LAUREN
Los asientos del avión me parecieron demasiado comodos así que en cuanto me senté termine dormida.
El hombro de Camila era tan comodo y reconfortante y tener ese aroma de esencia durante el viaje fue de gran ayuda para relajarme.
-¿Cami?
-¿Hmmm? Mi novia estaba adormilada
-Lo siento, ¿Estabas dormida?
-No, solo cerré los ojos por un instante.
Me reí.
-Quiero besarte. Pedí, fue el turno de ella para reír.
-Pues házlo.
Levanté mi cabeza de su cuello e intenté mirarla fijamente.
Su mano se colocó en mi mejilla, en ese momento mirandonos de aquella forma parecía que nada importaba, solo ella y yo. Por instinto sonreí. Me acerqué a ella hasta rozar muestra nariz con un toque suave.
Ella cerró sus ojos incitandome a besarla. Con un movimiento lento rocé nuestros labios, solo un poco y sentí su hermosa sonrisa en ellos. A tientas busqué su cintura para acercarla a mi. Mantener los labios en ella era demasiado, así que para segundos después ya tenía mi mano atrás de su cuello besándola con pasión.
-Lau. Su respiración era cansada.
No podía detenerme, le dí un pequeño beso en la mejilla.
-Dios, estamos en un avión. Dijo en voz baja y mirando hacia todos lados, buscando si alguien no estaba espiando.
-Yo te avisé que quería besarte.
Me encogí de hombros.
Nuestras manos estaban entrelazadas en su regazo y con ternura acaricié su piel.
-Lo siento por hace rato, venir sin ti habría sido un error.
Sus palabras me hicieron sentir esas mismas ganas incontenibles de besarla. Pero tenía razón, el avión junto a otras personas no era un buen lugar.
Suspiré y besé toda su cara, ella comenzó a reír divertida.
-No digas eso, entiendo tu punto yo me sentí igual con solo pensarlo, no quiero estar lejos de ti amor, me haces falta para respirar.
Se lanzó a mis labios con algo de desesperación y me besó de forma intensa.
-Te amo. Me besó. -Te amo. Me besó de nuevo. -Te amo. La tomé de su espalda buscando sentarla sobre mi o hacer algo para sentirla mucho más cerca pero fui tan torpe con el movimiento que Camila casi terminó cayendo.
Ahogó su risa en mi cuello después de recuperarse del susto.
-No te rías de mi. Le dije molesta. Sin embargo ella reía sin poder contener.
-¿Porque haces tan obvio tu desesperación?
Intentaba detener su burla.
Negué para luego soltarla y fingir que estaba realmente molesta, miré por la ventanilla del avión mirando las nubes.CAMILA
Una vez superé al asunto tan gracioso, intenté animarla un poco y recuperar su cariño.
-¿Tu no me amas? Pregunté con pena.
Su cuerpo se tensó hasta darse la vuelta y mirarme.
-Claro que te amo Camila, jamás lo dudes.
-Vale, entonces deja esa cara de pocos amigos.
Con mi mano intenté componer la línea entre sus cejas, se formaba cuando algo le molestaba. Sobre los asientos de atrás escuché un suspiro, mis ojos buscaron a la persona. Cuando lo encontré era una chica adolescente me regaló una sonrisa, posiblemente estaba escuchando toda nuestra conversación.
Sentí que mi cara se ponía roja y me senté un poco más bajo.
Lauren me miró confundida.
-Debemos ser silenciosas. Susurré.
Se acercó a mi para besarme pero la detuve con mis dedos cubrí sus labios.
-Y discretas. Completé.
Hizo una mueca de molestia.
-¿Ya dejaste de amarme de nuevo?
-No, te amo Cami.
Besó el dorso de mis manos.
Horas después, moví su hombro y besé su mejilla para despertarla, estabamos por descender y finalmente estar en casa.
Mi padre estaba esperandonos en alguna parte del aeropuerto.
-Venga Lau, ya vamos a llegar.
Intentó tallar sus ojos con las manos pero intervine a tiempo. -Hey, no lo hagas. Como una pequeña niña asintió.
Después de recoger nuestro equipaje salimos a la primera sala, aún era de madruga y el sitio estaba un poco vacio. Mi padre nos sonrió desde un extremo.
A cortos pasos llegamos hasta el, donde me dió un beso en la frente y abrazó de forma torpe a Lauren.
-Señor.
-Alejandro. Le corrigió, hace semanas que no se miraban y mi padre había sido testigo de mi humor cuando estuve sin ella, agradecí cuando el respondió de forma amable y olvidó por completo que me hizo sufrir por días.
Lauren sonrió de forma tímida. -¿Como te sientes Lauren?
Recargué mi cabeza en el hombro de Lauren.
-Mucho mejor ahora. Mi padre asintió.
-Bueno, las llevaré a casa para que descansen un poco.
-¿Donde esta Ki? Lauren preguntó apenas dimos algunos pasos.
-Esta en la casa, estaba preocupado por que no fuiste por el hija.
-Dios, debe estar muy molesto pero con la sorpresa que le tengo se le quitará.
Sonreí a Lauren. Claro que Kilian se pondrían feliz al verla, después de semanas de extrañarla.
Una vez estuvimos en casa, aventé la maleta al piso y con cuidado nos guíe hacia la habitación. Mi padre nos ayudó a entrar y luego se fue a casa prometiendo traer a Kilian por la mañana, incluso antes de ir al colegio.
Un suspiro largo salió de Lauren.
-Por fin estoy en casa. Dijo muy entusiasmada. -Extrañe tanto estar aqui, junto a ti amor y muero por ver a Ki.
Con un poco de ayuda le quite su ropa de viaje y yo hice lo mismo con la mía, entramos a la cama ya en pijama. Sus brazos me rodearon al instante.
-Descansa un poco Cami.
Un besó fue colocado en mi frente.
-Hmmm.
Cuando sentí su respiración pesada sobre mi espalda me giré para mirarla. Tenía una mueca tan tierna y sus labios estaban entreabiertos, dejando salir un sonido gracioso, la miré por casi una hora dormir hasta que no aguante más y caí en un sueño profundo.
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Lo que no se ve
FanfictionOcho años después de conocerla la ve por primera vez. Lauren es una chica invidente que no tiene la oportunidad de conocer el mundo, entre la poca comprensión de su familia y su problema, ella recibe cariño de una amiga, su vecina. El día menos esp...