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LAUREN
-Entonces ¿Las cosas marcharon bien?
-Eso creo ella acepto salir conmigo solo que ahora no se a donde llevarla.
-¿Llevaran al crío? Dijo Marcus del otro lado de la línea, en ese momento yo adopte una mejor posición en el sofá, la conversación seria larga.
-No es ningún crío y se llama Kilian, deja esas risitas esto es serio.
-Muy bien dejare de fastidiarte ¿Y bien lo llevaran o no?
-Yo...la he invitado a ella solamente, no es que no quiera llevarlo solo que yo buscaba un momento a solas.
-Oh esto se pondrá dificil.
-¿Crees que piense en que yo contemple a Ki en el plan?
-No lo se debiste aclarar el punto.
El timbre de la casa sono y mire el reloj, esperaba a Camila y el niño para comer pero aún era muy temprano.
-Dame un momento ahorita te devuelvo la llamada.
-Como quieras. Dijo y colgué abentando el telefono sobre el sofá. Arregle mi cabello y revise mi atuendo en el espejo de la entrada.
Abrí la puerta sin mirar quien era. Para mi sorpresa el pequeño y su mamá sonreían en la puerta con bolsas a la mano.
-Hola Lauren. Sonrió Camila y me robo el aliento. Ki me abrazo y corrió para dentro de la casa.
-Lo siento, creo que ya tiene demasiada confianza. Dijo ella apenada y enseguida la ayude con lo que tenía en las manos. Permití que caminara delante de mi pero me di cuenta que era un error, los jeans blancos que llevaba acacaban con el poco oxigeno de mis pulmones.
-Ki es bienvenido cuando quiera.
-¿Solo el? Dijo con un puchero demasiado tierno.
-Y tu. Me encogí de hombros buscando problemas divertidos con ella.
-Perfecto. Se dio la vuelta para salir por el pasillo que llevaba a la sala. Antes de que entrará al sitio la tomé pegandola a mi.
-Me encanta como te enojas. Ella enrojecio pero al momento se mordio el labio.
-Pues a mi no me gusta enojarme asi que sueltame. Dijo tratando de parecer seria.
-No, primero te beso.
Sin dudar toque sus labios con los mios, sin detenerme la sostuve contra a mi todo el tiempo que pude hasta que ella se retiró para respirar.

CAMILA
No tenía sentido mi trabajo si no dejaba de pensar en la chica de ojos verdes, mientrás permanecía sentada en la sala de juntas y mi jefe explicaba un informe, mi cabeza solo tenía espacio para ella.
Moví mi cabeza con el fin de dejar de pensarla pero parecía imposible, en cuanto termino y envie algunos ultimos correos tomé mis cosas desesperada y le hablé a Ki desde su lugar para irnos.
Mientrás conduje me debatí entre hablarle a Lauren que llegaría antes o darle una pequeña sorpresa, luego recorde que debía hacer unas compras para preparar la comida.
Al llegar moría de ganas por lanzarme a sus brazos y besarla pero recordaba constantemente que mi hijo no podía presenciar tal hecho, me sentía como una adolescente y era incorrecto que el me viera actuando de esa manera.
-¿A dondé vas Ki? Le pregunté cuando lo vi correr por la acera hacia la casa de a lado.
-Con Lauren. Gritó y yo sonreí el sentía algo similar, también estaba bastante entusiasmado con verla.
Bajé las compras y mirando mi puerta me rendí, caminé hacia la puerta de Lauren donde mi hijo ya había timbrado.
Después de saludarla y superar el beso del pasillo ambas nos pusimos a preparar la comida, entre risas por que Lauren era algo torpe para cocinar.
-¿Y cuándo vas a ir por mi a la escuela Lolo?
Comencé a toser incomoda, no podía creer que Ki le preguntara, es decir, ni siquiera era un hecho Lauren aún no recibía el auto y yo todavía no aceptaba la proposición.
Sentí como una mano golpeaba mi espalda tomé un poco de agua y miré la cara divertida de Lauren al otro lado del comedor.
-Cuando tenga el auto Ki. Contestó con naturalidad.
-Ki ¿Cómo es que sabes eso? Le pregunté con voz debil.
-Lolo me lo dijo primero. No me sorprendio mucho, ellos solían confiarse demasiadas cosas y hasta me obligaban a pensar que tenían planes a mis espaldas.
Cuando miré de nuevo hacia Lauren ella me guiño.
-Iré al baño. Saltó Kilian de su silla y nos dejo solas.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora