Naruto Uzumaki, el próximo heredero del clan de hombres bestia. Tras volver de un exhaustivo entrenamiento junto a su abuelo para tomar su lugar como líder, conocerá en un afortunadamente incidente a Sasuke Uchiha, un chico tan hermoso como arrogant...
- Joder... - Maldijo Sarada al darse cuenta que había pasado por ese árbol Tres veces.
Se suponía que el hermano de Menma debía estar por ahí, pero no veía nada.
En su búsqueda, observó una silueta de mujer caminar entre los gruesos árboles del oscuro bosque, y un escalofrío recorrió su cuerpo.
- ¿¡Un jodido fantasma!?
Lo aniquilaría.
Tomando impulso, retrocedió un poco antes de lanzarse hacia aquella entidad.
- ¡SHAAANAAAROOOO! - Gritó apunto de atinarle, pero su acción se detuvo inmediatamente cuando la chica la miró sin nada de asombro. En un intento por no golpearla al ver que no era un fantasma, quito toda la fuerza de su golpe, pero su impulso no se detendría hasta que cayera sobre ella.
¡TRASH!
- ¡Oye, debiste detenerme-shanaro! - replicó cuando se dió cuenta que había sido esquivada.
- Tuve una premunición. - Dijo la rubia.
- ¿Premunición? - ¿Estaba loca o algo así?
- Él está cerca.
- ¿Hablas de Boruto? - Preguntó levantándose. - ¿Eres amiga de la familia?
- Conocida. - Corrigió antes de gritar. - ¡Borutooooooo!
- ¡Oye!
- Tienes que gritar conmigo, o no nos escuchará.
- ¿De qué estás...-?
- Tú sólo grita.
- Tch... ¡BORUTOOOOO!
- ¡BORUUUUUUUUTOOO! - Gritaron al unisono.
Justo en ese momento, Sarada sintió una gran barrera flaquear ante su gritó.
Las había escuchado.
- ¡Esta ahí! . . .
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¡Lo subiremos a la cuenta de tres, ¿vale!? - Anunció la pelinegra.
- ¡No te sueltes, Boruto! - Pidió la rubia.
- ¡UNO! - Comenzó Sarada.
- ¡Ahhh!
- ¡DOS! - Siguió Shion.
- ¡TRES- Gritó Boruto sintiendo su peso alzarse. Sus pies se enterraron en el lodo del precipicio haciendo la carga de las chicas menos pesada, y finalmente se vio libre cuando sintió el firme y bendito suelo. -¡G-Gracias...-ttebasa. - Dijo entre respiros.
Sin embargo, poco duro su satisfacción cuando nuevamente sintió el suelo en sus pies desaparecer.