Mi Discípulo murió una vez más

Capítulo 13: Maestro tiene Buenas Habilidades

El Soberano Yu Yan, como la persona titulada como la número uno en el mundo de la cultivación, había pasado muchos miles de años desde la última vez que sufrió un herida, para ser precisos, habían pasado miles de años desde que alguien se atrevió a actuar en su contra. Las personas que se atrevieron, o se habían sido convertidas en huesos, o ya habían ascendido. Pero, él fue golpeado una vez más ayer por la mañana y la persona que se atrevió a actuar en su contra, fue el precioso discípulo que había esperado durante estos diez mil años. Con un sonido 'pa', una fuerte y sólida bofetada aterrizó en su mejilla izquierda. Su cara estaba bien, pero la mano de su discípula se enrojeció.

Yu Yan completamente no podía entender. Él solo quería ver la herida de su idiota discípula, ¿por qué tenía que reaccionar de esa forma? No solo no le permitió mirar, ¿incluso actuó contra él? A decir verdad, estaba un poco asustado por el penetrante grito que expulso de su discípula. Por lo tanto, no tuvo más remedio que tomar la siguiente mejor opción, dejar atrás algunas medicinas que podrían detener su sangrado.

Tenía que pensar con claridad, ¿qué le pasaba a su discípula? Aunque siempre supo que ella no era muy brillante, esta fue la primera vez que tenía una reacción tan violenta. Y la palabra que claramente gritó, "****", ¿se estaba refiriendo a él?

Desde que era joven, había vivido en el Bosque de Jade, el número de personas con las que tenía contacto era muy limitado. A pesar de que a menudo se había ido a entrenar en el mundo exterior cuando era joven, había pasado mucho tiempo desde entonces, y pasaba la mayor parte del tiempo quedándose en su Montaña, esperando a que apareciera un discípulo de la vena espiritual del rayo. Entonces, las cosas que sabía sobre este mundo eran bastante limitadas. ¿Cuál era el significado de "****"? ¡Su maestro nunca le había enseñado eso antes!

Para proteger su prestigio como su maestro, y para comprender claramente la razón del extraño comportamiento de su discípula, el Soberano Yu Yan quien se había encerrado durante más de diez mil años había decidido visitar el reino de los mortales.

Con el espíritu para aprender, se sometió a una investigación sobre el terreno. (Por supuesto, usó el Arte de la Invisibilidad). Después de pasar un día entero volando alrededor del mundo, finalmente entendió que su discípula en realidad no estaba herida, pero era un fenómeno natural que solo les ocurría a las mujeres. El reino mortal lo llamó "período".

Yu Yan soltó un suspiro de alivio, al fin pudo calmarse. Es bueno que ella no esté herida. Pero ahora, surgió un nuevo problema. ¿Por qué su discípula no le permitió mirar? Desde que era un fenómeno natural, ¿por qué tenía que ocultarlo? ¿Era porque tenía miedo de ser regañada? Pero él nunca antes la había regañado. No importa cuanto lo pensara, Yu Yan no podía entender los pensamientos de su discípula. Al final, solo pudo considerarlo así, su discípula era un idiota. ( - - )

Después de haber entendido algunas medidas, Yu Yan abandonó el reino de los mortales y regresó con extrema rapidez. En el momento en que entró en la habitación, lo asalto un denso olor a sangre, Yu Yu frunció aún más el ceño. Él lanzó un arte místico de tipo viento, y el olor se aligeró.

Y esa idiota discípula suya, ya se había desmayado en la cama la cual estaba completamente manchada de sangre. Yu Yan se acercó y utilizó el Arte de Eliminación de Suciedad para limpiar las manchas de sangre en su cuerpo y la cama. Luego, él la levantó y le dio de comer una botella de poción para Aumentar la Esencia de la Sangre. Al ver que sus cejas retorcidas se habían relajado un poco, finalmente se sintió aliviado. La colocó muy bien en la cama, y ​​después la cubrió con su manta.

Observándola, él todavía no era capaz de calmarse. Sacó la Seda Milenaria de Hielo de su bolsa de almacenamiento, la transformó en una manta y la cubrió muy bien sobre ella. Después de confirmar que no se fuera a resfriar, agitó su mano y las velas se encendieron. Luego, silenciosamente sacó otra tela blanca que brillaba con una tenue luz y un par de tijeras.