes para referirte a tu odioso novio.

— Es un chiste comercial, ¿de acuerdo?

— Ahora, su teléfono comenzó a sonar. Lo miré.

— Es Mateo.. -dijo mirando la pantalla.

— ¡No contestes! -exclamé intentado quitarle el celular de entre las manos.

— Es mi hermanito. -me miró alzando una ceja.

— Oh..

Llevó su celular hasta su oído y una sonrisa se dibujó en su rostro cuando oyó la voz de su hermano del otro lado de la línea. Me encanta verlo manejar ese amor con él, me recuerda mucho a la relación que tengo con mis hermanos. Juan es cómo mi versión masculina, siempre se lo he dicho.

— Quiere ayuda con su tarea de Español, sólo que no tiene en cuenta que porque allí sean las seis de la tarde, no significa que aquí también...

— Ay, tiene nueve años. Dámelo.

Le arrebaté el celular y comencé a darle indicaciones de cómo hacer una reseña de El Principito para su tarea de Español. También contesté sus preguntas a "¿Cuando volverás? Te extraño", contesté que pronto y que también lo extrañaba, antes de que su hermano mayor me quitara el teléfono.

— ¡Oye, estaba hablando! -protesté.

— Ya, en serio. ¿Por qué no hablas con él? Ha estado llamándote todo el día, pobre..

LOUDER | RMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora