CAMILA
~Lauren, no eres una mala persona, al menos no a propósito, pero no quiero que ilusiones a mi hijo como lo hiciste conmigo, te marchaste antes y se que lo harás de nuevo, no confió en ti por que me rompiste el corazón hace ocho años y también hace un mes~ pensé en todo ese discurso.
Literalmente era una locura contestarle eso. Crucé mis brazos.-No es así, ya te dije el motivo.
-Dime la verdad. Me exigió.
Esperaba que llegara alguien a interrumpir todo esto pero Kilian estaba dirigiendo a los cargadores muy entusiasmado, no vendría en mi auxilio.
Siempre que me quedaba a solas con ella terminabamos discutiendo por algo o todo se ponía tenso.
Solté un suspiro, esta bien le diré una parte de la verdad.-Hace un mes que volvisté, sentí que tratabas saber demasiado de mi, yo...bueno no estoy acostumbrada a eso la única persona que intervenía en mi vida era Judith, tu llegaste tratando de entender situaciones en mi vida que ni yo misma comprendo, cosas sobre Kilian y luego lo de mis padres...no me gusta, son temas que solo hablo conmigo misma, así que no lo hagas más, además llegas, opinas y de la nada decides irte, no eres permanente en nuestras vidas así que te agradecería no acostumbrar a Kilian contigo, solo sufriría más de lo que ya lo hace...solo miralo esta mucho mejor después de lo de Judith pero no esta preparado para perder a alguien más.
Terminé mi discurso y Lauren tenía una expresión algo confusa, se colocó un cabello atrás de la oreja y miró por unos segundos al pequeño que vigilaba como bajaban sus muebles, les guiaba adentro de la casa y salía de nuevo.-Vale lo entiendo, dejaré de molestarlos...hasta mañana.
¿Qué? Ahora no iba a discutirme, me sorprendió lo que hizo y sin más le dijo algo a Ki, algo que no logré escuchar, miré como mi hijo caminaba cabizbajo hacía mi.
Pasó por mi lado sin mirarme y entró a la casa azotando la puerta. Tenía solo 10 años y sentía que ya actuaba como adulto, no podía ni pensar en lo que se me venía encima, era muy tarde, comprendí que ya queria estar cerca de Lauren.LAUREN
Necesitaba una maldita botella de whisky, quería dejar de sentir en mi pecho ese vacío. Estaba tan enojada conmigo misma y con todo el mundo. Todo era mi culpa, siempre había sido una tonta, primero por dejarme llevar por mis padres, luego por el miedo y finalmente por mis intintos, que cada vez me demostraban que lo mio era solo escribir historias con finales felices pero no vivirlas.
No queria creer lo que me estaba ocurriendo, llevaba años sin darme por vencida pero después de sentir ese rechazo de parte de Camila, no me quedaba más. Me mantendre alejada y solo la saludare cuando sea necesario. Además tengo que terminar el libro y concentrarme en la casa, tenía que amueblarla y reparar todo, eso era una buena distracción.
La semana paso muy rápido asi que tenía ya días de encerrarme en casa buscando hoyos en la pared, lavando la alfombra, reconstruyendo puertas y cenando casi todos los días pizza y una botella de cerveza. Todos los días miraba por la ventana como Camila y el pequeño salían en al auto muy temprano y regresaban casi a las 6 de la tarde. Ni siquiera miraban a mi dirección, solo Ki de repente dudaba al entrar en su casa pero finalmente su madre se daba cuenta de lo que quería hacer. Era otro aburrido domingo y hoy me había decidido a arreglar la cerca y darle otro color.
Cuando terminé con el último clavo bloqueando la entrada secreta, escuché que alguien caminaba del otro lado. Me congele por unos instantes sin saber que hacer, no quería pasar un momento incomodo de nuevo pero a la vez me moría por escuchar un reclamo de su parte.-Estas arruinando todo de este lado.
Fue lo que dijo.
Me pusé de puntillas para mirarla.-¿De verdad?
Pregunté seria, mire a sus ojos.-Si, no claves algo más por favor.
Soló dijo y rodé los ojos.
Se fué, era todo lo que iba a decir, ni siquiera que mi corazón latiera así valia la pena.
Sin importar más comencé a pintar esa parte. Su voz algo cercana llamó mi atención, hablaba por telefóno con alguien y se notaba enfadada.
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Lo que no se ve
FanfictionOcho años después de conocerla la ve por primera vez. Lauren es una chica invidente que no tiene la oportunidad de conocer el mundo, entre la poca comprensión de su familia y su problema, ella recibe cariño de una amiga, su vecina. El día menos esp...