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CAMILA
Mis lagrimas brotaron sin parar, el resto de la tarde la había ocupado para no detenerme a pensar, pero ahora mientras trataba de dormir, los recuerdos con Judith y el asunto de Lauren me golpeaban. Necesitaba hablar con alguien pero ese alguien ya no estaba fisicamente conmigo, la necesitaba, quería contarle como me sentía, quería decirle que había descubierto por que las cosas con Daniel no habían funcionado, tenía la respuesta y todo se resumía en Lauren. Por otro lado sentía un gran peso al saber que quizá Kilian lloraba en la otra habitación extrañando ese abrazo de buenas noches y un cuento para dormir. Quería levantarme y tratar de hacerlo yo, pero no podía ocupar su lugar.

-Solo tu Judith, te necesitamos ambos...pero trataré de hacer las cosas como tu me enseñaste. Dije a la nada.
Lloré hasta quedarme dormida.
Al día siguiente Kilian y yo luchamos cargando varias cosas del departamento a casa. Cuando nos rendimos de cansancio y el se quedó dormido viendo la televisión, mi mirada no se alejaba de la puerta, tenía la esperanza de que Lauren regresará a despedirse, por lo menos de Kilian quien no dejo de preguntar por ella, pero eso no sucedió.
Los sentimientos que había guardado aquella vez que se fue, quedaron al descubierto.
Mi corazón sintió ser estrellado en el piso y me sentí decepcionada. Me sentí sola por unos momentos hasta que vi a Ki dormido.
~Olvidate de ella~ siempre fue así y siempre lo será. Tenía que buscar de donde sostenerme para no caer yo y dejarlo caer a el.
Pusé un beso en su frente y miré la televisión hasta que oscureció y comprendí que ahora no dependería de nadie solo de mi misma.

LAUREN
Subí al avión con la pena arrastrando, quería quedarme ahora pero todavía debía arreglar algunas cosas, antes de venir y quedarme por un buen rato.
El regreso a mi casa fue solo para pensar y el resto del mes me ayudó a comprender que debía encontrar mi lugar en el mundo, aquel lugar que me hiciera feliz, varias veces unos ojos café aparecieron en mi mente y a lo largo de ese mes escribí dejando solo dos páginas en blanco para el final de mi libro.
Marcus estuvo de acuerdo conmigo al decirle lo que quería hacer, tomar unas vacaciones un tiempo fuera de mi rutina, de las fiestas y de esas tonterías en las que gastaba mi tiempo.
Le mentí diciendo que volvía ahí rpor que había conocido una chica, le mentí al decirle que Camila solo era una buena amiga, había escuchado algunas veces que todo los planes se iban a la borda si se contaban, asi que solo mentí y oculte el verdadero plan, el motivo por el cual me iría a tomar esos días, justo al lado de Camila y Kilian.
Tres semanas antes había comprado la casa antigüa de mis padres, parte del plan era repararla yo misma y hacer los cambios que yo quisiera. Era mi casa desde el día en que pusiera aun pie ahí.
Mis maletas estaban listas en un rincón y varios regalos estaban sobre mi cama, era momento de empaquetarlos aunque eso me tomara mucho tiempo, necesitaba enredarlos bien para que no se dañaran. Una caja pequeña de terciopelo estaba sobre la mesa de noche, cuando terminé de guardar los regalos la mire sonriendo como una tonta, temía abrirla y dañar lo que había dentro, deseaba que solo alguien viera lo que contenía.
El invierno se acercaba así que afuera hacía un frío de mil demonios, tomé una chamarra lo suficientemente grande y abrigadora, dando el último recorrido por las calles de Vancouver por un tiempo. Luego de un café y una charla con el chico de la cafetería me encaminé de nuevo a mi departamento donde encontré a Marcus sentado a la puerta.
-¿De verdad pensabas irte sin depedirte?

-Ya lo hice hace días. Le contesté.

-No es suficiente...anda abre la puerta o moriremos de frío.
Al entrar el arrebato el café de mis manos y yo giré los ojos con fastidio.

-Bien ahora dime el verdadero motivo por el que te vas.

-No existe uno en concreto no hagas más preguntas.

-¿Y esto? Dijo cuando movió un cuadro con una pintura.

-Es para mamá. Cuando lo dije escupió parte del café. -Lo sé, es raro pero antes de partir mañana los visitaré. Le dije.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora