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CAMILA
-¿Estas segura de que no se siente igual?
Kilian tenía miedo al momento de descender.
-No cariño, además puedes apretar mi mano todo lo que quieras.
El sonido de Lauren tratando de ocultar su risa me distrajó.
-Ok. Dijo inseguro.
Coloque el cinturón de seguridad en su lugar y observé como Lauren divertida se ponía el suyo. Mi mirada severa basto para que dejará de sonreír y hablará con Ki.
-Kilian no pasará nada, solamente imagina que vamos montados en una montaña rusa, será increíble.
Mi hijo se pusó a temblar.
-Lauren. Entre dientes le hice ver que lo estaba empeorando.
-Llevas cinturón y mirá, tu mamá y yo estamos contigo, no pasará nada malo cariño.
Al menos se quedó más tranquilo.
-Ki, estaba pensando en llevarte a esquiar ¿Te gustaría? Preguntó Lauren distrayendo a mi hijo mientras descendía el avión, ni siquiera se había dado cuenta.
Cuando el se dió cuenta Lau me guiñó.
Le dije te amo sólo moviendo mis labios. Sonrió de la increíble manera que lo hacía.
Los tres caminamos para obtener nuestro equipaje, nos llevó bastante tiempo esperar a que llegarán, finalmente las obtuvimos y seguimos a donde mi novia nos guió.
Ella parecía haber tirado a alguien, esquivando a varias personas llegamos frente a un señor con el cabello ligeramente blanco, piel blanca y con una sonrisa de lado saludó a Lauren, era su padre. Detuve mis pasos antes de llegar a ellos, mientras Kilian siguió.
-Hola Papá, es bueno verte. Pronunció aquellas palabras algo insegura.
-Lauren. De forma casi robótica se acercó para besar su mejilla. Lau dió un paso atrás sin entender que ocurría hasta que el hombre rodeó sus hombros. Después de corresponder al abrazo, sonrió hacia mi.
-¿Mamá?
-Se quedó en casa, esperando con un banquete.
-Papá, mira ella es Camila, Michael mi padre. Nos presentó.
-Hola mucho gusto.
Tomé su mano de forma torpe. No lo recordaba así, hace años en una ocasión mientras visitaba a Judith me había señalado al padre de Lauren por la ventana, el salía enfadado de casa, azotando puertas y subiendo a su auto.
-Y este niño encantador en Kilian su hijo.
-Hola jovencito.
Kilian extendió su mano hacia el mucho más seguro que yo, lo cual me apenó.
-Bien, pues debemos llegar a casa cuanto antes, ¿Si podrán quedarse a comer verdad?
-Claro papá, sólo que prefiero regresar al departamento para instalarnos.
-Muy bien.
Entre Lauren y su padre tomaron las maletas.
-Deberian colocarse los abrigos cariño, el clima está frío.
Lauren nos dijo con la voz agitada.
Antes de salir nos detuvimos para abrigarnos, en definitiva el clima estaba más frío.
Michael observó como Lauren abotonaba el abrigo de Ki, no estaba segura de cómo sentirme. Es decir, se suponía que sabía de nuestra relación, pero seguro para el aún le resultaba incómodo o extraño observar como compartíamos entre los tres.
-Listo Ki.
Cuando salimos el frío golpeó mi cara, evitando enfriarme más hice lo que mi novia nos pidió y subimos a la Range Rover negra, mientras ellos subían el equipaje. En la parte trasera de la camioneta ambos hablaban.
-La llevó Marcus esta mañana a la casa, en el auto también pude haber venido.
-Ya lo sé papá, sólo lo hice para viajar más cómodos y así no tendremos problemas en regresar al departamento.
Así que era de Lauren, ni siquiera sabía que podría tener un auto así.
Estaba increíble y Ki parecía mucho más alucinado que yo.
-Wow mamá.
-Si. Sólo dije.
Guardó silencio al distraerse con la pequeña pantalla frente al asiento.
-No me dijiste que la habías comprado.
-No, fue hace dos meses, antes de viajar hice todos los arreglos.
-Pensé que te bastaba con el auto.
-Es para distancias mucho más grandes y así podemos viajar todos.
La plática continuó hasta que ambos subieron a los asientos de frente.
El maletero se cerró de forma automática.
-No conduje muy cómodo.
-Es por que no estás acostumbrado, pero si la necesitas te la prestare, es bueno que la hayas tomado.
Lauren iba a conducir, por el espejo retrovisor me sonrió.
-¿Esta es tuya?
Preguntó Ki entusiasmado.
-Si ¿Te gusta?
-Me encanta.
-Entonces es tuya también. Le dijo sin pensárselo. Su padre hizo un sonido extraño.
El recorrido en hacia la casa de sus padres, nos llevó más de 30 minutos. Durante el camino Kilian no dejo de mirar por la ventana, parecía divertido con las cosas diferentes que veía y hasta había conversado con el padre de Lauren.
-¿Que edad tiene? Le preguntó.
-Once.
-Entonces si eres todo un joven.
El río. Lauren lanzaba miradas hacia su padre, quizá jamás se espero a que actuará así.
-¿Habías venido aquí antes Camila?
Su pregunta me sacó de mis pensamientos.
-No señor, es la primera.
-Si te acostumbras al frío, la pasarás muy bien.
-Yo haré que la pasen bien, tengo algunos planes, incluso mamá y tu pueden unirse.
-Tu madre aún necesita reposo Lauren.
Asintió con una media sonrisa, ahí está. Ella sonreía a veces con su padre. Sabía que la había visto antes.
-¿Que le pasó?
Preguntó Kilian.
-Ki. Intenté evitar que entrara en la conversación.
-Sufrió una caída, pero ya está mejor.
-¿De donde cayó Lolo?
-A fue un accidente de las escaleras, pero ya está bien cariño ¿No es así papá?
Su padre se quedó pensativo.
-Aaa...ya está bien.
El padre de Lauren nos indicó algunos lugares que debíamos visitar en nuestra corta visita. La conversación fue mucho más fácil después de un rato.
Al estacionar frente a una casa de dos plantas, con un jardín y auto antiguo comencé a ponerme más nerviosa. Estaba en la casa de sus padres y lo que más me ponía a pensar era en que la madre de Lauren sabía mucho más de mi existencia.
-Bien, ya estamos aquí ¿Necesitas algo de la maleta Cami? Para bajarlo.
-No, todo está perfecto.
Todos bajamos del auto sin problema y Lau tomando mi mano y la de Kilian su padre nos hizo pasar.
La casa era linda y acogedora. Entramos a la sala y nos sentamos.
-Iré por tu madre. Dijo su papá.
-Quiero ir al baño mamá. Mi hijo mencionó de forma urgente.
Lauren lo guió por la casa para que asistiera. Regresó con una gran sonrisa.
-¿Estas nerviosa?
-Lauren, deja de hacerlo, no son nervios sólo preocupación, no se que piensen tus padres de la situación y sobre Kilian.
Baje la voz un poco antes de continuar.
-Tu padre ha observado todo, como te comportas con ambos y sólo guarda silencio, no se que pensar.
-Cami, todo está más que bien, le agradas y por el niño no hay ningún problema, creeme para mi también es nuevo, nunca había traído a casa a mi pareja y bueno ellos seguro no había creído en posibilidad de que fuera una chica, menos una tan linda como tú.
Se acercó lo suficiente como para besar mi mejilla pero de un momento a otro me besó en los labios.
Alguien carraspeó tras de nosotras.
-Mamá. Me moví incómoda.
-Hola Lauren.
Ella se puso de pie para saludarla, el abrazo había sido mucho más afectuoso.
Cuando la miré a los ojos recordé como me sentí respecto a ella hace años. Lauren había pasado la mayoría de su niñez y adolescencia con poco apoyo de su parte y algunos maltratos. No sabía cómo responder.
-Camila. Lauren llamó mi atención.
-Mamá ella es Camila, Clara mi madre.
Nuestro saludo fue bastante tenso. Hasta que Kilian lo interrumpió.
-Oh y el es su hijo.
-¿Kilian cierto? Ya sabía su nombre.
Amable asintió. -Me han hablado de ti lo suficiente y creo que es un buen momento para pasar al comedor, todo está listo.
Después de eso, la comida pasó de forma rápida, la conversación se enfoco más en el trabajo de Lauren y lo fácil que sería si viviera aquí. Por supuesto ella se ahorro comentarios, se molestó cuando su padre lo dijo.
-Por el momento Camila y yo estamos seguras de quedarnos allá.
Tomó mi mano por debajo de la mano y esperamos a que alguno reclamará algo.
Pero no fue así, se quedaron en silencio sin saber que decir, ni Kilian interrumpió.
Cuando acabamos el postre decidimos irnos.
-Muchas gracias por la comida, estuvo deliciosa. Le dije a la madre de Lauren.
-Gracias a ustedes por acompañarnos y espero verlos aquí en estos días.
-Vamos a venir luego mamá.
Cuando me despedí de ambos el señor Jáuregui me dió un apretón de manos y al llegar junto a la señora me sorprendió.
Sus brazos se extendieron para que entrara en ellos, fue algo improvisado así que respondí de manera torpe.
-Muchas gracias Camila, Lauren me contó de cómo intentaste ayudarla hace años, me da gusto que estés ahora con ella.
Cuando me separé de ella no pude más que sonreír. Ki los abrazó a ambos y al salir de ahí, les prometió pasar toda una tarde con ellos.
Quería tener la capacidad de mi hijo para hacer amigos.
-Bueno eso ha sido interesante.
Dijo mi novia mientras conducía. -Mis padres estuvieron bien ¿No?
-Si, creo que el único que consiguió algo bueno fue Kilian.
Quien venía en el asiento de atrás estrenando la pantalla portátil, Lau le pusó una película.
-Claro que no, les caíste bien o al menos ya se hicieron a la idea de que estoy contigo, además mi madre te abrazo.
-Me agradeció por tratar de ayudarte hace años.
-¿En serio?
-Si eso me dijo al oído.
-Wow, si que se está esforzando, es la primera cena que pasamos sin discutir, antes solían invadir mi vida y tratar de someterme.
-Has progresado ya un poco amor.
-Claro que si.
Me incliné para besar su mejilla.
-Anheló que llegue la noche, que sea la hora de que regresé con ustedes. Una mirada breve y picara fue suficiente para que me hiciera recordar lo del baño en el avión.
Solté una risita.
-Yo también, quiero dormir. Jugué.
-¿Vendran conmigo verdad?
No es que no deseará acompañarla pero creí que lo adecuado era descansar un poco y mucho más por Kilian, el si se notaba cansado, en el asiento de atrás sólo pestañeaba y por momentos cerraba sus ojos.
-No lo creo amor, Ki está agotado.
Puso cara triste.
-Esta bien, pero mañana lo harán, va a ser más temprano.
-Claro que si.
-¿Te gustaría un baño llegando?
Sus palabras sonaron acosadoras.
-Me gustaría pero no es un buen momento.
-Claro que lo es, si lo fue en el avión ¿Porque no en el departamento?
-No se puede.
-Si. Insistió.
-Lau, estoy en mis días. Susurré.
Rodó los ojos enfadada y golpeó el volante. Su actitud me sorprendió pero en cuanto sonrió me tranquilice.
-Dios eres una embaucadora, el asunto del baño en el avión no quedará olvidado.
Comencé a reír a carcajadas. Quizá había fastidiado sus planes de regreso a la firma.
-¿Que pasó en el baño del avión mamá?
La voz de Ki a un lado de mi cara me hizo sobre saltar.
Esta vez fue Lauren la que rió a carcajadas.
-Venga Cami dile que pasó.
-Ki vuelve a tu asiento por favor y colócate el cinturón.
-Esta bien mamá. Dijo cantado. -Pero cuéntame.
Me quedé muda, no sabía que mentira contarle para salir del aprieto. Eso fue incómodo.
-Tu mamá se quedó atrapada.
Me salvó Lauren declarando mientras giraba en una calle más.
-Wow debió ser divertido. Dijo Kilian.
Mi novia estalló en una burla.
-Ya basta. Le grité golpeando su brazo.
-Hey estoy conduciendo cariño.
Está vez Kilian y ella se rieron de mi, era tan difícil a veces lidiar con mi hijo y sus preguntas incómodas. Anhelaba el día en que incomodara a Lauren tanto que se quedará sin respuestas.
-Ja ja que graciosos.
Bufé y decidí sólo mirar al frente, mi broma no había salido del todo bien y eso me fastidiaba un poco.
-Te amo bebé.
Al estacionar frente a un edificio de 20 platas Lauren me dijo y besó mis labios quedándose unos minutos.
-¿Ya podemos bajar?
Las dos saltamos en nuestros sitios separadonos y no nos quedó más que reír juntas, Ki también se rió.
-Es muy fácil asustarlas. Declaró divertido.

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