Mi Discípulo murió una vez más

Capítulo 130: ¿Qué Tiene Eso Que Ver Conmigo?

Así es, Zhu Yao, como la fan número uno de Star Wars, creó un sable de luz. Y, dentro de este, agregó una combinación de formaciones y artes místicas de los cinco elementos, creando una versión mejorada. Antes, ella solo había estado pensando en cómo podía separar la sombra del cuerpo de Mu Meiyan. Entonces, ella pensó en la moderna tecnología de corte por plasma. Después de todo, ¿qué podría ser más efectivo que los láseres de plasma?

Sin embargo, quién hubiera pensado que ella logró dar un golpe de suerte, ya que esa sombra era en realidad un Demonio. Los Demonios eran una raza nacida de la oscuridad, y la luz era la única arma que podía suprimirlos, por no hablar de los láseres que había mejorado.

Zhu Yao trató de explicar la teoría detrás de los láseres a su maestro; pero, desafortunadamente, la brecha generacional entre personas de dos mundos diferentes era simplemente demasiado profunda para llenarse. Cuanto más ella trataba de explicarle, más cosas empezaban a desarrollarse en una dirección extraña.

Hasta que Yu Luo vino a buscarla.

—Maestra, alguien solicita tu audiencia... —la voz de la pequeña rábano era un poco extraña, y también tenía un poco de titubeo.

Zhu Yao le lanzó una mirada a su maestro, hasta que su figura desapareció lentamente. Después de mantener el colgante de jade sobre la mesa, ella abrió la puerta con un gesto de la mano.

—Adelante.

Yu Luo entró con una expresión complicada y un hombre la seguía detrás. Con una larga túnica azul claro, su apuesta cara parecía tener un poco de indecisión y también parecía estar un poco desanimada. Él era Wu Song, a quien habían visto no hace mucho. Fue entonces que Zhu Yao comprendió el comportamiento anormal de Yu Luo.

—Saludos a Soberana. —Wu Song le hizo una reverencia a Zhu Yao, y estaba siendo incluso más respetuoso que cualquier otro momento en el pasado.

Las cejas de Zhu Yao se crisparon. Había un sentimiento indescriptible en su corazón. Aparte de Yu Luo, se podría considerar a Wu Song como el niño al que ella le prestó más atención, sin embargo, él también fue la persona con la que más se sintió decepcionada.

—Me pregunto para qué ha venido Maestro de la Secta Wu a mi Montaña del Bosque de Jade.

Wu Song se quedó en blanco, y su expresión palideció un poco. Él podía escuchar el sarcasmo en las palabras "Maestro de la Secta". Sin embargo, recordando la difícil situación en la que está Vuelo Azul, no tuvo más remedio que apretar los dientes y continuar.

—Este discípulo está aquí para invitar a Maestra de la Secta a que regrese a la montaña.

—¿Regresar a la montaña? —Zhu Yao se rio—. ¿Regresar a cuál montaña?

Wu Song se avergonzó aún más hasta el punto de que deseaba morir, pero, una vez más, no tuvo más remedio que terminar sus palabras.

—Actualmente el resto de las sectas están excluyendo y suprimiendo a Vuelo Azul. Todos los discípulos en la secta temen por sus propias vidas. Estoy aquí para solicitarle Maestra de la Secta que vuelva a tomar el control de la situación general.

Zhu Yao de repente sintió que era un poco risible.

¿De dónde sacaba la confianza de que ella lo seguiría para arreglar el lío de su puesto roto?

En aquel entonces, cuando ella acababa de regresar, Vuelo Azul era como el Sol en el cielo, y él no le pidió que regresara. Ahora que él ya no podía aguantar más, finalmente pensó en ella. Él la trataba como si ella les debiera en sus vidas pasadas.