Mi Discípulo murió una vez más

Capítulo 11: La Nueva Habilidad del Maestro

Las intenciones reales del pequeño gordito fueron expuestas frente a todos, sin embargo, él se volvió aún más complaciente.

-Ya he alcanzado el primer nivel de Esencia, mientras que ustedes todavía no han comenzado a cultivar. Naturalmente, debería ser yo el primero en la fila.

Todo estaba claro ahora. En realidad, era un caso provocado por los asuntos relacionados con hacer fila para recibir las tablillas. Zhu Yao estaba a punto de dar un paso adelante, pero en ese momento, sus mangas fueron tiradas. Ella fue detenida por un discípulo vestido de blanco que se encontraba a su lado, y era éste mismo que trajo a los nabitos. El pequeño Wang parecía referirse a él como el hermano marcial sénior Qin.

-Esta hermana marcial júnior, es mejor no meterse en asuntos como este. -El discípulo de apellido Qin le lanzó un ojo señalando a ese pequeño gordito, y dijo en voz baja-: Él es el hijo del primer discípulo de la Montaña de la Refinación de Artefactos y posee las Dúo venas espirituales de agua y madera por lo tanto está destinado a ingresar en la Secta Interna. Lo mejor es hacerse a un lado y evitar meterse en problemas.

Así que es una cuestión de estatus, eh. No es de extrañar que nadie intervenga. Solo que, ¿está bien no darle una lección después de golpear a alguien? Ellos son niños, después de todo. Mientras pensaba en esto, el Pequeño Wang ya había terminado de lidiar con el asunto, estableciendo el orden de la cola según la altura, con el más chico en la posición de adelante. Era evidente que él era muy apreciado por este grupo de niños, ya que los pequeños nabos parecían haberlo tomado como su figura líder.

Al final, el pequeño gordito fue puesto en segundo lugar en la fila de atrás, y como Wang Xuzhi era el más alto, fue puesto hasta el fondo. Aunque el pequeño gordito estaba un poco insatisfecho, no lo expresó directamente.

-Oye, oye, esposa, párate aquí. -Después de que Wang Xuzhi se puso en su lugar, apuntó su espalda y le hizo señas a Zhu Yao para que viniera.

Él logró hacer que las esquinas de sus labios se contraerán. Mirando los extraños ojos que la rodeaban y que estaban dirigidos hacia ella, de repente tuvo el impulso de pellizcarlo hasta la muerte. Wang Xuzhi miró a su figura inmóvil, pensando que no estaba satisfecha con estar justo en la parte posterior, apretó los dientes, dio un doloroso paso atrás y señaló la posición ahora abierta frente a él.

-¡Si no, yo puedo permitirte que te pares frente a mí también!

La expresión de Zhu Yao se oscureció aún más. Sin embargo, al ver su expresión seria, no tuvo más remedio que acercarse. Entonces levantó al Pequeño Wang y le dio unas fuertes nalgadas.

En otro lado, el pequeño Wang tomó unas respiraciones profundas debido al dolor, pero extrañamente no gritó y miró a Zhu Yao con una expresión misteriosa, y después volteó la cabeza lentamente hacia un lado.

Oye, oye, ¿cómo es que un joven como tú se sonroja?

Sin entender los pensamientos del mocoso malcriado, decidió ignorarlo, pero de pronto sintió ser empujada por alguien. Mirando hacia adelante, de pie frente a ella estaba el pequeño gordito, y por casualidad, el niño que fue golpeado, estaba en la cola justo frente a él.

El pequeño gordito aprovechó la oportunidad cuando nadie estaba mirando, y con un apretón de sus nalgas, logró escabullirse en la tercera posición desde la parte de atrás. Incluso giró su cabeza e hizo una mueca de burla hacia el chico detrás de él.

Ese chico llamado Xiao Yi, no consiguió equilibrase bien, y casi se vuelve a caer. Apenas levantándose, miró a el pequeño gordito frente a él con una cara llena de odio. Apretando con fuerza sus pequeños puños, murmuró algo. Su voz era suave, no era lo suficientemente alta como para que nadie más la oyera, pero Zhu Yao, quien estaba justo detrás de él, pudo escucharlo muy claramente.