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LAUREN
Un ruido en la puerta de su habitación me obligó a levantar la mirada, ella estaba ahora recargando su cabeza en mi hombro y nuestras piernas estaban entrelazadas, seguía sin entender cuando nos movimos. Al mirar de quien se trataba me vi sorprendida, es decir si esperaba que fuera Ki pero jamás imaginé verlo tan divertido. Por instintó busqué algún reloj, era tarde y suponía que si no despertaba a Camila llegaría tarde a su trabajo.
Le indique a Ki que no hablara con mi dedo sobre la boca y el solo sonrió saliendo, el uniforme del colegio ya estaba en su lugar y quizás solo le faltaba desayunar.
-¿Camila? La llamé tocando su brazo.
Ella ronroneó acomodando su cabeza en mi cuello y rodeando mi cintura.
-Cami. Esta vez me incliné para besar su mejilla. -Cami. Le susurré en el oído, ella se despego de mi para semejar que espantaba lo que sea que la despertaba.
Solté una risa insostenible por la ternura que me daba verla así. Despeinada y peleando por obtener otros minutos de sueño, ya que no obtuve respuesta me dispuse a hacer algo más atrevido cuando encontré mi mano tan cerca de su trasero. Sin pensar en la consecuencias la golpeé de forma leve, de inmediato ella reacciono soltándose y saltando en la cama, fue tan extraño pero lo ultimo que paso fue que callo de espaldas bajo la cama. Un gritito y finalmente se puso de pie al escucharme soltar una carcajada.
-¿Lauren?
-Buenos días. La miré sonriendo, ella me miró con espanto y luego su reloj.
-Por dios llegaré tarde a trabajar. Corrió hacia el baño tomando un poco de ropa del closet y desapareció tras la puerta.
Por mi parte salí de la habitación para ocuparme de Ki, quien comía alegre su cereal en la barra de la cocina.
-Hola Lolo.
-¿Que tal? Tu mamá se a caído de la cama tuviste que haberlo visto.
Ambos nos reímos por un rato hasta que nos falto aire.
-¿Porqué estas aqui? Soltó de repente y esta vez fui yo quien casi caí de mi propia altura. Me pusé nerviosa y comencé a balbusear.
-Yo...bueno...ayer...tu mamá y...
-No entendí nada. Me dijo divertido.
Esta vez en vez de balbucear me quedé sin palabras. Después mi idea de ser yo quien llevará a Ki a la escuela se iba esfumando, si lo llevaba no pararía de hacer preguntas y algunas ya se las había respondido por supuesto todo contado a Camila.
-Ki solo nos quedamos dormidas juntas por que...
-Por que estabamos viendo una película, Lauren vino a saludarte y ya estabas dormido cariño. La voz de Camila a mis espaldas me salvó.
-Me hubiera gustado acompañarlas mamá, prometeme que a la próxima me despertaras.
-Lo hare ¿Verdad Lauren? Preguntó divertida.
-Seguro. Le contesté para dejar el tema olvidado.

CAMILA
La cara de Lauren al ponerse nerviosa era un poema y eso me provocaba prolongar el momento. Así que el resto del tiempo antes de partir al trabajo la molestamos entre los dos. Finalmente Lauren casi rogó para poder llevar a Ki al colegio, para mi fortuna ya habían traído su auto y yo podía ir a la empresa sin el temor de llegar tarde. Ambas acordamos que al salir mi hijo nos miraríamos para comer en algún restaurante.
Mientras conducía recordé lo que había sentido al pasar toda la noche entre sus brazos, había dormido como un bebe, su sonrisa en la mañana me hacía enloquecer, luego había mirado a ella y a Ki juntos platicando, era lo que me hacía llenar más el corazón.
Hace tanto tiempo que no me sentía tan plena, la ultima vez que había ocurrido, fue en mi cumpleños 17 cuando mis padres organizaron una cena, toda mi familia, amigos y hasta entonces mi novio Chris, me habían hecho sentir protegida, rápidamente negué con la cabeza, eran recuerdos que solían traerme tristeza.
Durante el trabajo me tomé algún rato para pensar en mis padres y mi hermana, a quien tenía meses sin ver, ella mencionó que estaría fuera de contacto por que mamá sospechaba algo relacionado conmigo, ella conocía Ki y temía no volver a vernos jamás si no dejaba de levantar sospechas.
Di un respiró cuando note que el reloj marcaba las 14:34, necesitaba salir a tiempo para llegar con Ki y Lauren.

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