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CAMILA
Flashback
Mi cama parecía el cielo después de un día tan agotador, el trabajo se acumuló una semana así que tuve que reponer algunas horas no por obligación sino por mantener algún tipo de orden, Amy parecía algo frustrada por la cantidad de actividades que debió cubrir por mi.
Así que la ayudé por los últimos días para compensar el tiempo que estuve fuera.
La llamada de Lauren por la tarde me había tentado demasiado, tanto que decidí regresar de la casa de mis padres un poco más temprano. Kilian estaba dormido ahora después de comer tanto pastel y dulces me parecía imposible que se durmiera.
Respiré hondo antes de acurrucarme un poco, se suponía que Lau me llamaría a esta hora y tenía unos minutos de retraso. Como si fuera algo mágico el sonido del teléfono resonó en la habitación y con algo de inquietud lo tomé para contestar al momento.
-Hola. Saludé tímida. Ella rió al otro lado de la línea.
-Hola hermosa ¿Como estuvo la fiesta?
-Fue algo muy familiar Lau, no fue una súper fiesta con alcohol, sexo y drogas, solo mis padres, algunos amigos de la familiar y Ki y yo.
Dije sin querer extender más esa parte de la conversación, quería escuchar su voz todo lo posible.
-Me gusta, así no tengo que preocuparme por que tomes demás.
Yo reí, no bebía nunca aunque Lauren llegará a pedirme que lo hiciera, el alcohol y yo no estábamos hechos el uno para el otro.
-No tomo.
-Lo se mi amor, me encanta que seas tan responsable en cambio yo soy un desastre.
-Aun así te amo. Le dije con voz tierna.
Un suspiró salió de su boca.
-Por dios, cuando haces eso me pone demasiado.
Me quedé muda, no entendía como tenía una increíble capacidad de provocarme con solo una frase.
-Lau...
-Shhh esto es bastante serio Cami. Dijo con una voz tentadora que me hizo imaginar cosas increíbles como algo que me dijera en el oído ahora mismo. -¿Que llevás puesto?
Su pregunta me sacó de órbita.
-Pues mi pijama.
-Yo estoy en ropa interior.
Mis mejillas tal vez se ruborizaron aunque nadie lo viera me sentí realmente expuesta. -Venga quítate la ropa. Pidió.
Me quedé sin poder moverme o decir algo, los latidos de mi corazón resonaban en mis oídos. Su voz sensual me hacían sudar y desear tenerla junto a mi.
-Lau...
-Quítate la ropa Camila. Esta vez lo dijo con autoridad.
Minutos después como si fuera un mando a distancia me quedé en solo ropa interior.
-¿De que color es?
-¿Eh? No comprendí al instante o tal vez estaba nerviosa, por que entendía que deseaba, lo que planeaba.
-¿Tu braga mi amor?
-Es negra. Contesté distraída.
-Ufff me encanta como se te ve, la mía es blanca y esta muy húmeda.
Mis ojos se abrieron de golpe. -Hagamos algo, tu debes hacer lo que yo te diga sin cortar la llamada, será increíble te lo prometo hermosa.
Asentí, luego dije bajo un si llenó de inseguridad.
-Me encanta tu piel, como huele y como se siente bajo mi tacto, toca tu piel Camila como si fuera yo quien te acaricia, cierra tus ojos. Con mi mano derecha libre, me toqué el cuello, dando un leve roze, luego de eso continúe por entre mis pechos.
-¿Donde te estás tocando? Preguntó Lauren.
-En medio de mis pechos. Contesté, un gemido salió de sus labios, un gemido excitante.
-Bien continúa, llega a tu pecho, rodeado y aprieta tu pezón, soy yo Camila, estoy lamiendo y tocando tu pecho, luego continúa con el otro.
Mi mano vago por los dos sin detenerme, apreté cuanto pude y cerrando los ojos comencé a sentir que era realmente Lauren quién me tocaba.
Con decisión bajé mi mano, ahora con mi dedo índice toqué mi ombligo, imaginando que era Lauren quien lo tocaba y besaba. Su aliento me hacía estremecer, soplaba y succionaba mi piel. Gemí al imaginarme eso.
-Dios, eso es bebé, llega a tus piernas, tocalas, siente como puedo apretar tu piel.
Toqué mis piernas hasta sentir una necesidad inmensa de tocar la parte más sensible de mi cuerpo.
-Me encanta besar entre tus muslos, besar y lamer tu ombligo.
-mmmhhh. Solté. Mi respiración comenzó a acelerarse junto con las ganas de gemir más fuerte, Lauren lograba excitarme tanto.
-Yo ya me salté esos pasos, estoy tocándome, estoy tocando tu cuerpo también, quiero que gimas mis labios.
Sin poder controlarlo, gemí alto y posicione mi mano entre mis piernas.
-¿Te gusta? Preguntó.
-Me encanta. Dije como pude. -Debes continuar, quiero que me beses, en mis labios, quiero que llegues hasta abajo y lamas hasta cansarte.
Mi discurso fue estimulante para ambas, lo noté por que gruñó bajo.
-¿Donde te beso? Preguntó
-Mi clitoris. Solté sin pensar, en realidad ya no pensaba más que en poder alcanzar la cima, poder escuchar el gritó de Lauren al otro lado del teléfono.
-Lo estoy tocando con mis dedos, estas tan húmeda, lista para mi, lista para que entre en ti.
Aprisioné mi labio inferior entre mis dientes.
Mis dedos tocaban mi clitoris con insistencia, perdida imaginé como era ella quién me tocaba, con su tacto tibio, su piel suave y un beso apasionado en mis labios.
-Tu entrada se esta derritiendo. Repitió un par de veces. -Voy a entrar. Declaró.
Mis dedos de inmediato entraron en mi, no recordaba haberme sentido así nunca, me había tocado, masturbado y tal vez tener fantasías con alguien, en mi adolescencia, pero ahora era diferente.
Mi cuerpo estaba receptivo y tenía ganas de ser tocado por Lauren.
Mis dedos comenzaron a moverse con un ritmo acelerado y fuerte.
Lauren gimió de nuevo.
-¿Tus dedos?
Pregunté sorprendiendola.
-Si, estas dentro de mi.
Mis dedos como si fuera posible aumentaron la frecuencia y se movieron de una forma realmente estimulante. Tanto que a Lauren le encantó lo que decía al teléfono.
-Me encanta sentirte Lauren, que me penetres y te muevas así.
Dije cegada por la pasión e intensidad del momento.
-Eres mía, por ese eres receptiva, me encanta tocarte así, ponte en cuatro, necesito verte así.
Me moví rápidamente a esa posición y metí de nuevo mi dedos, agaché mi cuerpo hasta la cama.
-Ya, me encantas así.
Los gemidos de ambas se escucharon.
Cuando ya no resistí más me deje llevar, un gritó de Lauren se escuchó. Ella también había llegado.
Mis dedos se sintieron aún más húmedos y aprisionados.
-Lauren. Grité al alcanzar un hermoso orgasmo, miré el cielo literalmente y pude imaginar la cara de satisfacción de mi novia. Minutos después de compartir palabras de amor entre susurrós abrí los ojos. No sabía como describir lo que habíamos hecho.
-Wow, estuvo Increíble. Dijo controlando su respiración. -Te extraño Cami.
-Yo también. Dije como pude.
Acomodé un poco mi ropa interior y me limpié con algunas toallitas que siempre tenía en la mesa de noche.
-Estoy sobre el sofá y estuve a punto de caerme en tres ocasiones. Rió por sus palabras.
-Yo entre las sábanas enredada. Confesé, no sabía en que momento había hecho todo ese desastre sobre la cama.
-Te dije que no te quejarías de ésta llamada.
Reí como tonta y tratando de tomar más aire para reponerme.
-Tenías razón a sido la más hermosa llamada que he tenido.
-Te amo hermosa y deseo tocarte, cuando estés aquí no te salvas.
Declaró, yo reí nerviosa y le mandé un beso por el teléfono.
-Te amo y también quiero que me toques.
La llamada termino después de un incomodo, cuelga tú departe de ambas, no estaba planeado pero sin duda fue la parte más divertida.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora