Mirando las diez mantas apiladas sobre su cuerpo, que estaban impidiéndole moverse, Zhu Yao se sintió extremadamente incómoda. No solo eso, no estaba claro cuándo comenzó, su maestro estaba parado junto a ella, y con sus manos, estaba levantando tranquilamente la undécima manta, con aspecto de estar a punto de aplastarla.
—Maestro... —Zhu Yao estaba un poco desanimada, ¿era el nuevo método inventado por su Maestro para despertarla? Debo decir que tú ganas.
—Mn —Yu Yan respondió con indiferencia.
Sin dejar rastro, guardó la undécima manta, y por su expresión tranquila y serena, pareciera que no era la persona que había vigilado a su discípula junto a su cama toda la noche.
—¿Cómo está tu cuerpo? —Mientras decía eso, su mano ya se había extendido a su muñeca para checar su pulso.
Zhu Yao, quien fue interrogada acerca de su tía a primera hora de la mañana, se sonrojó completamente. Pero, al ver la expresión seria de la persona que la interrogó, reunió valor y respondió:
—Mucho mejor. —Como si quisiera demostrar que de hecho estaba sana, trató de levantarse.
Después de confirmar que no había anormalidades en su pulso, Yu Yan finalmente se sintió a tranquilo. Retirando su mano, le dijo que descansara más, y que no se levantara con tanta prisa. Mirando que el cielo ya se había vuelto brillante, recordó el pedido de su discípula de beber agua con azúcar morena. Dio media vuelta y se dirigió a la cocina.
—¡Maestro, espera un minuto! —justo cuando giró su cuerpo, la discípula detrás de él le estiró las mangas. Cuando él se volteó, vio el rostro de su estúpida discípula que parecía que estaba a punto de llorar, como ella dijo lastimosamente—. ¿Te importaría sacarme? Me están presionando las mantas, no puedo salir sola.
...
Cinco días después, la tía de Zhu Yao se marchó pero durante esos cinco días, ella definitivamente vivió en pura miseria. Olvídate de su maestro, quien se la pasó todo el tiempo cosiendo y haciendo sus toallas sanitarias, la Montaña Bosque del Jade, que por lo general era tranquila y serena, de repente se puso animada. Todos los días, habría oleadas después de oleadas de discípulos dirigiéndose a la montaña con el propósito de enviarles suministros de azúcar morena y antes de irse, siempre la mirarían con curiosidad. Ella sentía como si toda la secta supiera que su tía estaba aquí.
Un cuenco de agua con azúcar morena también aparecería en la mesa para cada comida. Después de haberla bebido tanto, ahora sentiría náuseas con solo ver el agua. Al fin y al cabo, los cuencos de agua azucarada eran preparados por su maestro, no había nada más que pudiera hacer sino morder la bala y beberlos todos. Por lo tanto, en el momento en que su tía se fue, ella claramente, sin rodeos, y firmemente expresó que ya no los necesitaba. Solo entonces su maestro finalmente detuvo sus acciones de "envenenamiento".
Debido a este incidente, Zhu Yao estaba profundamente preocupada por su vida de cultivación. Este maestro suyo, mirándolo desde todos los aspectos, tenía que decir que no estaba insatisfecha con él. Apuesto, alto nivel de cultivación, alto estatus, e incluso agregó puntos de experiencia en todas las habilidades posibles de la vida. El punto principal es, que él es enormemente bueno con ella, su discípula. El único defecto era... le faltaba un poco de sentido común.
Así es, sentido común. Al igual que este incidente, si no fuera por su comportamiento extremadamente sincero, ella habría creído que tenía un hoyo en el cerebro.
Ella se preguntaba cómo él pudo sobrevivir tantos años.
Se veía como que tenía que darle recordatorios de vez en cuando en el futuro, después de todo, ella era alguien que había experimentado la vida de dos mundos diferentes. Con alguien que era como un montón de preocupaciones como su maestro, parecía que no era posible para ella vivir su vida en tranquilidad como una practicante.
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Mi Discípulo murió una vez más
De TodoEl Venerado Maestro, Yu Yan, conocido como el número uno en el mundo de la cultivación, esperó durante dieciséis mil años, para por fin tomar un discípulo. Él le enseñó cuidadosamente y la cuidó diligentemente. Él la observó crecer como poco a poco...