CAPÍTULO 15: UZUMAKI.

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Naruto despertó sintiendo un picor extraño en su estómago, decidió no prestar atención y entrar a la ducha.

Se dejó llevar por la corriente de agua que caía sobre su rostro y comenzó a enjabonarse, cuando paso el jabón por su estómago el ardor lo hizo observar más detenidamente la zona notando lo que parecía ser un tatuaje con remolinos.

— ¡DEIDARA! — Gritó a todo volumen posible..l

Enrollo la toalla sobre su cintura y corrió por toda la casa hasta llegar a la cocina, donde extrañamente olía delicioso.

—Hola cariño. – Saludó una pelirroja mientras bajaba el periódico que leía.

—Hola, campeón – Saludó un hombre rubio que cargaba un mandil rosa mientras lavaba los platos.

— ¡MAMÁ, PAPÁ! — Dijo emocionado.

Sus padres lo abrazaron y su madre notó a su hijo con poca ropa.

—Naru, creo que deberías usar pantalones.

— ¿Ah? — Murmuró bajando su vista y notando su estómago una vez más. — ¡Aaaah! — Gritó nuevamente. – ¡Mamá, mira mi estómago-ttebayo!

— ¡Oh! — Chilló emocionada la pelirroja. – ¡Minato, mira! Es idéntico al mío-ttebane. – mostró alzando su camisa y dejando al descubierto su estómago también.

— ¡Wow, eso es una sorpresa!

— ¡¿No sé alegren y díganme qué es esto—ttebayo!?

—Es la marca de que te has impregnado cariño, ya eres todo un hombre. – Kushina abrazo a su hijo menor. – Quiero muchos nietos-ttebane...

— ¿¡Que yo qué!?

—Solo déjala Naruto. – Apareció Deidara tras la puerta. — Ya hablé con ella, pero está empeñada con que quiere nietos. Hola papá. — Saludó el mayor.

—Hola Dei. No la culpen, ella solo quiere nietos. — Como siempre, Minato era la voz de la sabiduría.

— ¡Que sean quintillizos!

— ¡ESPEREN, ESPEREN, ESPEREN! — Detuvo Naruto en medio de la discusión familiar. –¿¡DE QUE RAYOS ESTÁN HABLANDO!?

Su familia se miró entre sí.

—Eres idiota y no te diste cuenta, pero...–Hablo Deidara. — Te impregnaste. – Decirle no iba a cambiar nada.

—Yo...—Naruto no creía lo que le decían. — ¿Me impregne?

— ¡Si! — Grito Kushina emocionada. – ¡Es por eso tu nueva marca cariño! – Se acercó a su hijo y lo miró fijamente. — Quiero nietos-ttebane.

— ¿Yo me Impregne? — El rubio no la escuchó.

— ¿También vas a querer que te diga de quién? — Preguntó Deidara.

—No soy tan estúpido, eso es obvio. — Respondió Naruto. — De Sakura-chan.

Deidara le lanzó una dinamita que Naruto no supo de dónde saco.

¡PUM!

El rubio salió volando por los aires mientras un Minato ya acostumbrado a las manías de sus hijos, protegía a Kushina y Deidara dentro de un campo de fuerza.

— ¡Era mentira-ttebayo, era mentira! — Gritó volviendo a lo que quedaba de la cocina con rasguños y moretones.

Pero sin borrar su gigante sonrisa.

—Entonces dinos quien es la afortunada, Dei no nos dijo nada anoche.

—Sasuke. — El nombre resonó en sus labios con una gigante sonrisa.

GUERRA DE CLANESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora