Mi Discípulo murió una vez más

Capítulo 155: Entrando al Palacio de la Nube de Adviento

—Después de esto, siempre que logren llegar a la formación de teletransportación que está frente y trasladarse a la Sala de Domefair, pasarán la tercera prueba.

La deidad que vino a guiarlos señaló la pequeña colina flotante.

La altura de la pequeña colina no parecía pasar de una docena de metros, y su cima era plana. En ella se podían ver unas brillantes inscripciones, las cuales parecían ser de una formación activada. Sin embargo, de donde ellos estaban parados, parecían estar a una distancia de varias docenas de metros desde la colina flotante, y grandes nubes estaban en el centro separándose entre las dos tierras. Los dos lados eran tan altos, que era imposible ver el suelo debajo de ellos. Si por descuido uno cometiera un error y resbalara, lo más probable es que no sobreviviría.

Sin embargo, como los que se habían convertido en espíritus, ¿cuántos de ellos no sabrían técnicas de vuelo? Especialmente cuando se trataba de aquellos monstruos espirituales que se convirtieron en espíritus siendo de alguna de especie de ave, ellos solo necesitarían unos cuantos aleteos de sus alas para llegar al otro lado. Esta tercera prueba era en verdad un tanto fácil.

—¿Está bien, siempre y cuando pasemos al otro lado? —preguntó con seriedad un espíritu lobo de la montaña. Todos no se atrevían a creer que la última prueba sería tan fácil.

La deidad que los recibió asintió.

—Siempre que lleguen a la Sala de Domefair, serán discípulos oficiales del Palacio de la Nube de Adviento.

Sólo entonces los espíritus se sintieron tranquilos. Varios de ellos habían comenzado a volar con sus artefactos divinos de transporte activados, o con el uso del Arte de Montar en la Nube. En el momento en que aterrizaron en el suelo, ellos fueron envueltos por la luz blanca dentro de la formación, y sus figuras desaparecieron. Lo más probable es que ya habían sido enviados a esa Sala de Domefair. El camino era liso, sin que se viera alguna irregularidad.

Con alguien liderando el camino, el resto de los monstruos espirituales también comenzaron a volar.

—Jefa, vayamos también. —Goudan señaló la formación de en frente, y se puso un poco ansioso—. Casi todos se han ido.

Zhu Yao no respondió, en cambio, miró hacia abajo a las capas de nubes entre las dos tierras. La esquina de sus labios no pudo evitar que se moviera por unos momentos, y su expresión se oscureció.

Porque, sobre esas nubes blancas, se podía ver un conjunto familiar de palabras, escritas en una fuente Arial grande.

"¡Vamos, písame si te atreves!"

¿Qué pasa con este arrogante y molesto spoiler? Realmspirit, el cheat que me diste esta vez es una versión de broma, ¿verdad?

Por un momento, Zhu Yao sintió que le picaban los pies. Sin embargo, al ver que ella no se estaba moviendo, las palabras brillaron y, comenzaron a moverse de un lado a otro.

"No te atreves a pisarme, ¿verdad? ¡Idiota!"

"Vamos, ¿por qué no estás pisando?"

"¡Písame, ven y písame!"

"Si no me pisas, eres un mono".

Aiya, mira este genio de ella. Levantando su pierna, Zhu Yao dio un paso hacia las capas de nubes blancas. Ella no invocó su espada voladora, ni lanzó ninguna técnica de vuelo.

—¡Jefa! ¿Qué está haciendo? —Goudan se sobresaltó, mientras extendía la mano para agarrarla por la sorpresa—. Se caerá... ¿Eh?

Antes de que él pudiera terminar, se dio cuenta de que el cuerpo de Zhu Yao se había detenido en medio del aire. A pesar de que ella estaba pisando el vacío bajo sus pies, su estabilidad parecía estar pisando una especie de suelo plano. E, incluso ella había pisoteado con fuerza algunas veces, sin embargo, no parecía que se iba a caer en algún momento.