Lo que no se ve

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LAUREN
Eso sonaba a una insinuación bastante sería, capté que la incomodidad aumentó en Camila y sonreí para mi.
Preparó un café y lo pusó frente a mi en la mesa, mis ojos nuevamenre ubicaron los suyos y así de cerca sus pequeñas pecas en el dorso de su nariz eran perceptibles, me encantan desde hoy, me dije en la mente, al entregarme el plato mis dedos tocaron su piel por segundos pero eso fue suficiente para hacerme sentir chispas por todo mi cuerpo. Ella se retiró rápido y se sentó justo en frente de Kilian, yo estaba al lado de él.

-¿En serio tienes esa foto?
Le pregunté después de dar el primer bocado. El asintió freneticamente.

-Traeré el albúm, después de todo ahora debe ser increíble para ti poder ver las fotos.

-Si, desde hace casi 7 años Kilian, de hecho ahora escribo.
El niño levantó ambas cejas y saltó de la silla para correr hacia algun sitio buscando el albúm de fotos.

-Ki, no creo que..
Ella se quedó a medias cuando el pequeño desapareció por el pasillo hacia los dormitorios sin poder decirle algo más.

-Lo siento, esta muy entusiasmado justo ahora.

-Me parecé bien que esta diferente hoy, ayer se miraba muy decaído.

-Lo se.
Camila comenzó a tomar su cabello ansiosa y miraba todos mis movimientos mientrás comía.

-Lauren ¿Cómo es que ahora estas mirando?

-Bueno, ¿Recuerdas el dinero para la universidad que me impedía tener la cirugía?
Ella asintió sin dejar de mirarme.

-Mi padre un día decidió que sería buena idea utilizarlo para mi, así que la cirugía no tardo en realizarse.

-Es estupendo, jamás pense volver a verte y que tu fueras capaz de hacerlo también. Ella dijo mucho más animada olvidando un poco la situación de ayer.

-Yo si, era una de las cosas que más deseaba. Dije sincerándome.

-¿Y que tal tus padres?
Su pregunta si que me incomodo pero aún asi me pareció grosero no contarle ese tipo de cosas.

-Las cosas siguieron igual con ellos, me hice la cirugía pase unos meses en recuperación y luego me fui de casa...estudié literatura en la universidad y ahora estoy aquí también por que he logrado vender mi primer libro en EUA.
Ella levantó ambas cejas sorprendida.

-¿Comó se llama tu libro o de que tratá?

-En la oscuridad lo nombre es una novela que habla sobre un romance de dos personas invidentes.

-Suena buena. Sonrió y creí poder alcanzar el cielo con solo mirarla, esta era ella auténtica.

-Escribo ahora el segundo, se llamá la luz de mis ojos, aún falta el desenlace.

-Me parecé excelente que lograras tanto...deberías redactar parte de tu historia.
Sus palabras me descolocaron, lo que ella no sabía era que este último libro era mi historia y ella aparecía en sus renglones.
En esos momentos llegó Kilian con un libro que parecía ser antiguo pero sin duda era lo que contenía las fotografías. Pasé casi 40 minutos viendo las mejores fotos, Camila ahora tenía una belleza que había mejorado con el tiempo. Aún se veía tan pequeña que si la veías a un lado de su hijo parecia ser su hermano menor.
Kilian me platicó la historia de cada fotografía y al terminar el albúm estaba la mía, Judith nos había tomado una foto a Camila y a mi sobre el sofá platicando, tenía la mirada perdida en la foto y Camila me veía con mucha ternura.
La miré a ella y solo esquivo mi mirada, sabía lo que significaba esa foto, ella salió de la sala dejándonos solos, aproveche para sacarla y justo cuando salió una hoja de papel calló, la abrí mientrás Kilian acomodaba otras fotos. Era la carta que había hecho escribir a Aiden donde le explicaba a Camila el motivo de mi partida.
Al leerla se me rompió el corazón al imaginar como debio sentirse necesitaba recompensarla, luchar por obtener su amistad, aunque sea doloroso para mi.
Una llamada a mi celular interrumpio mis pensamientos. Tuve que alejarme para contestar.

-Hola.

-¿Donde te has metido?

-Estoy ahora en casa de Judith. Le dije a mi amigo Marcus.

-Pensé ella era la que había fallecido.

-Y es ella pero...bueno estuve acompañando a Camila ¿Recuerdas?

-Vaya esto se pone interesante. Rodé los ojos y me imagine su cara de pervertido al otro lado del teléfono.

-¿No vas a decirme que tan buena esta?