Capítulo 58: Mental slowness

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58.

Recuerdo el día en el decidí irme del albergue para desamparados al que llamaban "mi casa" o más bien intento recordar. No suelo de acordarme de las cosas malas que fueron pasando, ignoro completamente la dificultad presente, pasada y seguramente futura. Me desperté, la laptop seguía prendida, la noche anterior había posteado antes de dormir. Un zumbido de parlantes me hacia mal en un oído. Los había dejado encendidos: el iTunes sonaba despacio con una canción de Superchick, otra banda cristiana, como Glow, mi banda favorita.

"The shadows are long and she fears if she cries that frist tear, tears will not stop reining down"

(las sombras son largas y tiene miedo de que si llora esa primera lágrima, las lágrimas después no van a parar de llover)

No quería llorar. No quería que nada me tocara, que nada me moviera, que nada me saque de esta anestesia, así vivía los días, yendo a una iglesia sin sentir nada, con ganas de decirle amis padres que no estaba sintiendo esa presencia que antes me colmaba . Tenía ganas de salir corriendo, pero como decía la canción... También tenia ganas de llorar la primera lágrima, por temor a no poder para después . Lo único que podía hacer era escribir.

Fotolog.com/sensivity

Otra vez sola, me sentía dejada. Antes era la iglesia que me volvía "freaky", y lo seguía haciendo en ese entonces. No era todo lo popular que debería. Mi mejor amiga estaba lejos y tenia otros amigos. Tampoco podía decirles a mis padres que no sentía su presencia . Tenia miedo a decir que no sentía, que no creía, que no era como ellos, bah, no eran unos religiosos de alma y cuerpo, pero creían y yo no, esa, era la diferencia. Negarles lo que los identifica los terminaría matando. Esa soledad, me terminaría matando a mi. Eran ellos o era yo, y ella que se va.

Era raro que un gótico todo vestido de negro y maquillado como para una película de terror sea un personaje cotidiano por las calles de la cuidad, pero que la gente se espante cuando les decía que era adventista. Como si perteneciera a una logia. Hay que revisar qué nos espanta y por qué, posteo. No sé que hacia ahí si nadie me necesitaba , si no podía ayudar si no necesito a nadie , si nadie me ayudaba. Podía vivir en el polo norte ayudando a Papá Noel con los regalos, porque nadie me extrañaría, quería ser algo necesario como los cordones de las zapatillas . Quería ser un aire acondicionado en verano, ser alguien para alguien. Entonces recordé que un día mi abuela me dijo que cuando quisiera que vaya a visitarla, y si, iba a ir, pero a quedarme y no volver jamás, con miedos y todo me subí a un avión y me trasporté a España a escondidas de mis viejos, y obvio, me había llevado los ocho mil dolares que había dentro del frasco sobre la nevera, ¡¡¡ME LLEVÉ LOS AHORROS DE LA EMPLEADA!!! Igual me caía mal, pero su hijo estaba bueno así que le perdoné doscientos dolares a su cajita. Y si, ahí comenzó my new life. Mi fuga ocasionó un gran desorden psicológico para mi, era como una mudanza y las mudanzas no son buenas para personas con desequilibrio emocional y físico, no comer me daba frío, sueño y lentitud mental, no ayudaba, sino que empeoraba las cosas. Me castigaba, siempre que me veo entre la espada y pared dejo de comer, es una manía que conservare por el resto de mis días. Cada vez que estoy triste, cansada, incluso, cada vez que discuto con Abraham dejo de comer por horas, horas y horas, no porque no quiera AMO COMER, pero así soy y siempre seré así.

-¿Por qué tantas fotos? -pregunté sonrojada, cubriéndome el rostro.

-Estás linda, solo dejame inmortalizar el momento -respondió él, enfocando el lente de la cámara hacia mi.

LOUDER | RMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora