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LAUREN
Ya lo comprendía, borré de mi lista mental tratar de hablar con Camila de esos temas, quería acercarme a ella pero no quería hacerlo a la fuerza, no cuando ella se resistía a cualquier contacto conmigo. Habían pasado días apenas de reencontrarnos y comprendía que yo estaba acelerando las cosas. Debía tener paciencia.

-Pasen, no se queden ahí.
Dijo la mujer abriendo más la puerta y permitiendo nuestros pasos.

-Hola Camila. Aiden apareció bajando una escalera y se apresuró en abrazar a Camila. -Hemos pasado una mañana algo interesante. Dijó haciendo reír a Kilian quién tomaba mi mano sin intenciones de soltarme.
En ese momento Aiden se percató de mi presencia.

-Lauren... Sonrió de lado a lado y dando varios pasos llegó hasta mi lugar. -Dios, eres tu, aquí y pareces mirarme fijamente.

-Te estoy mirando. Le contesté dandole un fuerte abrazo.

-Es increíble. Me miró y luego miró a Camila a lado mío, repitió eso varias veces.
-Hey ahora entiendo...han venido juntas.

-Si. Contestó Camila mientras Aiden soltó una risa con picardía.

-Lo entiendo. Dijo antes de darme alguna palmadas en la espalda.
-Bien hecho. Traté de sonreír pero sabía que eso solo incomodaría más a Camila.

-No juntas juntas...la saludé el día del funeral y ahora... quise visitar mi casa así que me topé con Camila y me ha comentado que venía contigo no te quería perder la oportunidad.

Aiden y su esposa se miraban sonriendo, Kilian comenzó a distraerse con algo en la televisión dejándonos a los adultos en el pasillo de la entrada.

-Ella es mi esposa Sally y bueno mi hijo, nacerá pronto. Sonreí amable y la saludé con un beso en la mejilla.

-Soy Lauren, conocí a tu esposo hace años...me da gusto verlos ambos.
Camila interrumpió el inicio de la charla.

-Bien, yo vengo por Ki debemos regresar a casa.
Ella se encaminó para hablar con su hijo mientras Aiden comenzó a levantar las cejas sugestivamente.

-No pierdes el tiempo ¿Eh?

-Yo...Aiden, no es como parece.

-Lo es, esta bien hacen buena pareja.

-Ya basta amor, déjalas en paz.
Dijo Sally en mi auxilio le regalé una sonrisa en agradecimiento. Camila tomó la mano de Kilian caminando a la salida. Se despidió de Sally en la sala y caminó decidida abrazando a Aiden.

-Nos vamos, muchas gracias por aguantarlo. Dijo refiriéndose a Ki quien abrazaba la barriga de embarazo de Sally.

-Ya sabes para entregar. Guiñó un ojo Aiden.
Camila termino de despedirse y al llegar a donde estaba de pie solo me esquivo.

-Pensé que te llevaría. Le dije.

-No es necesario, podremos volver por nuestro lado, tu aprovecha con Aiden.
Su tono era frío, froté el cabello de Kilian sin saber que hacer, ¿Cómo iba a convencerla? Tomó la mano de su hijo y salió cerrando la puerta.
Miré por un buen rato, cuando sentí la mano de alguien.

-Vé con ella, yo no me moveré de aquí, te espero para la cena.
Asentí y corrí bajando hacia el auto, mire a ambos lado de la calle pero no los vi, subí al auto esperando que no tomarán un taxi. Dando vuelta a la calle los vi, aceleré alcanzandolos y estacionado a un lado de la acerca. Sin bajar llamé a Camila.

-Camila.
Ki dejó de caminar haciendo que lo hiciera su mamá.

-Los llevó, te lo dije.

-Anda mamá. Ki caminó al auto y baje para abrir la puerta trasera, el entro bastante entusiasmado mientras Camila no se movió del lugar y cruzó los brazos.

-¿Camila? Le pregunté si no pensaba subir, ella dio la vuelta al auto y la seguí, ambas tomamos la puerta al mismo tiempo y alejó su contacto como si yo le quemaba.

-Yo.
Abrí la puerta para ella y la cerré después de que se acomodo, di la vuelta al auto y entre. Kilian reprendió a su madre por algo y ambos callaron al instante.

-Bien. Dije satisfecha.
Conduje por el camino que me había aprendido antes, en vez de hablar en el alto de cada semáforo solo miraba a ambos.
Kilian miraba por la ventana lucía triste y luego Camila movía sus dedos con insistencia en la tela de sus jeans, ella lucía molesta. A mi me causaba ternura. Tuve una idea y al notar que Camila no podía estar más enfadada, solté.

Lo que no se ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora