Mi Discípulo murió una vez más

Capítulo 172: Discípula, Vamos a _____

—Deidad Suprema. —Xu Nuoyan miró a Yu Yan y lo saludó—. Hermana marcial júnior y yo ya habíamos llevado a cabo la ceremonia de pareja practicantes, sin embargo, esta fue interrumpida por una persona con malas intenciones.

»Causando que mi hermana marcial júnior tenga inquietudes en parte es mi culpa. Pero a partir de hoy, yo la cuidaré con todo mi corazón, y espero que Deidad Suprema se sienta segura al entregármela.

¿Entregársela? La expresión de Yu Yan se volvió tan oscura como la parte más profunda de una olla, y luego, miró a su propia discípula.

Cada una de las palabras de Yu Yan eran tan frías, que se sentía como si pudieran brotar flores de hielo.

—¿Ceremonia de pareja practicantes?

—¡No! —Zhu Yao saltó de la furia. Claramente, ya había sido cancelado. No digas cosas que puedan causar malentendidos, oye—. ¿Quién se convirtió en la pareja practicante de él?

—Hermana marcial júnior, ¿me estás culpando? —la expresión de Xu Nuoyan se volvió aún más triste—. No te preocupes, a partir de hoy, no permitiré que nada triste te vuelva a suceder.

—¿Qué tiene que ver eso conmigo? —esta persona debe haberse vuelto loca, ¿verdad? ¿Por qué vino aquí y dijo palabras tan engañosas? ¿No era Mo Xianxian la persona que amaba?— Ya lo he dicho ese día. Nuestra ceremonia de pareja practicantes fue cancelada, y para nosotros casarnos es imposible. ¡Nunca pasó en ese día, y nunca pasará en el futuro!

—Hermana marcial júnior, sé que estás enojada conmigo. —Él dio una mirada de "no actúes tan enojada"—. Pero, esperaré el día en que lo pienses bien. Desde el día en que el Maestro del Clan me prometió a ti, yo, Nuoyan ya he decidido que serías la única persona en mi vida, y no permitiré que sufras los más mínimos agravios. Deidad Suprema...

De repente él se volvió hacia Yu Yan de nuevo. Levantando una mirada que expresaba su determinación hacia un sénior, levantó la mano y juró:

»Mi corazón hacia mi hermana marcial júnior está claro bajo el sol y la luna, si hay un poco de pretensión, yo estoy dispuesto a ser golpeado por cinco rayos en la cabeza, dispuesto...

—¡Lárgate!

—¿Ah? —Xu Nuoyan se quedó en blanco después de la mitad de sus votos, y por un momento, no pudo entender—. Deidad Suprema...

¡Boom boom boom!

Cinco rayos celestiales, cayeron directamente en la cabeza de Xu Nuoyan.

Realmente son cinco rayos directos a la cabeza, eh.

—¡Deidad Suprema! —exclamó Xu Nuoyan, mientras se apresuraba a subir al cielo con su espada.

Él huyó a las afueras de Pico Caída, y cinco rayos celestiales iban persiguiendo sin descanso su trasero.

Solo entonces Yu Yan se volvió para mirar a su estúpida discípula.

Zhu Yao simplemente sintió que su corazón tembló por un momento.

—¡Maestro, déjame explicarte! —ella realmente no estaba familiarizada con él.

Sin embargo, la expresión de Yu Yan se volvió aún más fría. Agarrando a Zhu Yao, en un instante, ellos ya habían regresado a la cabaña de paja.

Cuando Zhu Yao recobró el sentido, alguien ya estaba presionándola sobre la cama.

—¿Pareja practicante?

Un cierto maestro se había vuelto completamente loco. Zhu Yao aparentemente pudo ver las llamas de furia surgiendo alrededor de su cuerpo.

Con énfasis en cada palabra, era como si él las estuviera expresando mientras apretaba los dientes: