CAPÍTULO 7: PREOCUPACIÓN

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Naruto salió corriendo primero.

Deidara los había transportado al lugar más cerca de la escuela, no obstante, había una distancia considerable a recortar. Sakura lo siguió de cerca junto a Shikamaru.

No pasó ni un segundo cuando divisaron a la gigantesca ave.

Debajo de ella, los gritos de cuidadores alarmados resonaron en esfuerzo por mantener a los infantes lo mas seguros posibles. El ave batía fuertemente sus alas, lanzándose sobre la construcción de la pequeña escuela de niños.

Naruto pudo observar como algunos seguían dentro.

Sakura rápidamente se lanzó a sí misma saliendo dispara ante el gran halcón gris y atinó un sólo puñetazo que derribó el ave al suelo.

Viendo la oportunidad, el Uzumaki sin pensarlo se adentro en la escuela buscando cualquier ser vivo mientras Shikamaru escoltaba a los niños y cuidadores a un lugar seguro.

— ¡Tio! — Escuchó un grito a todo pulmón, divisando a su sobrina, la hija menor de Suigetsu y Karin. —¡Ayuda! ¡Maxi está atrapado!

— ¡Ya voy! —Aseguró cruzando los escombros.

Al llegar, miro a la niña de vestido azul oscuro con su pequeño sombrero bañada en lágrimas a lado de su hermano mayor, quien yacía en el suelo inconsciente con un mueble sobre su pierna. Sin espera lo movió revisando el estado del menor, y al asegurar que este se encontraba con vida, lo tomó en brazos subiendo a la niña en su espalda. Esquivando pedazos de construcción en deterioro y cuidando que no hubiera más infantes, salió del lugar. Pero fue rápidamente alcanzado por una sombra.

El halcón.

Joder...

Tenía que idear algo rápido, algo con lo que terminara vivo al igual que sus sobrinos... Pero no pensó en nada, estaba cansado, no tenía la rapidez ni la fuerza de un hombre bestia, no podía cambiar de forma.

Pero lucharia con toda la fuerza que poseía.

Listo para impactar a la bestia mientras dejaba a los niños a sus espaldas, esperó el golpe....

que jamás llegó.

—¡CHIDORIII!

—¡ATAÚD DE ARENA!

Ante las conocidas voces, Naruto levantó la vista divisando a un pelinegro y un pelirrojo quienes habían hecho cenizas a la pobre ave.

—¡Sasuke, Gaara!

—Buww... —Saludó el pelinegro tapando su boca para evitar las náuseas.—Ugh, malditas alas...

—Que asco... ¡Hola, Naruto! —Saludó Gaara.

—¡Sasuke! —Gritó Naruto ignorando al pelirrojo. —¡Sasuke, volviste!

—¡Naruto, sueltam...! bwww... ¡Que me sueltes te digo!

—¡Sasuke-kun! —Se escuchó la voz de la pelirosa. —Gracias a Dios estás bien, Naruto. Lo siento, tenía que saber si Metal Lee se encontraba bien...

—No te preocupes Sakura-chan, ¿Cómo está? —Contestó alegre aferrado de la cintura de un Sasuke que intentaba no vomitar sobre él.

—Bien, sólo fue el susto. Karin y Suigetsu ya vienen en camino, Gaara-kun, por favor ayúdame a llevar a Max a la enfermería. —Pidió cargando a la niña pelirroja entre sus brazos mientras Gaara hacia lo mismo con el peliblanco. —Sasuke, Naruto, no tarden.

—Vamos detrás de ustedes. —Contestó más calmado el pelinegro, extrañamente, se le habían quitado las náuseas. —Hey, Usuratonkachi, suéltame, debemos atender tu herida del brazo y-...

GUERRA DE CLANESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora