Lo que no se ve

2

CAMILA
-No creeran que una chica ciega te quisiera dañar.

-No es eso, a lo que me refiero es que también me conocen por que vivo por aquí.
Ella carraspeó la garganta y giró en la calle a la derecha. ¿Comó demonios sabía donde girar y porqué se dirigía rumbo a mi casa?
-Vivó en el 2768. Dije para crearle más confianza.

-No me interesa solo deja de seguirme.

-No lo hago.

-Entonces ¿Porqué vas hacía el lado contrario a donde esta tu casa?
Miré bastante segura a mi alrededor para serciorarme de que venía por el lugar correcto.

-Espera. Le dije. -¿Cuál es tu casa?

-¿No estoy en la calle Anouk?
Genial, ahora era ella la que estaba perdida seguro le hacia sentir peor.

Me acerqué y toqué su hombro. Ella agachó su cabeza. -Hey, esta bien...mirá te seguí solo para entregarte un pastelillo, quería hacerte sentir mejor. Guié su mano hacia el bocadillo y ella lo tomó con inseguridad.
-Venga te acompaño a tu calle, tranquila.

Coloqué su mano en mi hombro como había leído que era la forma correcta de guiar a las personas invidentes y caminé a paso ligero. Ella solo se dedicaba a cerrar sus ojos y a negar constantemente.
-¿Anda cuentamé algo? El camino a tu calle es extenso. Dije tratando de romper el silencio.

Logré que dejara de hacer lo que hacía y quitó su mano de mi hombro.-Puedo guiarme con solo el sonido, ¿puedes avisarme cuando estemos frente al árbol al inicio de la calle?
Preguntó.

-Vale. Después solo silencio.

-Estamos aquí. Dije al llegar. Ella solo inclinó su cabeza en agradecimiento y localizó el árbol con el bastón. 
-Hasta luego... amm?
Dije dudosa por no saber su nombre.

-Soy Lauren. Me contestó muy despacio. -Te lo agradezo, de noche es un poco más dificil llegar supongo que por la inseguridad que se siente.

-Claro... ¿Siempre andas sola a estás horas? Pregunté de forma indiscreta luego me arrepentí.
Ella solo negó y sonrió de lado.

-No, creo que han olvidado ir por mi.
Lauren como me había dicho que era su nombre parecía cargar sobre sus hombros una enorme pena, ¿Quién tan mierda olvidaba a una linda chica invidente y la dejaba regresar a casa sola por la noche?
-Bien, no te agobio más...Camila me habías dicho? Yo asentí pero luego recordé que no había podido verló.

-Si.

-Gracias por el pastelillo y por tu ayuda, ahora si que...no te veo luego.
Ella rió por su mal chiste pero a mi me pareció algo cruel que se riera de si misma.

-¿Que te parece si nos escuchamos luego? Mi voz es lo que no se ve.
Le contesté y ella sonrió de una forma genuina, vaya al menos la había sacado de su pena por un momento.

-Claro. Se giró y dirigio su bastón de un lado a otro buscando algún obstaculo entre ella y la puerta de su casa, que resultó ser la de a lado de la señora Judith, quien cuidaba a mi hijo de 2 años. Apenas me acordé de mi hijo Kilian y regresé hacia la casa con una sonrisa.
Cuando abrí la puerta la señora Judith comenzó a colocar su sueter para salir sigilosamente sin ser vista por Kilian, si él se daba cuenta siempre terminaba armando un papelón de aquellos.

-Hola cariño. Me dijo al colocar un beso en mi frente.

-Hola, ¿Como se portó? Le susurré.

-Es un ángel, solo que siempre quiere mantenerse despierto para cuando llegas. Me sonrió con dulzura y se encaminó hacía la puerta conmigo detrás.

-Muchas gracias por cuidarlo un día más, mire tome esto, es poco pero de algo...

-En que quedamos Camila, sin compromiso...me encantá cuidarlo ya lo sabes.
Asentí pero aún asi le di algunos billetes.

-Para que compres algunas cosas para el jardín, por favor. Hice cara de puchero. Terminó aceptandolo y bajo los escalones del umbral.

-Hasta mañana querida, te veo a la misma hora. Me guiñó. Giré mi vista a Kilian quien estaba sobre el sillón con sus ojos parpadeando cayendo de sueño. Al instanté recorde la chica de los ojos, Lauren.
Vi que la señora Judith aún no encendía su auto. Y me acerqué a la ventanilla.

-Señor...

-Dime Judith ya te lo dije cariño.

-Bien Judith, oye tengo una duda acerca de las personas que son tus vecinos.

-¿Los Jauregui?
No tenia idea de lo que hablaba pero supuse que era su apellido.