Capítulo 72: Las historias de Pedro.

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72.

Abraham's POV

- ¡Abraham levántate ya de esa cama, es la última ves que lo digo!

- No jodas, Antonio.

Me giré sobre mi cuerpo y cubrí mi cara con la almohada.

- Llamaron de tu Universidad, quieren saber por qué hace una semana que no vas. ¡Vas a perder el año!

- No me importa -respondí.

--Pero a mis papás sí, están muy preocupados por ti. Tú más que nadie sabes el esfuerzo que ellos hacen por sacarnos adelante, tuviste la oportunidad de entrar en una de las mejores universidades del país, y aquí estás, durmiendo. -dijo.

- Si el dinero es el problema que no se preocupen, mañana comenzaré a trabajar -contesté.

- ¿A trabajar?, ¿tú?. ¿Y de qué? ¿o qué? -preguntó.

- En el taller del padre de un amigo.

- ¿Un taller?, ¿y qué sabes tú de mecánica?

- Lo mismo que tú, ¿no recuerdas cuando papá nos enseñó? No están difícil.

- ¿Mamá y papá lo saben? -preguntó.

¿Acaso este tiene complejo de policía o qué?, ¿para qué tanto interrogatorio?

- Sí.

- ¿Y están de acuerdo?

- Después de mucho insistir consideraron que necesitaba distraerme y aceptaron, con la condición de que no deje los estudios.

- ¿Y los dejarás?

- No Tony, así que llama a la maldita Universidad y díles que mañana estoy allí.

- Bien, te espero abajo para desayunar. Por cierto, llamaron tus amigos, querían saber si hoy irías a la fiesta de no sé quien, creo que un tal Raúl.

- No -respondí.

- Nano, yo creo que debes salir, distraerte, ¿sabes? Te hará mal estar metido en esa casa todo el día.

Suspiré, y me senté sobre la cama.

- ¿Tienes un minuto para mí? -pregunté mirándolo- necesito a mi hermano.

Sonrió.

- Claro, pequeño. Dime que pasa, aunque ya sé a qué viene esto.

Se sentó junto a mí y quitó los mi cara para poder mirarme mejor.

Yo suspiré, había ensayado esto por tanto tiempo que ya me sabía de memoria que decir, pero nada sale, sólo... Que me siento una completa mierda.

- Soy una mierda... -susurré, cubriendo mi rostro con mis manos.

- ¿Qué? -posó una mano en mi hombro- Hey no, no digas eso. Eres lo más bueno que hay en este mundo.

- No, no lo soy. Si lo fuera no le hubiera hecho tanto daño... la extraño -murmuré.

Él me abrazó dejándome llorar en su pecho, esto es más patético que comer pizza con cubiertos.

Me siento una chica siendo consolada por su mejor amiga después de reprobar un examen, vamos.

- ¿Aún piensas en ella?

- ¿Aún? -reí- no hay un solo instante en el que no piense en ella. En cómo estará, en qué estará haciendo, con quien... y me odio, me odio por dejarla ir Tony, me juré a mi mismo jamás hacerle daño y fue lo que hice, la destrocé, recuerdo su carita la última vez que la vi...

LOUDER | RMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora