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CAMILA
Su respiración chocaba con la mía, ambas nos mirabamos a los ojos pero nadie dijo nada. Ella se debatía entre acercarse o no y eso me hacía gracia, imaginaba tal vez que me retiraría antes de que se unieron nuestros labios pero estaba decidida y ya se lo había pedido. Acaricié la parte posterior de su cuello y la acerqué más a mi, ella respondió con una sonrisa tonta.
Nuestros labios se rozaron igual que nuestra nariz. Yo me incliné más para poder besarla. Cerré mis ojos por instinto, supusé que hizo lo mismo por que sus pestañas chocaron con la piel de mi mejilla. Sus brazos rodearon más por la cintura mi cuerpo y terminó por unir sus labios a los mios, en cuanto pasó sentí solo suavidad, sus tibios y humedos labios chocaron con los míos no se movió, los sustuvó así por un rato, hasta que dejaron de unirse, ella suspiró tan profundo y después sentí su sonrisa sobre mis labios. Tocó de nuevo nuestrás frentes y llevó su mano a mi mejilla. Quería sentir de nuevo sus labios ese beso había sido tan corto pero tan significativo, lo había sentido igual que la primera vez, extrañamente lo recordaba. Tomó mi rostro cuidadosa y
nos dimos un beso esquimal, ella recorrió con su nariz mis mejillas hasta dejar sus labios cerca a los míos de nuevo, ya no esperé y me lancé a besarla, esta vez me aseguré de que se moviera, nuestros labios se movían tan sincronizados que parecían exitir para los otros. Mordí su labio inferior y ella sonrió de nuevo, eso me estaba gustando.
Lauren decidió profundizar el beso, me dí cuenta por qué tomó mis mejillas y presionó más sus labios, la punta de su lengua acarició mi labio inferior por instantes antes de luchar un poco para entrar en mi boca, mis manos se aferraron más a su cuello. Cuándo ingreso un poco a mi boca, abrí los ojos, estabamos en medio del jardín y Ki estaba cerca no era la mejor decisión, aunque también sentía ganas de besarla por horas. Mi mente despertó del sueño y pusé mis manos en sus hombros para empujarla un poco.

-Lau. Traté de decirle que se detuviera. Pero no lo hizo al contrario me apretó mas contra ella y succionó mis labios con fuerza.
-Mmm. Gemí cuando sentí como ingreso rozando nuestras lenguas. Ella se retiró unos momentos para respirar pero volvió a mi.
-Lauren...espera. Pudé decirle ella se retiró para abrir los ojos y mirarme.
-Dios...pensé que habías entendido lo de ir lento. Ella solo soltó una risa de culpabilidad, se encogió de hombros mientrás recorrió mis brazos hasta llegar a mis manos y entrelazarlas con suavidad.

-Lo siento me dejé llevar.

-Me di cuenta. Me reí con ella y le dí un pequeño beso, claro que intentó continuarlo pero como la tomé por sorpresa no alcanzó a sostener mi cara cerca de la suya.

-Quiero besarte siempre...fue igual de increíble como hace 8 años. Al pronunciar esas palabras mi corazón se aceleró aún más, así me había sentido yo. Asentí suspirando y la abracé. Ella colocó un dulce beso en mi hombro.
Cuando paso la emoción del beso me estremecí, recordé que ambas estabamos mojadas por la anterior pelea.

-Creo que deberías irte a bañar. Dijo separandonos y solo mantener nuestras manos entrelazadas.

-Tu igual. Le contesté, mantuvo una de nuestras manos unidas y comenzó a caminar hacia la puerta trasera de la casa.
-Me debo ir y...
-Ven a cenar. No la deje terminar, sin pensar más y queriendo pasar tiempo suficiente con ella se me ocurrió, me miró sorprendida y luego las dos nos regalamos una sonrisa boba.
-Vale. Antes de entrar nos besamos de nuevo, un beso pequeño pero lindo.
La miré caminar hacia la salida del patio y sonreí tanto que sentí dolor en las mejillas. Si hubiera sabido que besarla me haría olvidar mis dudas la habría besado desde que nos vimos de nuevo hace semanas.
Suspiré una y otra vez antes de darme la vuelta y encontrarme el rostro de Ki, parecía estar enfadado.
-Te tardaste. Dijo cruzandose de brazos, jamás lo había visto así, me pusé nerviosa al instante.
-Yo...estaba...bueno. No sabía que decirle así que pensé que era mejor desviar el tema. -¿Te cayó bien la ducha? El solo asintió y siguió mirandome igual.
-¿Te parecé si me baño y regreso aqui para hablar? Le propusé dudosa.
-Claro. Contestó y le dí un beso en la frente.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora