CAPITULO 13: UN SENTIMIENTO NUEVO

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1 mes después.

— ¿¡Todos están listos!? —La voz enojada de la chica resonó en todo el salón dejando medio sordos a los que estaban dentro.

—Ino, por el amor de dios deja de gritar. —Shikamaru sobó su oreja. — Si mi oído revienta, te culpare.

— ¡Es que nadie me hace caso! — se quejó —Llevo diciendo desde la mañana que se preparen y nadie lo hace.

—Están estresados intentando aprender sus líneas para la obra. — explicó el pelinegro más calmado. — Tú también deberías repasarlas, la función iniciará en media hora.

Shikamaru observó como algunos de sus compañeros entraban y salían del salón con diferentes tipos de vestimentas mientras otros trabajaban en la escenografía.

— ¿Oye Shikamaru, nosotros debemos estar detrás de la cortina negra? — preguntó Sai, quien apenas había entrado.

—Sí, ¿No has visto a nuestro "querido príncipe"?

—Dijo que se negaba a estar cerca de Sakura más de la cuenta, y que vendría cuando la función fuera a dar inicio.

—Que chico tan problemático...— Estaba punto de darle jaqueca. — ¿Y Naruto?

—A él lo vi con Hinata y Kiba en el escenario, estaban revisando el soporte del telón porque al parecer Hinata lo notó flojo.

—Ya veo...

Había pasado un mes entero en el que Sasuke asesinaba a Hinata con la mirada y viceversa. No era una sorpresa el que Hinata estuviera enamorada de Naruto, la sorpresa era el ver como Sasuke le restregaba en la cara a la pelinegra el cómo Naruto lo prefería a él.

Shikamaru rió  internamente recordando la vez en que Hinata intentó invitar a Naruto a su casa para comer el tan adorado ramen del rubio, pero misteriosamente ese día a Sasuke se le antojo jugar fútbol de uno contra uno después de clases.

Y como era obvio, Naruto lo complació.

Fue realmente entretenido el ver la cara enojada de Hinata y la clara burla en el rostro de Sasuke, pero lo que le preocupaba a Shikamaru era el cómo se desarrollaba la relación del rubio y el azabache.

Para cualquiera que los viera era obvio que entre Sasuke y Naruto había una conexión inexplicable que aún si el rubio se había Impregnado de él, no justificaba la atención y el trato tan amable con lo que lo trataba el azabache.

— ¿Alguien ha visto a Sasuke-kun?

La voz femenina lo hizo salir de sus pensamientos.

—Sakura... ¿Ya aprendiste tus líneas?

— ¡Claro! Shikamaru, ¿Sabes dónde se encuentra Sasuke-kun?

—Ni idea. —No le gustaba meterse en problemas.

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— ¿Hinata, estás segura de que se aflojó la cuerda? — preguntó confuso.

—S-si...

—Pero... es que aquí no se ve nada-ttebayo.

—A-Así e-es mejor... — Susurró sonrojada.

— ¿¡QUE!? ¿¡QUE DICES HINATA!? ¡NO TE ESCUCHO! —La chica se sonrojo más. — que rara eres...

—Hinata no es rara, estúpido.

—Kiba, ayúdala tú-ttebayo, yo quiero ir a ver a Sasuke.

— ¡P-pero Naruto, n-nosotros somos los responsables de la e-escenografía n-no te puedes ir! — intervino Hinata.

GUERRA DE CLANESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora