CAPÍTULO 12: MUERTE-VIDA.

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Un mes después.

Algo lo despertó.

Alguien.

Abriendo los ojos perezosamente, el azul del cielo notó al Pelinegro ridículamente hermoso que se encontraba profundamente dormido tomando su brazo como una almohada.

Con una sonrisa sancarrona, el rubio Uzumaki quitó delicadamente algunos mechones rebeldes que se esparcieron en contraste con la blanca piel de porcelana.

Le encantaba todo de ese maldito orgulloso, enojon, amargado cara de ángel.

Riéndose por lo bajo de su propio pensamiento, lo estrujó entre sus brazos.

— Ugh... Naruto, no... respiro... — Se quejó. — Quíta...te...

— Jajajaja.

— ¿Qué hora es?

— Las diez... — Respondió tomando su celular del estante. — Que raro-ttebayo, tengo como 20 llamadas perdidas de Shikamaru. Veamos... ¿hola, Shikamaru? ¿Me escuchas?

— ¿¡DONDE MALDITA ESTABAS!? — Gritó del otro lado el Nara.

Sasuke se giró sorprendido hacia el rubio, Shikamaru nunca gritaba.

— E-En mi casa... ¿Que sucede?

— Temari está dando a luz, viejo esto es muy problemático... ¿D-DEBERIA E-ENTRAR CON E-ELLA O S-SOLÓ ES-ESPERÓ AFUERA?

Naruto miro a Sasuke.

— Que entre... — Deletreó sin voz.

— Entra-ttebayo. — Aconsejó.

— S-si... E-Eso haré, Entraré...

— ¡¿QUE HACES AQUÍ!?

— Y-yo quería...

— ¡LÁRGATE, TU TIENES LA CULPA! AHHHH...

— Ah, son las contracciones, respira Temari...¿Verdad, Gaara? — Se escuchó a Kankuro.

¡TU TAMBIÉN, LÁRGATE DE AQUÍ! SÓLO QUIERO QUE SE QUEDE GAARA!

La llamada se cortó.

— Creó que... debería ir al hospital y darle mi apoyo antes de que se desmaye... o Temari lo asesine.

— Yo tengo cosas que hacer...

— ¡Teme, no seas miedoso!

— Enserio, mis padres saldrán en una misión, voy a despedirme de ellos. — Se excusó mientras se vestía. — Me habría encantado ir y lidiar con la princesa del clan Sabaku dando a luz, Aquella que dicen que luchó contra un ejército completo de cazadores de vampiros sola, pero bueno... diviértete.

— ¿Cazadores de vampiros, existen?

— Claro que si, intentan asesinarnos todos los días. Pero bueno, adiós. — Se despidió saliendo apresuradamente.

— ¡Por lo menos un beso de despedida-ttebayo!

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La chica en la piscina abrió lentamente sus ojos.

El destino había sido decidido y los dados serían lanzados ese día

— Oh, Despertaste.

— Sasori... — Nombró. — Hoy dará inicio el verdadero reto. — La pálida mano salió del agua recibiendo el aire frío del lugar. Su mano extendida hacia el techo fue notada por el pelirrojo a su lado quien sólo esperaba las órdenes ansioso. — Reclamaremos lo que se nos ha quitado por derecho y tomaremos venganza por la traición.

GUERRA DE CLANESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora