Capítulo 61

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Mientras caía, algunos guardias y sirvientes corrieron hacia mí.

—¡Sigan el rastro, la bola de pelos!

Algunos levantaron la vista hacia el cielo y notaron el rastro entonces lo siguieron, yo caí casi sentada y lo que más me dolió fue el trasero y la espalda, me quedé en la posición que estaba, si me muevo puede ser peor pero sorprendentemente no estoy muerta o inconsciente.

—¡Auch! Katherine... Alguien busque a Katherine.

Antes de decir algo para mí, primero ordené que encontraran a la sirvienta original.

Unas tres sirvientas se dieron la vuelta para seguir mis ordenes, lo que me visitó no era la sirvienta, la chica real debería estar inconsciente o muerta en algún lugar.

—¿Está bien? —Preguntó un guardia.

—No, en absoluto, ve a hacer preguntas tontas a otro lugar.

Uno de los soldados intentó ayudarme a levantarme, pero a pesar de notar su buena voluntad lo aparté con un golpe de energía mágica.

—Y-yo... Sólo vuelvan a hacer sus asuntos, déjenme sola.

Traté de levantarme, pero volví a tropezarme y caer, genial, fui humillada frente a los sirvientes.

Noah saltó desde la ventana cuando notó que la loca caída del cielo no era otra que su tonta prometida. Ambos pares de estúpidos salta ventanas.

Noah cayó unos segundos después, pero de pie y de forma elegante, se acercó hacia Elise y los empleados se abrieron para darle paso.

¿Como no caería de forma elegante? Él saltó de un segundo piso y yo de un cuarto.

—No la toquen. —Se agachó. —Te ayudaré a levantarte.

—No puedo permanecer de pie, me duele un poco todo, la magia de regeneración es lenta.

—Yo digo que no tanto, a esa altura hubieras quedado inválida.

—Sólo ayúdame y no digas nada.

Noah colocó una de sus manos detrás de mi espalda y otra debajo de mis rodillas. Era algo vergonzoso, sus brazos a pesar de que se veían firmes y duros la verdad eran suaves, abracé su cuello para no caerme y me levantó.

—¿Qué sucedió? —Preguntó.

—Otro intento de asesinato. —Hundí mi cara en su pecho—. ¿Eres mi Noah o un Noah impostor?

—Sólo hay un Noah, soy tu Noah, de lo contrario no habría saltado de un segundo piso tan repentinamente. Perdón, esto no habría pasado si hubiera estado a tu lado.

—Muy tarde para lamentar, si estaba a tu lado me mirarías como una molestia, tengo dignidad.

—No eres tan molesta, perdón, no quise decirlo.

—Lo que sea, si quieres que te perdone, encuentra a la persona que me quiere matar. Vayamos a la escena del crimen.

—No estás en condiciones. Vamos a mi habitación, un médico te atenderá.

Al escuchar que alguien más estaría cerca de mí temblé un poco.

—¡No! ¿Y si me hace más daño? Olvídalo, confiaré en mi propia capacidad de regeneración.

—... ¿Qué tal si te pongo un ungüento para acelerar tu curación?

—Bien, también observemos la batalla juntos, podemos encargarnos del asesino mañana.

—No, debes dormir.

—¿Eh? ¡Pero quiero ver lo que sucede!

—Debes descansar, te diré el resultado, aunque ya sabemos que ganaremos.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora