Lo que no se ve

69 😏

CAMILA
-¿Qué haces aquí mamá? ¿Hiciste noche de peliculas y no me invitaste?
Traté de sonreir divertida pero al momento miré el reloj en la pared.

-Dios mio Ki es muy tarde.
Me levanté apresurada tratando de hacer todo a la vez.

-Mamá tranquila, estoy vestido y comí un poco de cereal...am solo debes llevarme al colegio.
Lo miré y vi su uniforme correctamente colocado, su cabello arreglado y su sonrisa por las mañanas.

-Dios, lo siento cariño, no podía dormir y me quedé aquí sin darme cuenta...en cinco salimos.
Le dije mientrás iba a arreglarme un poco para llevarlo.
Mientrás tomaba las llaves miré por la ventana del lado de la puerta como Lauren se acercaba. Es Lauren. ¿Lauren? ¿Qué quería? Estaba enfadada con ella no podía hablarle, lo de ayer había sido la total decepción.
El timbre sonó. Ki me miró extraño desde la cocina donde tomaba un vaso de agua. Me encogí de hombros y abrí la puerta.

-Hola. Saludó sonriente desde la puerta.
Solo la miré por unos segundos y agaché la mirada no quería verla cerca ¿Porqué no lo entendia?

-Perdón que venga temprano igual supusé que ya estaban despiertos...el cartero lanzó esto hacia mi puerta por equivocación y quisé traerlo.
Me encogí de brazos.

-Gracias vecina. Le dí una sonrisa falsa y llamé a Ki con la mirada para salir.

-Hola Lauren buenos días. Dijo Ki al verla y darle un abrazo, no quería que se acercara a el tampoco. También notaba que mi hijo era mucho más educado que yo. -Salimos al colegio ¿Quiéres venir?
Ella negó de inmediato y le dijo que tenía cosas que hacer, cerré la puerta y tomé a Ki de la mano para subirlo al auto, pasé al lado de Lauren sin mirarla y me invadió su aroma fresco, su cabello estaba húmedo y su ropa negra me insitaba a mirarla, pero me negaba, me sentía traicionada.

-Vale, los veo luego. Dijó y Ki se despidió con una sonrisa.
Regresé a casa más tarde con las compras de la semana y cociné algo con un poco de música, como me gustaba. El timbre del teléfono me obligó a bajar el volumen.
-¿Hola? Saludé a la persona en la otra línea.

-Cami que bueno que contestas, te tengo una buena. Dijo la voz tosca de Chris del otro lado, otro idiota más.

-Ya deja los chistes ¿Quiéres?

-Vale. Aclaró su garganta y rió.

-Pasaré por Kilian este fin de semana, tengo algo planeado para él.
No iba a llevarse a mi hijo después de negarse a verlo por casi un mes, si creía que seria tan fácil no me conocía.

-El no irá contigo nunca más Chris.
Le dijé claro para que lo entendiera.

-¿Qué? Tu no puede estar hablando en serio.

-Lo que va en serio es que no lo has visto por casi un mes y el no se a acordado de ti, lo decidí hace días, tu no lo verás más solo lo dañas con tu actitud inmadura, se acabó no quiero que llames más a la casa.
Colgué el teléfono con demasiada fuerza y suspiré alto, estaba hecho, no quería a alguien así cerca de mi hijo, además el mismo Kilian estaba seguro de que su padre huía de el, no quería que se sintiera humillado, no más.
30 minutos después alguien golpeaba la puerta con insistencia, no me dió tiempo a abrir cuando Chris entró sin permiso y mirandome enfurecido.

-¿Ahora te crees con el derecho de alejarme de mi hijo?
Me gritó tomandome de los brazos, su actitud me asustó lo suficiente.

-Sueltame Chris, tu más que nadie sabe que ese niño no merecé un padre tan superficial como tú. Logré safarme y clavarle mi pulgar en el pecho, me intimidaba en ocasiones por su altura pero ahora no lo haría, no cuando se trataba de Ki.

-Si hubiera sido por mi ahora estaríamos como una familia, es tu culpa que estemos lejos, tu fuiste quien no me aceptaste de vuelta ¿Ya no lo recuerdas?
Solté una carcajada sarcástica, no creía que fuera yo quien hablaba de esas forma, pero lo que provocaba en mi Chris era molestia.

-¿Para qué nos querías? ¿Para engañarme con la primera que se te cruzará? ¿Para irte como siempre lo hacias Chris? Jamás me tendrás contigo. Le dije y lo empujé por que cada vez se acercaba más a mi.
Lo siguiente que sentí, jamás lo imagine. Tomó mi brazo jaloneandomé hasta el sofá me aventó para colocarsé encima de mi. Mi valentía terminó cuando no podía quitarmeló de encima, el era más fuerte que yo.