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LAUREN
Kilian siempre lograba sorprenderme, tenía ideas algo alocadas y ahora esto.
No era que yo no deseará tener hijos algún día pero no lo veía como un futuro cercano, lo sé, era ya mayor pero no me parecía tan necesario tenerlos yo, siempre había opción de la adopción.
Hasta hace meses la idea de casarme tampoco había pasado por mi mente pero desde que miré a Camila y sentí que la necesitaba cerca todo cambio. Formé en mi cabeza la imagen perfecta de Camila con un bebé en brazos, Kilian junto a ellos haciendo caras graciosas y yo a su lado. Un golpe en el brazo me hizo despertar de la fantasía.
-¿Y bien? Me dijo Camila al lado. -¿No piensas tener hijos?
Perfecto, ahora era ella la que me molestaba. -No lo sé Camila.
Kilian me miró extrañado del otro lado de la mesa y decidió mejor callarse. Cuando mis ojos regresaron a mi novia ella tenía su ceño fruncido.
-¿Esa será tu respuesta?
Yo noté que estaba comenzando a enfadarse.
-Yo...no lo había pensado nunca...en realidad siento que ahora podría ser una buena opción, es decir, no ahora pero si pronto. Sólo asintió y se pusó de pie para recoger los platos vacíos de la mesa caminando a la cocina y sin decir palabra.
-Tu podrías ser la otra mamá de mi nuevo hermano.
~¿Y ahora que escupo?~Pensé.
-Ki no creo que pueda serlo, tu mamá ahora no lo desea y yo tampoco, los quiero a ambos pero debes comprender que para tener un bebé es necesario un compromiso más grande.
-¿Que significa compromiso?
Preguntó, me di un golpe en la frente tratando de calmarme, mis manos comenzaron a sudar.
-Pues que entre una pareja de novios se tenga la idea de casarse y vivir juntos, luego se...
No sabía que demonios decirle al pequeño de diez años que me miraba esperanzado. Además de que no podía contarle el proceso que se debía hacer para tener un hijo en una pareja de dos chicas. De tan sólo pensarlo me dió dolor de cabeza.
-Mira Ki ahora estoy mucho más feliz de tenerlos a ambos y si algún día podemos estar más juntos entonces no dudes de que los voy a querer cada día a más, a ti y a tu mamá ¿De verdad te gustaría que yo viviera con ustedes?
El ni siquiera lo dudo un poco.
-Claro que si Lolo. Dijo entusiasmado. -A mi me gusta jugar contigo además mi mamá está mucho más feliz cuando estás aquí.
-Ok, ya es un poco tarde cariño, ve a lavar tus dientes mientras habló con tu mamá. Caminó apresurado a la sala pero antes se detuvo para correr hacia mi y darme un fuerte abrazo. Sonreí como tonta. De verdad que los quería a ambos junto a mi por un tiempo indefinido, por primera vez aparecía la idea de realmente vivir con ellos, todo el día junto a ambos. ~Pero si apenas tienes un mes de novia con Cami~ seguí pensando. Indecisa busqué a mi novia en la cocina, donde la encontré lavando los platos de la cena improvisada.
Carraspié la garganta para que supiera que estaba ahí. Camila me ignoró.
-Camila. Le dije para que me mirara, quería que las cosas siguieran bien, no entendía por qué permanecía enfadada todavía, la pequeña charla con Kilian había sido algo casual pero ahí estaba ella haciéndolo mucho más difícil.
Toqué su brazo esta vez. Ella continuo con su tarea. -Hey. La llamé de nuevo.
-¿Que? Soltó en un tono frío.
-¿Pero porqué te enojas corazón?
Gruñó algo sin sentido metiendo todo a la alacena, aún me daba la espalda.
-Por nada, ¿Ya te vas a ir?
-Supongo que si. Me resigné a que sería bueno dejarla tranquila y no discutir con ella por algo sin sentido.
-Bien pues sólo avísame para bloquear la puerta.
Genial, ahora no me dejaría dormir junto a ella, era la primera vez en un mes que no lo haría. Era bastante extraño con tan solo pensarlo pero no tenía remedio, yo no sabía que hacer, si estaba enojada era por mi nerviosismo a la hora de hablar sobre el hermano que Kilian quería. Estaba confundida por que ella realmente estaba pensando en tener otro hijo y yo estaba en sus planes, quería aparentar estar feliz pero las dudas eran más grandes que el amor que le tengo. Aún había muchos temas que necesitabamos aclarar antes de pensar en realmente comprometernos en algo tan grande.
-Me parece increíble que te enfades por esto. Solté sin pensar.
-Pues a mi que pienses así.
-¿Asi como?
Fui directa, necesitaba entender que pasaba por su linda cabeza.
-Pues así, Kilian sólo está ilusionado con eso, tu te lo has tomado tan a pecho, contestaste sólo por evitarte problemas conmigo y es ahí donde me das a entender que lo nuestro no es tan serio. Negué con la cabeza por escucharla decir tal mentira.
-Es completamente serio Camila es sólo que pensar en hijos es algo precipitado, debo serte sincera, yo jamás lo había pensado por que para ello era necesario tener una relación, no creía en ellas hasta que te conocí....ahora me parece demasiado apresurado que hablemos de esto por que tenemos sólo un mes de estar juntas.
-Pero aún así no piensas más allá de esto y eso me molesta. Dijo subiendo su tono.
-Si lo hago. Le contesté en el mismo tono.
-No, sólo piensas en sexo y como mantenernos ocupados.
Mis manos despeinaron mi cabello, siempre lo hacía cuando estaba bajo estrés y ella lo sabía, sabía por que lo hacía así que sólo lo tomo a mal. Pasó a mi lado tratando de huir.
-Dios, debemos hablar. La tomé de la mano para que se detuviera. -Camila, esto es lo más serio que he tenido con alguien y estoy realmente esforzándome para no arruinarlo, quiero demasiado a kilian y te amo a ti, no sólo es el sexo mi amor, te necesito para vivir, debes tratar de entenderme, necesitó que confíes en mí, quiero estar contigo pero primero debo arreglar algunas cosas en mi vida. Bufé sin saber cómo decírselo.
-Debo volver a Vancouver en unas semanas y estaré fuera un tiempo pero volveré lo más pronto posible para estar con ustedes, aún no estamos tan preparadas para dar otro paso, debemos dejarlo fluir con tranquilidad.
Tomé sus mejillas para besar sus dulces labios ella se resistió al contacto por segundos hasta que sus labios se movieron junto a los míos. Suspiró después de que nos separamos y junto nuestras manos.
-Lo siento Lauren, es sólo que no se, me estoy apresurando demasiado contigo por qué tengo esa necesidad de amarte y a demás la idea del sexo tampoco me parece mala. Yo sonreí y besé su pequeña nariz.
-Cuando Kilian mencionó lo del bebé te miré en mi mente junto a mi, pero es sólo por que te amo y quiero que formes parte de mi vida, pero tienes razón primero debemos ver cómo marcha todo y tu debes arreglar la situación en Vancouver.
Entrelacé mis brazos con su cuerpo y caminamos hacia la recámara para dormir un poco. Kilian estaba dormido en su pequeña cama así que no lo molestamos más.
-¿Oye y tu amigo? Dijo saltando de repente cuando estaba apunto de quedarme dormida.
-Tranquila corazón, le mandé un mensaje hace un rato diciéndole que me quedaba aquí, el ahora debe estar durmiendo.
Se recargó más tranquila sobre mi hombro.
-¿De verdad jamás pensaste en formar una familia?
-No, pero contigo ahora puedo imaginarme muchas cosas, eres la luz de mis ojos.
-Vaya que romántica te has puesto. Dijo al poner su carita frente a la mía.
-Debo confesarte algo, sin querer te he revelado el nombre de mi segundo libro.
Sus ojos se abrieron más y luego se inclinó para besar mis mejillas.
-¿De verdad?
-Si, La luz de mi ojos se llama.
-Suena lindo. Exclamó antes de abrazarse más a mi.
-Tu eres más linda y te prometo que cuando tenga la primera copia te la daré a ti para sorprenderte.
-Eso suena bien, yo la voy a leer con mucho amor.
-Te amo Camila.
-Y yo a ti, mucho. Nos sonreímos y pronto adoptamos una posición más cómoda para dormir. Con ella en mis brazos el tiempo parecía pasar muy rápido y yo sufría por no poder aprovecharlo como quería.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora