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CAMILA
-Estoy aqui. Dijo Aiden al atravesar la entrada. Cerré la puerta con cuidado evitando provocar algún sonido alto y que mi hijo se despertara.
-Por favor, vamos a la cocina Ki se acaba de dormir.
El me siguió en silencio hasta que ambos nos sentamos junto a la barra.
-Dios, te ves terrible.
-Lo sé. Le dije sirviendo dos tazas de café, una la coloque frente a él, sabía que le encantaba beber todo el café posible y mucho más para la cena.
-¿Que ocurre Camila?
Su voz salió en tono serio, bebió un poco de su taza y finalmente la dejó en la barra para luego tomar mis manos, el sabía que funcionaba para tranquilizarme.
-Ahora Ki y yo salimos al parque.
-Vaya que buena nueva. Dijo sonriendo.
-No Aiden, no solo fuimos los dos, en realidad nos acompañó mi madre.
En cuanto lo dije sus ojos se abrieron aparentando salirse de su órbita. Apretó su agarre en mis manos.
-¿Tu mamá? Yo asentí. -¿Tu madre? ¿La que te abandonó? Preguntó tratando de asegurarse que no había enloquecido, Aiden sabía que algo más ocurría, me miró por un rato esperando a que yo le contara más, incluso desde mi llamada para pedirle que viniera para platicar solamente ya se había dado cuenta de que me sucedía algo.
-La misma.
-Vaya. Sólo exclamó y decidió soltarme para beber un poco más café. -¿Como te fue?
-Mal. Dije sin pensarlo nada.
-¿Porque? ¿Ella te ofendió o a Ki?
-No, en realidad se mostró más amable que nunca, ella trato de disculparse por haberme sacado de casa hace años, ahora es buena amiga de Kilian.
-¿Kilian también sufre como tú? ¿Cual es realmente el problema?
-No, me está confundiendo su actitud apenas y lo creo. Dije en voz débil, terminando de soltar las palabras no pude evitar ponerme a llorar, entre sollozos mi amigo me atrapó en un abrazo. Recargue mi cabeza en su hombro y me sostuvo por un tiempo, lloré todo lo que había evitado llorar en semanas, entre la situación con Chris, mi madre y que Lauren se fuera por mí culpa no podía más, llevaba semanas haciéndome fuerte para Ki, para que el no me viera decaída y triste. Aiden acarició mi espalda por un buen rato hasta que pude tranquilizarme, mientras limpiaba mis mejillas pensé en quien realmente deseaba abrazar, que me diera un abrazo de los que me reconfortaban, quería que Lauren estuviera aquí diciéndome que todo estaría bien, dándome un consejo sobre la situación.
-Hey, es bueno llorar amiga. Dijo mientras yo me separaba y evitaba mirarlo a los ojos.
-Esta todo mal. Declaré.
-No, si todo lo miras así quizás si, pero debes tranquilizarte Camila.
Asentí y seguí limpiando mis lágrimas que no paraban de salir.
-Es que no quiero sentirme así.
-¿Como? Me pregunto mientras bebía más café.
-Asi de vulnerable, como cuando era adolescente, no quiero y el simple hecho de que mi madre ahora quiera entrar en mi vida me hace sentir así.
-¿A que le temes?
-No lo sé, es como el miedo a fallar de nuevo a que ella me haga sufrir, sentir rechazada.
-No ocurrirá, cariño es que tu madre se acercó ahora por que por fin pudo hacerlo, tal vez sea bueno darle una oportunidad, de que conozca a su nieto y te conozca a ti.
-No puedo.
-Si puedes, lo hace por que si no pudieras o quisieras jamás habrías aceptado que tu mamá conociera al pequeño.
Mis manos como siempre terminaban sobre mi cara, no quería llorar más menos frente a Aiden. Pude por fin dejar de llorar. Respiré profundo.
-Te daré un consejo Camila, has lo que Ki hace el siempre le da la oportunidad de conocerlo a las personas, les ayuda y les brinda una sonrisa enorme, el es exactamente tu reflejo es igual que tu, tu eres así, sólo que con las pruebas que te ha puesto la vida has aprendido a protegerte a evitar ser así, el problema es que te proteges de todo y eso te hace guardar todo lo que sientes y temes que al salir esos sentimientos sufrirás como hace años, no es así, no siempre...Camila deja que tu madre se disculpe contigo, aceptala de nuevo y perdona exactamente ese momento malo de tu vida, por Dios todos cometemos errores y pedimos perdón, tu debes pedir y perdonar también, házlo por ti y por tu hijo.
Me miró fijamente a los ojos y yo me lance de nuevo a sus brazos, mientras sollozaba el de nuevo acarició mi cabello y me dijo palabras reconfortantes.
-Lo haré. Le dije por fin. Una vez hablado más sobre el tema me sentía mucho mejor, necesitaba que alguien me aconsejará y Aiden era mi amigo ideal, me ayudó un poco con los deberes en la cocina mientras me contaba como estaban su esposa e hijo, me encantaba verlo tan entusiasmado mientras me decía lo mucho que crecían los niños y tan rápido.
-Asi fue con Kilian creo que creció tan rápido física y mentalmente, actúa mucho más maduro que yo.
Aiden soltó una carcajada.
-Debiste pedirle consejos a el. Sin evitarlo también me reí con el.
-Calla, Ki se despertara.
-Vale, cuídalo mucho Camila y déjalo crecer junto a su familia. Me guiño yo sabía perfectamente a lo que se refería, necesitaba dejarlo acercarse a mis padres, que creciera en un ambiente mucho más familiar, el necesitaba más cariño de otras personas. Eso lo comprendía totalmente el problema era yo, no podría abrirme a la idea de que ellos estuviera cerca de mi sin evitar sentirme herida.
-Aiden ¿Conoces el número de algún psicólogo?
Le dije, el término de poner los platos en la alacena y me miró con una sonrisa.
-Tal vez pueda conseguirlo, el de una buena, te ayudará mucho me da tanta gusto que quieras ayudarte a ti misma, todo irá bien.
Yo asentí más tranquila.
-Debo irme cariño, pero si tienes algún problema no dudes en llamarme, si es sobre tus padres o Chris, mucho más con el.
-Si. Le dije bajando la mirada, ni quería que se diera cuenta de que tal nerviosa me ponía por hablar del padre de Ki, era una molestia grande para mi vida.
-¿Que ocurre con el?
-Nada en especial, sólo viene de vez en cuando poniéndome incomoda todo el tiempo, me siento mal por sentir esto pero...Necesitaba decirle algo al respecto. -Chris me insistió en lo de casarnos y llevarnos con el, yo me negué y eso solo lo pone mucho más enfadada, temo que intente hacer cualquier tontería y más por Ki, no sabes cuánto deseo que se aleje de nuestras vidas, que se vaya lejos y no regrese, pero al mismo tiempo me siento culpable por mi hijo, el tiene derecho a tenerlo a su lado.
-Camila ambos sabemos que Ki también lo detesta a veces y tampoco es que le haga mucha falta, el niño está acostumbrado a tenerlo por momentos.
-Ya lo sé, pero no se como hacerlo que se vaya sin lastimar a Ki, si le exigo que se aleje seguro va a querer luchar por Kilian, querrá quitarmelo como hace un mes.
El negó con la cabeza y camino hacia la salida.
-Pero eso fue por que vio a Lauren cerca tuyo, sólo por eso, por que en lo poco que he conocido de él Chris es un tipo que se niega a dejar de tener, te quiere a ti, a Ki pero también quiere a otras mujeres y quiere una vida de ensueño, jamás podrá tener todo eso al mismo tiempo y tarde o temprano perderá algo, deja que se le pase y te aseguró que desaparecerá sólo, así siempre lo hace.
Suspiré cansada, deseaba que lo hiciera pronto y está vez se diera cuenta que Ki y yo ya no formabamos parte de su irresponsable forma de vivir.
-Eso espero Aiden, espero que sea pronto.
Cuando estuvo listo para partir y abrí la puerta de detuvo.
-¿Que hay sobre Lauren?
Recargue mi cabeza en el muro de la entrada.
-No hemos hablado desde hace días y la verdad es que dudo que lo hagamos pronto, está enojada conmigo, con razones suficientes he sido una tonta la alejé por que por un momento tuve miedo de perder a Ki y bueno me di cuenta tarde de que esa amenaza de Chris era sólo para alejarme de ella y ganar de nuevo su espacio, lo que no entiende es que conmigo ya no tiene oportunidad no por Lauren sino por que jamás la tuvo, ni cuando éramos adolescentes.
Aiden apoyo su mano sobre mi hombro. El había sido el primero en enterarse de la situación con Lauren, de que comenzamos a salir y de que yo la alejé por idiota, de que se había ido a Vancouver.
-Va a regresar pronto, yo se lo que te digo, está enojada pero no lo suficiente como para olvidar que te ama.
¿Me ama? Pensé. No tenía idea si aún lo hacia, no después de que la dañe y la alejé de la manera más cruel.
Al día siguiente decidí conseguir el número de Sofía necesitaba decirle que quería que Ki los acompañara por un rato en la tarde, aunque Aiden me lo había aconsejado ayer, Kilian término por convencerme, desde que lo había dejado en el colegio había estado enfadado, ni siquiera me dió el beso en la mejilla habitual antes de bajar del auto y caminar a sus clases. Así que ahora para comentarlo y evitar que me odiara el resto de mi vida decidí darle un oportunidad a mi madre.
También había hecho una cita con la psicóloga que Aiden me había recomendado, necesitaba ayuda profesional para ayudarme con mi cabeza y mi sentir acerca del pasado, quería perdonar todo lo que me hacía daño, así que para el viernes tenía una cita, la primera.
El timbre del teléfono sonó apenas dos tonos y escuché la voz de mi hermana. Amy tenía guardado el número desde que mi hermana había hablado para buscarme e insistir en que me viera con mi madre.
-Hola habla Sofía. Saludo amable.
-Hola hermana.
Casi la imaginaba extendiendo una sonrisa en su cara, se tardó segundos en responder.
-¿Como estas Mila? Preguntó entusiasmada.
-Bien Cariño, espero no interrumpir tu rutina pero necesitaba que me hicieras un favor, supongo que mamá ya te contó todo.
-Lo hizo y en parte te comprendo por actuar así pero no era necesario que fueras tan dura.
Apreté el teléfono con mi mano.
-Sofía por favor quiero que te mantengas al margen de la situación, te quiero demasiado y no deseo que pases por malos ratos ni sufras.
-Ya lo sé yo también te quiero, pero también quiero a mamá y ella sufre con lo que dices y haces, también por que aun no se perdona lo que hizo hace años, Camila yo la miré por años sufriendo por ti no esperes que sólo me quedé a ver cómo se dañan. Dijo con voz debil, como suplicando que les aceptará de nuevo.
-Esta bien, esto realmente la hará ponerse mejor, que lo tomé como una disculpa por mi actitud. Le dije resignada, confiaba en que ella haría las cosas bien.
-¿Que haras? Me pregunto curiosa.
-Ki sale a las 2 hoy del colegio, si puedes pasar por el a esa hora entonces será todo tuyo por la tarde, llévalo a con mamá y dale una sorpresa, el esta muy entusiasmado por conocer su casa y también a mi padre. Dije al final sintiendo un nudo en la garganta.
Los chillidos de felicidad de mi hermana me obligaron a alejar la bocina de mi oído.
-Wow, jamás imaginé que ibas a decir eso claro que podré ir por el.
-Avisaré al colegio y en cuanto a la hora de regreso ¿Te parece bien a las 8?
Ella no habló por unos momentos.
-Mila no creo poder ir a llevarlo, tengo clases ¿Lo recuerdas? Tarea y esas cosas.
Abrí los ojos, ella esperaba o trataba de hacerme ir a la casa de mis padres.
-Sofía yo no puedo ir por el y si no cumples con esos requisitos entonces podemos olvidarnos de la visita.
-Hey no espera, claro que puedes, sabes donde es la casa y ellos no te van a correr, irás por el, es un hecho.
Dijo sin dejarme hablar. -Debo colgar.
-Siempre debes hacerlo. Le recordé giré los ojos.
-Hasta la tarde hermana te mandaré un mensaje cuando Ki este conmigo, confía en mí yo lo cuidaré y se divertira mucho. Dijo finalmente y colgó sin permitirme despedirla.
En cuanto colgué el teléfono me di cuenta de la que estaba haciendo, no estaba segura de poder ir a la casa, me provocaba miedo y enfado sobre todo, sobre todo no quería ver a mi padre, no aún.
Suspiré y Amy me miró desde su asiento como siempre.
-¿Estas...
-Estoy bien. Le dije y sonreí para convencerla, obviamente no lo estaba.

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