CAPÍTULO 29: CONTIGO

2.9K 283 78
                                    

El sol se coló traviesamente por la ventana abierta, el aire movía con gracia las delgadas cortinas color hospital.

La sensación de calidez hizo al chico dormido en la habitación abrir sus ojos lentamente. Pestañeo un par de veces para ajustar su vista al lugar, pues todo se veía demasiado borroso y brillante.

Logró captar por el rabillo del ojo mechones negros que eran despeinados suavemente por el aire llamando toda su atención y quedando completamente anonadado por el segundo joven en el lugar.

Sasuke miraba por la ventana alguna cosa digna de su atención. Sus pensamientos lo tenían tan envuelto que no se percató del despertar de Naruto, quien lo veía idolatrandolo con la mirada desde la cama. El rubio tan impaciente como era, intentó levantarse sin tomar en cuenta las bolsas de suero que estaban conectadas a sus brazos, y por ende, tiró todo al suelo.

Los ojos de ónix se giraron gracias al exceso de ruido, topandose con unos orbes azules.

– L-Lo siento-ttebayo, no me di cuenta. – Fue la única cosa que se le ocurrió decir.

El Uchiha no emitió sonido alguno, solamente se levantó caminando hacia él.

Naruto sentía a su corazón ir a mil por hora. Tenía tanto tiempo que no lo veía que sintió que era un sueño más, uno de los tantos que tuvo cuando fue prisionero de Shion, tal vez, en unos segundos despertaría solo en aquella fría habitación donde sólo podían hacer eco sus gritos de dolor al ser torturado.

El pelinegro termino de llegar a su lado en un tiempo que creyó eterno, levantó su fina y porcelana mano hacia él...

Y lo golpeó.

No una cachetada o una palmada, sino el tipo de golpe que sabes que posiblemente dejará marca al siguiente día... pero como hablábamos de Sasuke Uchiha, definitivamente dejaría marca hoy.

Naruto cayó al suelo sintiendo las costillas que se comenzaban a regenerar, romperse nuevamente.

– ¡Auch, Auch, Auch, Auch, Auch, Auch! – Se quejó sobándose.

Sin darle oportunidad de acostumbrarse al dolor o siquiera dejarlo pasar, el vampiro saltó sobre su regazo colocando sus piernas a su costado y tomándolo fuertemente de las mejillas.

– ¿¡Por qué siempre eres tan idiota!? – Reclamó mirándolo fijamente. – Dándote de carnada a los lobos como si fueras una especie de súper héroe...

– Yo no...

– ¿¡Que demonios pasa contigo, Naruto!? ¿¡Por qué te arriesgas tanto por los demás... – El Gritó que exigía respuesta fue extinguiendose hasta volverse un Susurró, Sasuke ocultó sus ojos detrás de su flequillo. – ¿Por qué te arriesgaste tanto por mí?

– ...

– Entiendo que lo hayas hecho por tu hermano, por tu gente... pero... ¿poniéndole restricciones a Shion para que no me tocará, protegiéndome aún cuando tú estabas completamente expuesto? Joder... pude haberte asesinado, estúpido Usuratonkachi.

Naruto sonrió. Llevo sus manos levantando el rostro que tanto intentaba ocultar el orgulloso en sus piernas, y contestó viéndolo directamente a los ojos.

– Sasuke, sabía desde el primer momento que nos conocimos que iba a tomar más de los medios normales el entendernos... Sin embargo, sé que sabes la respuesta a esa pregunta. – Aseguró acomodando un mechón negro detrás de su oreja. – Aunque lo repetiré si así lo deseas. Sasuke... – Lo llamó tomando  un semblante serio y a la vez cariñoso. – Te amo-ttebayo.

– Eres tan Usuratonkachi.

– Si, si. – Aceptó estrechandolo entre sus brazos. Porque... Dios, cuanto lo amaba. Lo amaba como sabía que nunca nadie amo a otra persona, como ya no se ama y como nunca nadie amará. Y aún si estuvieran separados, sería el tipo de amor donde todo el mundo sabe que se aman aún cuando ninguno lo dice.

GUERRA DE CLANESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora