GUERRA DE CLANES

CAPÍTULO 11: DESASTRE.

Ciudad de fuego, Konoha.
Cerca de la reserva. Lunes, 1:40 pm.

— Hey, chicos. — Llamó por su intercomunicador. — Hice la apuesta con mis hermanos que seríamos quien tomaría la cabeza del vampiro. No me decepcionen y les invitaré una cerveza.

— ¿¡Si lo hacemos nos pagan doble, no¡? Cuenta conmigo. — Contestó Kakuzu.

— ¿Estos días has estado muy contento y motivador, no Charasuke? — Molestó Kurotsuchi. — ¿Tiene algo que ver con un pelinegro de ojos azules?

— Kuro... — Advirtió.

— ¿¡Qué!? ¿Chara está saliendo con ese sujeto? — Excalmo incrédulo Hidan. — ¿Osea que no puedo tomarlo de sacrificio?

— ¡No estoy saliendo con nadie! — Gritó furioso y avergonzado. — ¡Ustedes dediquense a encontrar primero a Itachi Uchiha y ya!

— ¡Ok! — Concordaron todos cortando la comunicación.

— Joder... — Maldijo en voz baja cortando la comunicación. — Estúpido Naruto. — ¿Que estará haciendo en este momento ese Usuratonkachi? — Se preguntó viendo el cielo azul. Tal vez... cuando terminara esa misión, lo llamaría para ir a algún lugar privado. No habían tenido nada de intimidad desde aquella vez, y aunque técnicamente llevaban dos semanas saliendo, Naruto no caía ante sus provocaciones.

¿Tenía algo que ver con que él creyera que sólo lo quería por sexo?

Seguramente el dobe no quería que lo volviera a malinterpretar y por eso huía cada vez que la situación se tornaba "Caliente"

— Tan predecible... — Susurró.

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Reserva de hombres bestia, Konoha.
Residencia Uzumaki. 1:40 Pm.

— ¡Achu!

— No te vayas a refriar papá.

— Es que alguien está pensando en mi-ttebayo. ¿Quien podrá ser? — Se preguntó abrochando su camiseta.

— Lo estás inventando.

— ¿¡Ah!?

— ¡Naruto, Karin ya llegó! — Escuchó el grito de Deidara en la planta baja.

— ¡Ya vamos-ttebayo! ¿¡Lo ves Menma!? ¡Te dije que te ducharas rápido!

— Papá, yo estoy listo desde hace media hora, te estoy esperando a ti.

— ¡Yo también estoy listo!

— Papá...

— ¿¡Qué!?

— La camisa está al revés.

— ... — Tenía razón. — Ya lo sabía.

— Ajá.
.
.
.

2:10 PM
Patio trasero.

— ¡Hey, Naruto! — Lo llamó Karin en cuanto vió a ambos Uzumaki bajar por fin. — ¡Menma! ¡Feliz cumpleaños! — Felicitó entregando cuatro cajas de regalo al menor que hacía lo posible por no perder el equilibrio hasta que su padre fue en su auxilio. — ¡Eres tan adorable! — Dijo la peliroja estrechandolo entre sus brazos.

— Tía... no respiró.

— Lo siento, cariño.

— No hay problema. — De verdad odiaba el contacto físico.

— ¡Menma-chan! — Resonó el gritó. El infante no tuvo tiempo de reaccionar cuando ya se encontraba siendo estrechado nuevamente. — Definitivamente eres un buen especímen como siempre.