GUERRA DE CLANES

CAPÍTULO 26: POST-GUERRA

Deidara no volvió.

Justo como lo había predicho sin la necesidad de Shion.

Habían pasado casi dos semanas desde que Sasori visitaba ese lugar esperando el regreso del rubio.

Seguramente el líder del clan Uchiha ya le habría contado todo lo que habían hecho con Naruto mientras estaba ausente, Todo el sufrimiento y sangre que no se detuvo hasta que el mismo Naruto se tuvo que dar como sacrificio, ese mismo Naruto que el día de hoy no era más que una simple marioneta al lado de Shion.

Sasori dirigió sus orbes cafe hacia la rubia sacerdotisa.

– ¿Que harás ahora? – Preguntó un tanto aburrido.

– Atacar la sede vampírica. – Fue su respuesta. – Y asesinar a cada uno de ellos. ¿Cierto, Naruto?

–Si. – Le respondió el chico sin alma.

El pelirrojo fue atacado por un repentino sentimiento de culpa.

Se giró hacia una ventana intentando ignorar el sentimiento.

Realmente no recordaba mucho de su muerte, sólo vagas cosas como una discusión con Deidara, el caminar solo para despejar su mente... y un ataque. Después de eso, sólo el haber sido revivido por su sed de venganza a través de un contrato con Shion, quien a cambio de vida, le había pedido lealtad.

Fue devuelto a la vida, si, Pero no era como antes, sus sentimientos eran tan escasos como sus signos vitales, cumpliendo los caprichos de la sacerdotisa y esperando el momento para reclamar a Deidara. Y lo hizo durante casi un mes...

Hasta que una vez más, Itachi Uchiha se lo llevó.

– Apresúrate. – Le ordenó una chica castaña. – Esto se va a poner interesante y no servirá si no estamos todos juntos.

– Ya voy. – Contestó de mala gana. El plan de hoy no le gustaba en absoluto.

Se colocó detrás de sus "compañeros" y esperó la señal que desencadenaría el infierno.

– Es hora. – Proclamó la rubia levantando sus manos y creando un inmenso agujero negro. – Lleva los títeres de escorpión a la delantera. – Le ordenó al hechicero. – Shisui, Sasori, ustedes irán a mi lado.

– ¿Y yo? – Preguntó la segunda chica de la habitación.

– Espera ahí hasta que te convoqué.

– Está bien.

Cómo lo había asignado Shion, Sasori observó a los escorpiones ir dentro del agujero hacía la sede vampírica, Su compañero hechicero una vez terminada su función, desapareció. Maldito.

Shion caminó detrás de los escorpiones con Naruto a su lado, él y Shisui la siguieron de cerca.

La sede vampírica era una gigante fortaleza, como un castillo negro que se alzaba en las profundidades de las sombras creadas en una olvidada cueva.

Parecía que su misión era más suicida que nunca.

Uno a uno, vampiros fueron posicionándose frente ellos, guerreros listos para dar batalla. Naruto como el esclavo de Shion, había roto las reglas del contrato, y ahora, el asesinato estaba nuevamente a disposición de la loca rubia que señaló a sus enemigos con una mano.

Sasori cerró sus ojos sintiendo lástima por quienes creyeran que Shion sólo tenía la habilidad de crear agujeros negros.

PUUUUUUUUUUUUUUUUUUM

La sangre fue esparcida en el suelo y la tierra se tiñó de rojo.

Cómo latas de aluminio los cuerpos de los vampiros habían sido aplastados por una onda de gravedad.