GUERRA DE CLANES

CAPITULO 11: CONSECUENCIAS.

Despertó sintiendo cada músculo tensarse y arder.

—Maldición... — Musitó luego de intentar incorporarse sin lograrlo.

—Me alegro que te duela.

La voz tan familiar y molesta lo recibió.

—Si me vas a regañar, por lo menos espera a que pueda levantarme.

— ¿Sasuke, no entiendes que casi te matas?

—No exageres, sólo fue un partido de fútbol.

— ¡No hablo del partido, pequeño y estúpido hermano menor! El sellarse a ti mismo te expone completamente a otros peligros, ¿Que ibas a hacer si te atacaban?

— ¿Quien? – Preguntó aburrido.

— ¡Hombres bestia! —Respondió con lo primero en su mente.

—Estamos en la escuela, aquí no hay hombres bestias.

— ¿Y qué harías cuando el sello se terminará?

—Me iría temprano a casa.

—Te lo dije ayer, cuando el sello se remueve te conviertes en un monstruo, la sed de sangre te controla completamente, si el sello se hubiera terminado en el partido, todos estarían muertos.

—Jamás les haría daño... — Posiblemente... al menos, no a Naruto.

—Vámonos ya.

— ¿Te irás conmigo?

—Tonto hermano menor, ¿Quién va a evitar que nuestros padres te encuentren en ese estado si no estoy yo ahí?

— ¿Has... visto al chico con el que nos topamos ayer? – Necesitaba cambiar de tema. ¿Y qué mejor que algo que si le interesaba?

— ¿El rubio mayor o el rubio menor?

—El menor, idiota.

—Está afuera.

— ¿¡Afuera!?

—No se ha movido de ahí. —Dijo mientras movía la cortina de la ventana. El susodicho podía observarse sentado en una banca fuera de la enfermería junto a 10 personas o más. La enfermera había intentado que se fueran, pero ninguno accedía. – Tienes buenos amigos.

—No son míos, son de él.

— Mmmmh... Es como un imán de personas.

—Sí, lo es.

Itachi pudo notar la casi imperceptible sonrisa de su pequeño hermano.

—Sasuke... Creo que no deberías juntarte más con él, es el segundo día que se conocen y ya estás así.

—Yo también lo creo...

— ¿¡Cuando voy a poder ver a Sasuke-ttebayo!? — Se escuchó un grito que Sasuke reconoció enseguida.

—Naruto cállate, la enfermera ahora si nos va a sacar. — Ese era Shikamaru.

—Tsunade-sama dijo que estaba bien, así que Sasuke-kun no debe tardar en despertar. — ¿Sakura también estaba ahí?

— ¡Las llamas de la juventud de Sasuke no se extinguirán por esto!

—Cállate Lee, ya estás como Naruto. ¡Neji, dile algo!

—Sabes cómo es, Tenten, ¿cierto, Shino?

—Sí, ¿Chouji, podrías no comer en mi oreja?

—Lo siento, ¿Tú no quieres, Ino?