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LAUREN
-Sabes que ya no vendra ¿Verdad?
-No me gusta mucho que hablen entre ustedes Lauren y hagan planes ¿Tu lo convences de que nos deje solas?
Ella frunció su ceño.
-Camila el lo hace por que quiere y lo único que le he dicho es que tu me gustas, debo caerle bien.
Se sonrojó demasiado y desvió la mirada, rodié la mesa y tomé el anterior lugar de Ki.
-¿Yo también te gusto? Ella sonrió y siguio sin mirarme. -Venga no debes avengorzarte no después de besarnos lo suficiente.
-Si lo haces Lauren.
-Vale con eso me conformo.
Sonreimos para después depositar un beso dulce en sus labios.
Después de recoger la cocina todos permanecimos en el sofá mirando una pelicula. La miré hasta que se levantó para ir al baño, Ki estaba bastante entretenido. El timbre de un móvil me hizo buscarlo, al lado del sofá la pantalla indicaba la llamada entrante, enfoque la mirada sin tocarlo y el nombre de Daniel permaneció ahi hasta que dejo de timbrar. Nunca me había sentido tan insegura, Camila siempre solía hacerme sentir cosas tan diferentes y este era el caso. Daniel aún la llamaba y quizás ella platicaba con él o seguía insistiendo, no sabía que pensar.
Me pusé de pie con la excusa de tomar un poco de agua y me tarde en salir de la cocina, no queria ver a Camila, por que yo estaba enojada y celosa, necesitaba admitirlo.
La voz de las dos personas en la sala se escuchó leve y luego unos pasos hacia mi sitio.
-Hey Hola. Dijo Camila al verme recargada en la encimera, su sonrisa parecía bastante sincera y cuando quizó acercarse a mi yo me aparte.
-¿Que ocurré? Preguntó y yo negué sin saber como decirle lo que había visto y sin explotar, estaba molesta pero no tenía derecho ella y yo aún no teniamos ningún compromiso.
-Nada solo me aburri de la pelicula. Dije en tono serio.
-Bien entonces creo que ya debemos irnos no te ves muy feliz.
Carraspié un poco al darme cuenta que ella percibía mi estado. No quería hacer algo para detenerla pero lo hice sin pensar.
-No es necesario...yo, dios. Suspiré profundo antes de preguntarselo. -Mire la llamada de Daniel.
Ella frunció el ceño. -¿Qué ocurre con ello? Su pregunta me sorprendio a mi, no era necesaria mi explicación sino la de ella. Bufé enfada e intente salir.
-Lauren. Me llamó tomandome por el brazo y se retiró cruzando los brazos.
-¿Qué ocurre? ¿En serio? Tu debes de decirme que ocurre. Le reclamé.
-De verdad desconfias tanto de mi, te explicaré algo aun sin tener ese deber, Daniel y yo trabajamos juntos el me habla para consultar algunas cosas, independiente a eso tu no tienes derecho a ponerte asi, tu y yo no somos nada.
Casi gritó, se sentó en una de las sillas mirando hacia el piso, estaba enfadada.
La miré por unos minutos sin saber como solucionarlo y calmar mi enojo.
-Pues si tu hubieras aceptado yo tendría ese derecho.
Me miró incredula y soltó una risa sarcástica, en ese momento me di cuenta de la estupidez que había dicho.
-Es que aunque hubiera aceptado tu no deberias comportarte asi y si de verdad quisieras algo entre nosotras podrías esforzarte un poco con tus peticiones.
Me quedé congelada, no le encontraba a sentido a seguir ocultando lo que sentiamos la una por la otra, más despues de estas semanas besandonos cada que podiamos y tomando su mano para caminar.
-No le encuentró sentido si ambas nos gustamos no entiendo por que aún no das por hecho lo que hay entre nosotras.
-Dios pero si eres imposible, Lauren contestame algo ¿Cuántas relaciones serias has tenido?
Yo de inmediato negué dandomé cuenta de lo tonta que actuaba, no tenía experiencia en esa clase de relaciones por eso no le veía sentido el seguir resistiendonos.
-Ninguna. Le dije y agache mi cabeza avergonzada.
-Pues entonces recurré a alguien estas haciendo un trabajo de mierda.
Abrí los ojos sorprendida por que era la primera vez que la escuchaba mal decir y salir tan enfadada del lugar, escuché como discutía en la sala para llevarse a Ki y finalmente la puerta cerrar.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora