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LAUREN
Las tardes con Ki se pasaban muy rápido y está en especial sería mucho más divertida, tenía que hacer algunas compras antes de ir por Camila a su trabajo, Ki y yo ahora estábamos caminando en la sección de electrónicos en el súper.
-¿Qué comprarás Lolo?
-Comida tu sabes que a mi me encanta. Sonrió mirando hacia las televisiones enormes.
-¿Te gusta? Le pregunté cuándo se quedó mirando una película animada mientras el reía divertido por una escena en la película. -Si aunque mamá dijo que me la compraría pronto.
-No creo que haya problema si nos adelantamos.
La tomé sin que se diera cuenta, primero consultaría a Camila si podía regalársela. -Mira esta se ve divertida quizás ahorita venga por ella.
Le apunte una segunda película antes de continuar hacia el espacio de enlatados, con su ayuda coloque en el carrito de compras todo lo necesario.
-Pasame una de esas. Le dije a Ki pero en ese momento el enloqueció corriendo sin detenerse en el pasillo, al instante corrí tras de el desesperada no podía perderlo de vista.
Cuando entre al segundo pasillo mire como saltaba a los brazos de una chica. Lentamente me acerqué para asegurarme de quien se trataba.
-Ki, dios estas tan grande. La chica decía mientras lo abrazaba sosteniendo su peso, el niño soltaba una risita divertida.
La chica beso sus mejillas y por fin lo bajo.
-¿Como has estado tía?
¿Tía? No tenía idea de quien se trataba o quizás si pero no estaba muy segura de que Ki debería estar saludándola. De pronto el me miró por unos segundos y se acercó a mí tomando mi mano, me acerco a ambos. -Mira Lolo ella es mi tía.
-Lauren, mucho gusto.
-Sofia. Me dio su mano algo dudosa y miro hacia ambos lados. -Ki ¿Como esta tu mamá?
-Muy bien creo que está enamorada.
Ambos nos giramos a verlo, y mi cara seguramente estaba tan enrojecida que la chica me miro atentamente, yo estaba nerviosa y eso no era bueno apenas creía lo que había dicho Ki, estaba enamorada y yo era la única causa, a menos que saliera con alguien más y...alejé eso de mi mente y sonreía nerviosa.
-¿De verdad? Dijo la chica sonriendo de forma divertida.
-Si. Sabía que Ki ahora mismo le indicaba con sus ojos en mi dirección, Dios nunca podía ser callado y guardarse las cosas.
-Así que tú Lauren ¿Eres su..?
Una mujer algo mayor llegó hasta nosotros interrumpiendo su pregunta.
-Ya me han dicho que no hay seguramente tenemos que volver otro día. Le dijo a Sofía quien parecía agrandar más los ojos y mirando al pequeño.
~Es la madre de Camila~ mi mente se puso alerta, esto no debía pasar.
La mujer dirigió ahora su mirada a los tres debido al silencio que la chica guardo estaba completamente bloqueada. Me miro por un segundo a mi para luego mirar al pequeño con quien se detuvo por un largo tiempo. Se puso la mano en la boca sorprendida. Ki era tan parecido a Camila que no era difícil identificar que era su hijo.
-Mamá. La llamó Sofía cuando sólo nos miraba. -Yo creo que debemos ir hacia...
-¿Abuela? Pregunto Ki tomándonos a todos por sorpresa, trate de tomar su mano para irnos pero el se negó resistiéndose. En definitiva Camila iba a matarme si se enteraba de todo esto.
-Ki. Sofía se agachó a su altura para poder hablarle. -Tienes que irte con Lauren ¿Si cariño? Yo te visitaré pronto. El niño cambiaba su mirada hacia la mujer y luego a su tía.
-No. Soltó para que todos le escucháramos. -¿Ella es tu mamá?
Le pregunto nuevamente esperando que no le mintiera, veía esa pequeña chispa de esperanza en sus ojos. Ki sabía que tenía abuelos pero jamás los había conocido, claro que tenía derecho a hacerlo pero yo no era quien para permitir un encuentro así. -Ki vámonos cariño. Le repetí.
La mujer cubrió más su boca para evitar quizás que un sollozo saliera. Sofía asintió con la cabeza y se puso de pie junto a su madre.
-Mamá creo que deberías presentarte ¿No crees?
Yo la mire suplicándole que no me metiera en este lío. Ella no sabía ni quien era y porque tenía a Ki conmigo ahora iba a ser parte de un encuentro que sin que Camila lo supiera debía presentarse. Tomé a Ki por los brazos y lo protegía colocándolo atrás de mi.
-Creo que no debemos. Sólo le dije tratando de hacerles entender que no era el sitio ni el momento.
-Solo lo saludaré. Dijo la mujer derramando unas lágrimas y poniendo su mano en mi hombro para llegar a Ki.
Me acerqué a Sofía para aclarar las cosas y ambas miramos cómo la mujer saludaba al niño.
-Camila no estaría de acuerdo en esto.
-Entiendo sólo te pido que no se lo digas, mi madre está muy sensible esta arrepentida por alejarse de Camila, sólo que ella se resiste a hablar con nosotros, mi papá está en casa recuperándose de una enfermedad.
La mire fijamente. -Yo no debía permitir esto, Camila se enterará por que Ki se lo va a decir...a menos que tu se lo pidas.
Ella asintió y puse atención a lo que las dos personas hablaban.
-¿Entonces si eres mi abuela?
-Si Kilian.
-Puedes decirme Ki. Le dijo y sonrió como nunca, sin pensarlo más el niño se lanzó a sus brazos. Despues del abrazo y la breve presentación, me vi obligada a caminar y observar a Ki entusiasmado acompañándola, camino de su mano mientras hacían las compras y ninguno de los dos dejaban de hablar. Yo solo rogaba por que Ki no dijera más de la cuenta.
-¿Estas con ella entonces?
Me preguntó Sofía cuando ambas empujabamos el carrito con las compras.
-Si, soy su vecina. Le dije sin querer confesarle más. -Y cuido de Ki por las tardes antes de ir por Camila al trabajo.
En ese momento recordé que debía ir por ella mire la hora en mi reloj, sólo tenía el tiempo suficiente para pagar e ir a recogerla.
-Demonios. Solté sin querer. -Lo siento, pero debemos salir ya a por ella.
Sofía asintió y camino hacia su mamá para decirle algo al oído mientras Ki miraba distraído algunos juguetes.
La mujer se dirigió a mi por primera vez.
-Hola, no nos presentamos hace unos momentos, soy Sinu la madre de Camila, yo supongo que sabes todo.
Asentí. -Soy Lauren y soy amiga de ella, debo reiterar que no estoy muy de acuerdo en esto, me refiero a que usted debe hablar con ella pronto.
-Lo haré no se preocupe, por el momento le pediré que no se lo diga y Ki esta bastante entusiasmado con la idea de sorprender a su mamá y no contarle que nos vio hasta que sea el momento indicado.
Yo la mire a los ojos para tratar de creer en lo que me decía, en que de verdad quería recuperar su relación con su hija y su nieto.
-¿Que le hizo cambiar de opinión?
Le pregunte directa.
-Yo me arrepentí de lo que hice por años, quizá después de que se fuera pero resultó imposible encontrarla puede creerlo... Sofía la miro hace un tiempo cuando Ki era más pequeño pero Camila se negó a darle más información, de donde vivían y como, se miraron un par de veces hasta que nosotros nos enteramos...mi esposo se opuso a que la mirara de nuevo y yo no pude decir nada. Ella agachó la cabeza avergonzada.
-Pero ahora las cosas son distintas el enfermo hace meses y se arrepintió de todo, el desea tenerla cerca antes de...
Se detuvo y se limpió algunas lágrimas.
-El esta en peligro de morir y bueno desea mirarlos a ambos antes de que eso suceda.
Así que eso era el fondo de todo esto, ellos estaban arrepentidos y Camila no lo sabía ella seguía viviendo con la idea de que la desconocían pero ya no era así. -Lo comprendo, le daré su número de teléfono pero por favor jamás le diga que yo se lo di...es lo único que puedo darle sin meterme yo en problemas puede empezar por eso y quizás acordar una cita, yo pienso que ella no se negará.
La mujer asintió aún limpiado sus lágrimas y con una sonrisa triste.
-Muchas gracias, lo siento por meterla en todo esto pero no podía dejar pasar una oportunidad de conocerlo el es encantador. Dijo mirando la charla entre Sofía y su nieto.
-Debemos irnos. Le dije finalmente. Entre lágrima y promesas Ki se despidió de las dos mujeres quienes convencieron al pequeño de no decir nada a su madre.
Ya en el auto Ki brincaba contento mientras me ayudaba a meter las compras al auto. Cuando lo senté y coloque su cinturón de seguridad quise hablar con el.
-Ki lo de hoy no debe...
-Lo se Lauren, mi abuela me ha dicho que ella hizo algo malo y que mamá está algo enojada por eso ella no debe enterarse...además me prometió buscarnos pronto.
Yo asentí y le di un beso en la mejilla.
-Bien entonces debemos ir por tu mamá.
Camila caminaba al auto algo alegre, normalmente tenía una cara de cansancio pero esta vez era diferente. Mire por el retrovisor como Ki la miraba, ahora guardaba un secreto realmente bueno o al menos eso creía el.
Cuando finalmente entró se giró para saludar a Ki.
-Hola corazón te extrañe mucho. Dijo y acarició su mano dándole un beso.
-Hola mamá...Lauren me llevo al súper.
Cuando dijo eso la tensión de mis manos en el volante creció, rogaba por que no mencionara algo sospechoso. Cuando no dijo más por fin pude mirar a Camila a los ojos.
-Hola Lauren. Dijo tímida.
-Hola. Le sonreí y me acerqué a su cara para besar su mejilla.
Ambas soltamos un suspiro.
-¿Como te fue hoy cariño? La conversación entre madre e hijo fluyo durante el viaje de regreso a casa, entre momentos sentía la mirada de Camila a mi lado lo cual me hacía sonreír. Llegamos y les ayude a bajar sus cosas. Cuando quise entrar a despedirme Camila me llevo hacia el patio trasero al mirar que Ki iba a su habitación.
Sin mencionar palabra alguna ella se lanzó a mis brazos y me beso.
El beso se prolongó de la forma más exquisita, sus besos eran tan dulces que me parecían adictivos y jamás me cansaba de tocarlo.
-Dios Camila. Dije cuando se separó por unos segundos a respirar. -Espe..Ella no me dejaba hablar. -Cam...
-Mmmm...Soltó un gemido lo cual me hizo abrir los ojos de golpe para mirarla, se alejó de mi tan avergonzada que llegó a darme la espalda.
-Yo no se que decir. Dijo en voz baja y sin girar para verme.
Sonreí como una tonta y despacio la rodeé por la espalda recargando mis barbilla en su hombro cuando mis manos se cerraron en su cintura no dudo en entrelazar sus manos.
-Eso a sido lo más encantador que he escuchado. Dije sincera, ella me ponía de una manera increíble que escucharla gemir sólo aumentaban mis fantasías.
-Es sólo que te extrañe.
-Yo igual, a mi me encanta que me beses ¿Ok?
La gire para mirarla a los ojos y al instante ella me sonrió.
-Te tengo una noticia, yo hablé con Amy sobre nosotras y bueno...esta algo...me refiero a que ella puede cuidar a Ki para lo de la cita.
Que se pusiera nerviosa sólo la hacia verse más encantadora.
-¿Mañana es un buen día entonces?
Era viernes y la verdad era que ya no quería prolongar más el tiempo sin saber que era mi chica.
-Me parece bien, es mejor que entremos.
Cuando comenzó a caminar y se fijó que yo no lo hacía me miro divertida.
-¿Que ocurre?
-Un último beso. Ella levanto las cejas pero sin dudar camino hacia mi sitio para besarme, rozó levemente mis labios y yo terminé siguiéndolo como hace un rato, los adore todo lo posible, profundice en el momento indicado para obtener de ella un nuevo gemido, esto se estaba poniendo bastante bien pero una voz desde dentro de la casa nos hizo separarnos.
-Tengo hambre mamá. Dijo el pequeño cuando al fin entramos. Yo me despedí de ambos y cuando Camila me acompañó a la puerta no perdí el tiempo robándole un beso para luego salir.
-Te veo en un rato castaña. Le susurré en el oído.
Terminaría volviendo para dormir con ella.

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