CAPÍTULO 6: DECISIÓN.

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— ¡Deidara! — Gritó felizmente.

—Suelta a mi hermano, bastardo. — Deidara parecía realmente molesto.

Itachi se quedó petrificado por un momento, ¡era el chico con el que se había topado en la mañana, y su hermano era el rubio que estaba abusando de Sasuke!

—Tu hermano estaba por golpear al mío. — Contestó.

El rubio de cabello largo podía estar guapo y ser la perfecta octava maravilla del mundo, pero Sasuke era Sasuke, y lo defendería.

— ¡Naruto! — Gritó Deidara exigiendo una explicación.

— ¡Él estaba a punto de gritarle a Sakura-chan!

— ¡Sasuke! — Está vez era Itachi quien exigía explicación, él no lo había educado así.

—Ella se me insinuaba. — Se defendió con indiferencia, no era la primera ni la última que le hacía eso.

La chica se sonrojo violentamente dándole la razón a Sasuke.

— ¡Sakura-chan! — Gritó dolido el rubio.

— ¡Ok, Ya basta! — Detuvo Itachi — Sasuke, vámonos.

Caminando en dirección hacia el estacionamiento y dándole una última mirada a Deidara, se retiró con Sasuke siguiéndolo.

— ¡Sasuke-kun, espera!

Los hermanos Uchiha se detuvieron, girándose hacia la chica.

—Sakura, no me importas en lo más mínimo. — Sin evitar mirar al rubio que hace unos momentos lo tenía acorralado, añadió burlonamente. — Ni tú, ni NADIE.

Itachi sonrió satisfecho.

Y Naruto solo sé quedo ahí.

— Vámonos, Naruto. — Ánimo el Mayor. — No tienes el uniforme y llegaste tarde, la directora no te quiere aquí hasta mañana.

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—Entonces... ¿me vas a decir lo que pasó hace unos momentos? — Preguntó Itachi.

— Nada interesante. — Sasuke parecía molesto. Otra vez. — ¿por qué volviste?

Era ahí la cuestión.

Itachi había entrado a su casa topándose con su madre, quien parecía estar doblando la ropa.

— Madre. — Saludó.

La mujer alzó la vista hacia él y le dedicó una cálida sonrisa.

— Mira esto...— Dijo alzando un pequeño traje de marinerito. — ¿No es hermoso?

— ¡Oh!, era de Sasuke, ¿no?

— Sí, ha crecido tanto.

— No llores, él estará bien, Yo estaré con él.

— Eso me tranquiliza, por cierto... ¿Le diste su almuerzo verdad? — Preguntó cambiando de tema, Sasuke era un tema muy sentimental para todos en la casa, incluso para su esposo.

— ¿Ah?, habías dicho que se lo darías tú.

—No, se suponía que tú se lo darías.

—...

—...

—...

— ¿O si era yo? — Cuestionó inocentemente.

Itachi no espero confirmación, tomo las llaves de su auto y regreso de vuelta a la academia, recordando en el camino a un pequeño Sasuke de 4 años vestido de marinerito.

Su hermoso recuerdo termino cuando al llegar, vió a su inocente hermano siendo abusado por un maldito rubio.

— ¡Itachi! — Gritó Sasuke.

— ¡¿Que!?

—Joder... llevo 10 minutos gritándote, te preguntaba, ¿Por qué volviste?

—Ah... por nada, solo tenía que regresar unos documentos —Mintió— ¿No tienes hambre?

— ¡Ja! No tienes ni idea...

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— Entonces... ¿Qué mierda sucedió allá? — Interrogó Deidara mientras manejaba de vuelta a casa. Su hermano quién estaba de copiloto, de un momento a otro parecía bastante nervioso y enfermo.

— No tengo ni puta idea. — Naruto recargó la cabeza entre sus piernas intentando contener sus ansias de salir corriendo.

— No te ves nada bien.

— Solo... Necesito correr un rato.

— Entiendo...tranquilo, llegaremos pronto al bosque.

— Acelera.

— ¿Eh?

— ¡Acelera! — Demandó mostrando ojos carmesí.

— ¡Joder! — Deidara piso el freno y Naruto no espero más. — ¡Naruto! —Sin poder evitarlo, Solo pudo ver al rubio correr en medio de los pocos árboles que daban al bosque. —Joder, joder, joder. — Saco su celular y marco a la única persona que podría ayudarlo en ese momento.

— ¿Qué sucede? — Se escuchó la voz al otro lado.

—Él...Ah.... él... se fue... yo — No podía hablar, su hermano acababa de perder el control frente a él, una vez más.

—Tranquilo, respira, ¿Dónde están? —La calmada voz lo hizo tranquilizar en seguida.

— Eh... Fuera de la reserva del bosque, el... corrió dentro, así que... no creo que esté lejos. —Finalmente dicho eso, se giró una vez más divisando como una parvada de pájaros salía de entre los árboles donde Naruto se había perdido hace unos minutos. —Tenemos que encontrarlo.

—Tranquilo, ya vamos para allá.

Deidara terminó la llamada y se aferró duramente al volante.

Estaba cansado de ver como las personas que amaba sufrían, y él no podía hacer nada.

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— Bienvenidos — Recibió Mikoto al ver a sus hijos entrar. — ¿Cómo te fue querido?

—Bien, le gustó a una loca. — respondió Sasuke irónicamente.

—Y a un rubio. — Añadió Itachi.

— ¡Cállate!

— No te preocupes hermanito, si se te acerca... lo asesino.

— Parece que les fue muy bien. — Mikoto conocía a sus hijos, y ambos parecían el día de hoy muy... alegres.

Itachi reía por la rabieta de su hermano, pero calló al escuchar la puerta de la mansión abrirse.

— Sasuke, Itachi, han llegado. — Fugaku entró al salón justo en el momento en que todos callaban. — ¿Qué sucede?

— Nada. — Contestó Sasuke, lo que menos quería era que su padre se enterará de su "maravilloso" primer día de escuela.

— ¿Sucede algo? — Consulto Itachi al notar a su padre vestido en su traje ceremonial de batalla.

Mikoto sabía lo que su esposo anunciaría, aunque eso no la hacía estar de acuerdo.

—Iremos a la guerra —Anuncio sin preámbulo y girándose hacia su hijo menor añadió; — Sasuke... Tú serás mi guerrero.

GUERRA DE CLANESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora