GUERRA DE CLANES

CAPÍTULO 9: UNA DISCULPA, UN SENTIMIENTO.

La tan ansiada hora que él esperaba llegó...

El recreo.

Escuchó como la mayoría de sus compañeros comenzaron a salir y hecho un vistazo para saber si el pelinegro se iría con alguien o se quedaría en el salón.

¿Le importaba? En efecto. ¿Sabía la razón? Ni siquiera tenía la más mínima idea.

—Sasuke-kun, Ehhh... ¿Saldrás a comer con alguien? — Sakura se le adelantó.

—No te importa. —El pelinegro cascarrabias dió la justa respuesta que el Uzumaki esperaba.

— ¡Naruto! –El mencionado se giró buscando la persona que lo había llamado y se topó con Kiba y su círculo de amigos. – ¡Vamos a jugar fútbol, quiero saber si realmente mejoraste o es puro alarde tuyo!

—Lo siento Kiba, los alcanzó en un momento, voy a hablar con el chico nuevo.

El shock fue inmenso.

Sasuke no pudo evitar sorprenderse.

El rubio lo miro y le sonrió.

— ¿Quien dijo que yo quiero hablar contigo, Usuratonkachi? – Preguntó sin poder evitar el latir de su corazón, si no fuera lo que es, posiblemente su cara sería un tomate.

— Vamos, teme, que no te dé miedo, no muerdo. — Dijo guiñándole un ojo.

— Pero yo sí...— Pensó el azabache.

Por alguna razón en todo lo que duraron las clases, su único objetivo de interés era el cuello del rubio, bronceado y aparentemente suave. Era como comida servida frente a un moribundo.

Lo mismo sucedía con Naruto.

El pálido y seguramente tierno cuello de Sasuke, le suplicaba una mordida de su parte, Más de una vez hizo sus manos puños intentando controlar sus impulsos a mitad de clase.

—No quiero ir contigo. — La respuesta del Uchiha lo sorprendió.

¿Acaso el azabache le tenía miedo?

¿Lo había lastimado en su pelea anterior? ¡Todo era culpa de su maldito temperamento! Seguramente al no controlarse hirió a Sasuke en algún lado. ¡Sasuke era humano y él un monstruo!

— Naruto, Sasuke-kun no quiere ir contigo. — Le Informó Sakura. — Él no es infantil como tú.

Ante las palabras de la pelirosa, un ataque de vergüenza tiñó las mejillas del Rubio, quién abochornado bajo la mirada.

—En la azotea. — Interrumpió el Pelinegro para sorpresa de todos.

— ¿Ah?

— ¿¡Ah!? P-Pero... Sasuke-kun...

—No te hablo a ti Sakura, le estoy hablando al dobe.

— ¡No me digas dobe, teme!

—Andando, y que quede claro que yo no te sigo, tú me sigues a mí.

Naruto sonrió una vez más.

—Que orgulloso—ttebayo.

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— ¿Entonces?...

— ¿Entonces, que...?

— ¿¡Que me querías decir, Usuratonkachi!?

Había subido hasta la azotea de la academia con el dobe siguiéndolo y ganándose las miradas de todos en la escuela.

Más le valía que lo que sea que fuera a decir, valiera la pena.