Lo que no se ve

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CAMILA
Pasar el tiempo con Lauren era como vivir en una pequeña burbuja, nadie hablaba pero sentía que al menos estaba a mi lado, después del recorrido por su casa y terminar sentadas en el jardín comprendí que la idea de que pasará vacaciones junto a lo que sería mi nueva casa, no era una mala idea, me comenzaba a gustar.
Desviaba la mirada cada que podía y cuando ella se distraía la volvía a mirar, suspiraba por ella y sonreía cuando ella lo hacía, todo eso me asustaba, me enfadaba también por que aún no olvidaba que estaba con alguien, algo que no debía molestarme, pero lo hacía.
Aproveché la excusa de ir por Kilian para que se fuera lejos de mi de una vez por todas, para que dejara de confundirme.

-¿Dondé está? Preguntó.

-En casa de Aiden, al otro lado de la ciudad.
Su sonrisa no abandonaba su rostro, ¿Porqué lo hacía todo el tiempo?

-¿Puedo ir contigo?
~¿Qué?~ grité en mi mente.

-Es al otro lado de la ciudad seguro que interfiere en tus actividades.

-Para nada, solo quiero visitar a mis antigüos amigos.
En el afán de deshacerme de ella comencé a crear otra excusa en mi mente pero ella se adelanto.

-Te llevó, saludó a Aiden y luego los traigo de vuelta, anda de verdad que quiero verlo.
Ella sola se había incluido en el plan de escape, solo asentí y tomé mis cosas del lado de la mesa, revisé mi atuendo, jeans, blusa corta y los zapatos altos me ayudaban un poco, no recordaba como había arreglado mi cabello pero podía hacer algo con él en el auto.
Al subir a su auto observé que era rentado, claro, no viajaría desde Vancouver hasta acá.

-¿Y bien platiquemos un poco
de ti? Dijo al detenernos en un semáforo.

-No hay cosas interesantes...no sé.

-Ok, entonces hablemos de Aiden, ya no esta la pastelería en su sitio habitual.

-No el se casó y cambio su negocio cerca a donde vamos ahora.

-¿Dondé trabajas ahora?
Cambiaba de tema radicalmente en cada semáforo y eso llegaba asustarme.

-Deje la cafetería y bueno tomé clases los sabados para terminar la universidad, estoy de asistente para una empresa...si pasamos por ahí te digo donde.
Ella sonrió.

-¿Tu problemas económicos terminaron?
Eso me estaba enfadando, por que era la única que debía hablar de su vida. Toqueteo en el volante mientras esperaba mi respuesta. Solté en bufido.
-Maso menos, estamos mejor ahora.

-¿Y el padre de Kilian, supongo que ahora te ayuda?
~Que te importa~ quisé contestarle, estaba acabando con mi paciencia y todavia faltaban unos 15 minutos para llegar.

-Si.

-Vale, no te enfades. Dijo y quisó colocar su mano sobre mi pierna, algo que obviamente evité. -Lo siento.
Terminó sonriendo y concentrarse sobre en la calle.
Di algunas instrucciones y cuando estabamos apunto de llegar, quisó comenzar otra charla.

-¿Estas con el, verdad?
Si hubiera estado bebiendo algo hubiera expulsado todo, con la sorpresa que habia provocado. ¿Pero que diablos le importaba?

-No es algo que deba interesarte.

-Solo era para saber un poco más de ti, estaba tratando de...
No la dejé terminar.

-Es en esa casa. Le indiqué y al estacionarse bajé del coche. Sentí como apresuro su paso cuando subí los escalones hacia la puerta de la casa de Aiden.

-Camila. Intentó de determe del brazo pero la esquivé, mi humor había empeorado, no entendía que trataba de saber.

-Lauren. Dije deteniendomé y dandolé la cara. -No trates, ¿Ok? Las cosas entre nosotras están como están, tu estas de visita y la amistad de hace años ya no existe, deja de intentar componer algo solo por que ahora estas aquí.

LAUREN
Me dejo sin palabras, solo asentí y me quedé tras de ella mientras una chica sonriente la saludo al otro lado de la puerta, estaba embarazada y Kilian apareció dándole un abrazo a su madre.
Al soltarla notó mi presencia, yo respondí con una sonrisa suave pero de pronto me vi rodeada en la cintura por sus brazos.

-Lauren, estás aquí. Dijo feliz, yo correspondí su abrazo y sonreí a ambas chicas que miraban el encuentro, una con una sonrisa y la otra con, la otra era Camila quien me miraba fijamente dejandomé en claro que estaba enfadada, muy enfadada.