Mi Discípulo murió una vez más

Capítulo 110: Una Bestia Responde con una Sola Llamada.

Después de mirar de nuevo al niño, Zhu Yao se retiró de la habitación. En realidad, la razón principal por la que ella se quedó aquí fue por Yue Hanxin. Teóricamente, el nacimiento de ese bug se debió al conflicto entre ella y Mu Meiyan. Ambas partes eran responsables, por lo tanto, ella había pensado que Yue Hanxin también era un bug. Afortunadamente, la cara de Yue Hanxin estaba muy limpia y no había ni una sola letra en ella.

En otras palabras, ella solo se tenía que concentrar en defenderse contra Mu Meiyan. Inicialmente, ella había querido quedarse descaradamente por unos días más, ya que habría sido mejor tratar con la raíz del problema. Sin embargo, después de ver esa sombra detrás de ella, Zhu Yao cambió de parecer.

Aquel golpe en esa noche, ella sintió que no podía aguantarlo.

Pero, ¿qué demonios era esa sombra detrás de ella?

Hubiera sido genial si su maestro todavía estuviera cerca, y ella podría preguntarle al respecto. Actualmente, ella no tenía más opción que andar por las ramas y preguntarle a Zi Mo.

Zhu Yao invocó su espada voladora. Después de reflexionar por un momento, ella sacó un talismán y lo convirtió en una grulla de papel transmisora de voz. Este contenía sus instrucciones para que Qi Han cuidara bien a los niños y que ella se estaría yendo. Sólo entonces abandonó el lugar con su espada voladora.

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La Secta Celestial Indo estaba en la esquina de un bosque, y este bosque era incluso el territorio de las bestias demoníacas. Cuanto más profundo ella iba, más bestias demoníacas había. Y en el centro del bosque, estaba el Reino Demoníaco. Según las leyendas, era un lugar donde solo vivían bestias demoníacas.

Ningún humano había ido nunca allí, porque el Reino del Río estaba ubicado en el centro. El Reino del Río era como una zona mágica prohibida, que impedía a todos los practicantes de la deidad ejercer el más mínimo poder espiritual. Lo mismo también les sucedía a las bestias demoníacas. Sin embargo, los humanos no podían compararse con el enorme tamaño de las bestias demoníacas. En términos de ventajas, ellas eran más fuertes que los humanos, y eran capaces de aplastar a unos cuantos humanos con solo sentándose. Así pues, al parecer, ningún practicante iría allí para cortejar a la muerte.

Inicialmente, Zhu Yao había querido regresar a la Secta de la Antigua Colina, y ella definitivamente tenía que viajar a través de este pequeño bosque en el camino. Sin embargo, justo después de volar, de repente cambió de opinión.

Porque ella recordó un escenario, que estaba relacionado con esta zona mágica prohibida.

Por lo que, ella se dio la vuelta y voló hacia las profundidades del bosque. Después de que Mu Meiyan reencarnó, la razón por la que ella pudo ir contra Yue Hanxin, aparte de Wu Song, quien se había entrenado en el camino del Demonio, había otra gran fuerza que la ayudó. Era esa deidad la que había caído en una crisis. A pesar de que él no podía resistir el Dao Celestial y había caído, los artefactos divinos y las píldoras divinas fueron de gran ayuda para ella.

Esos eran objetos que pertenecían al Reino Superior, y sus poderes destructivos eran más que asombrosos. El artefacto divino llamado Mito de Fuego, ese que destruyó la Secta de la Antigua Colina en aquel entonces, era capaz de liberar llamas negras, que no podían ser extinguidas solo con artes místicas. Naturalmente, las llamas se propagaron con la ayuda del viento, y después de arder durante un solo día, ni un solo discípulo quedó vivo en la Secta de la Antigua Colina. Incluso la superficie del océano se había hundido bastante.

Mu Meiyan, quien había poseído a pequeña rábano, creía que esta acción suya era justa, ya que ella reclamó bellamente que era para tomar venganza por la antigua dueña del cuerpo.