Mi Discípulo murió una vez más

Capítulo 62: Verificación de identidad

Zhu Yao suspiró, disgustada con los ojos de esa persona. ¿¡Cómo podría él pensar que ella era un hombre!?

Inconscientemente, ella usó sus manos para arreglar su ropa, pero ella sintió que había algo adicional entre sus piernas, y de repente tuvo una mala premonición.

Se giró y discretamente se jaló sus pantalones...

—...

No, no, no. Definitivamente debe haber algo mal con la forma en que ella jaló sus pantalones. ¿Cómo podría tener un órgano de más? Intentémoslo de nuevo.

Ella jaló sus pantalones otra vez...

¡Y los cerró! Ella definitivamente debe estar viendo cosas.

Frotándose sus ojos, una vez más se jaló los pantalones...

Y los cerró.

—¡¡¡¡Ahhhh!!!!

Zhu Yao gritó.

¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!? ¡¿Por qué me convertí en un hombre?! ¡Esto no tiene sentido!

¿La razón por la que ella reencarnó a lado de una roca, era para hacérsele más fácil golpearse hasta la muerte?

Zhu Yao se sintió fatal y pudo sentir profundamente las malas intenciones de todo este mundo.

¡Quienquiera que seas, sal! ¡Hablemos de la vida!

—¿Pío?

Frente a ella, una luz verde brilló, y una cosa de color verde saltó.

Zhu Yao miró a este bonsái que apareció justo frente a ella, y ni siquiera estaba enraizado en el suelo. Le dio un buen susto.

—¿Qué diablos es esto?

Ese bonsái saltó hacia adelante, enroscó su pequeña rama y la frotó contra su pierna.

—Pío~

Esta voz familiar...

—¿Eres el Espíritu de la Madera?

—¡Pío! —asintió el bonsái.

—¿Por qué estás aquí? ¿Y cómo es qué creciste tanto? —Zhu Yao lo miró asombrada. En aquel entonces, cuando estaba en ese cofre, todavía era un pequeño brote, e incluso solo tenía dos hojas. ¿Cómo es que se convirtió de repente en un bonsái?

—Pío, pío pío pío pío pío... —el Espíritu de la Madera fuertemente agitó dando vueltas en el aire sus pequeñas ramas, como si le estuviera explicando.

Desafortunadamente, ella no entendió una sola cosa.

—Olvídalo. Está bien mientras estés vivo. —En aquel momento, cuando estaba en pánico, lo colocó en su sentido divino. Ella no esperaba que la siguiera después de su resurrección. Zhu Yao acarició su pequeña hoja. No llegaría a crecer en un árbol, ¿verdad?

—¡Pío! —wl Espíritu de la Madera extendió dos de sus pequeñas enredaderas, formando dos pequeños arcos. Entonces, los conectó entre sí, formando un corazón.

¿Era esto... darle un cumplido?

Zhu Yao sintió que era un poco gracioso, y acarició fuertemente su hoja, pero lo que tocó fue algo más.

—Miauu~ —Una pequeña cabeza de una bestia salió de la hoja, con una cara feroz en miniatura. Era esa bestia mística.

Por reflejo, la caricia de Zhu Yao se convirtió en una cachetada, y la cachetada fue directo a la bestia.