Naruto Uzumaki, el próximo heredero del clan de hombres bestia. Tras volver de un exhaustivo entrenamiento junto a su abuelo para tomar su lugar como líder, conocerá en un afortunadamente incidente a Sasuke Uchiha, un chico tan hermoso como arrogant...
— ¿Eh, A dónde vas? — Preguntó Shikadai al verlo dejar su mochila y luego dirigirse a la puerta. No había sonado la campana para iniciar las clases, pero aún así esa acción era rara en su... Mejor amigo.
— Baño.
Una mentira.
Pequeña, cruel y definitivamente sin intención de herir.
Pero aún así cargada como una bala del más puro y deprimente dolor.
Vas a verlo a él.
— Ya veo, no tardes.
— No lo haré.
— ¡Y Menma! — No vayas. — No te metas en problemas .
— Estaré bien, sólo iré a solucionar algo. .
. .
Decidió.
Justo como lo había dicho su madre la noche anterior. El dudar no era común en él, siempre se había enorgullecido de todas y cada unas de sus acciones, pero el haber mordido a Charasuke lo había hecho dudar por alguna razón, preguntándose si había estado bien o no el hacerlo.
¿Por qué? No lo sabía, pero sus pensamientos quedaron suspendidos cuando lo sintió.
Estaba cerca. Casi como si el olor a rosas lo abofeteara de lleno en el rostro.
No debía faltar mucho para poder llegar a él.
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— ¿Está es tu manera de saludar? — Preguntó intentando entablar una conversación. — ¿Por qué estás atacandome?
Sin que contestaran su pregunta, Menma observó al chico del que se había vínculado darle un suave punta pie al suelo, y seguido de eso, lianas de espinas enredarse en la muñeca de este en una especie de látigo...
Látigo que dirigió a su rostro.
¡TRASH!
El certero impacto golpeó la estructura del lugar levantando una cortina espesa de humo que fue disipada por el mismo chico que la creo.
Charasuke busco entre los escombros sin encontrar más que vacío.
— ¿Dónde...?
— ¿..Estoy? — Finalizó la pregunta en su oreja.
Sin pisca de duda, el látigo se arrojó nuevamente al dueño de aquella voz.
¡TRASH!
Sin embargo, una vez más no había nadie que recibiera el impacto para entonces.
— Es por la teletransportación. — Respondió a la pregunta no dicha. — En mi familia, es una técnica que pasa en herencia de generación en generación, es por ello que ninguno de tus ataques puede daña-....
