Capítulo 58

124 22 10
                                    

—¿Qué debería hacer ahora? —Pregunté.

—Si te eligieron a ti para ayudarme, es porque estás capacitada y no necesitas de mis consejos, sólo haz lo que quieras, no volveré a meterme en tu vida mientras estés en mi cuerpo, esperaré pacientemente.

—Pero cuando me convierta en reina volveré a mi mundo y tú te quedarás con el cuerpo, las decisiones que tome te van a afectar... ¿Realmente apruebas seguir con el compromiso?

—No sé por qué pienso que en esa pregunta hay un doble sentido... ¿Me estás pidiendo consejos amorosos?

—N-no es así.

—Noah fue un patán conmigo y lo detesto más que a nadie, pero esta vez él está enamorado de ti, no tienes el título oficial, pero a sus ojos ya eres la reina, si decides estar con él está bien, cuando vuelvas a tu mundo él sufrirá lo que yo sufrí... Pero si te gusta más Keneth y anulas tu compromiso tampoco hay problema, Keneth me gusta... Es un buen tipo, es atractivo y fuerte, seremos buenos amigos cuando te vayas.

—¿Te gusta Keneth? —Me sorprendí.

—Creo que ya lo dije, no me gusta repetir lo que he dicho con anterioridad, me parece una falta de respeto que no me prestes atención.

—Pero Keneth...

—¿Está enamorado de ti? No importa, ya he estado con alguien enamorado de otra persona, pero si te vas daré lo mejor de mi para que Keneth no se dé cuenta de que te fuiste y me amará, es una lástima que no te guste, a mí me ha conmovido todo lo que ha hecho por nosotras.

—No puedo hacerlo, es como estarlo vendiendo a persona si su permiso.

—Sabía que no accederías ¿Qué harás entonces?

Me desperté, cuando abrí los ojos no había sol, debe ser de madrugada, no hacía calor, pero estaba sudando y me sentía realmente cansada, no podía ni sentarme en la cama porque me dolía todo el cuerpo, esto debe ser por culpa de Elise, esa invocación debió haber costado mucha energía, es como cuando una amiga te invita a comer, dice que va al baño, pero la verdad es que se fue del restaurante y te toca pagar la cuenta.

—¡Maldita Elise! —Grité.

Evan se despertó con el grito y saltó de la cama golpeándose contra el piso.

—¡Maldita Elise! —Maulló.

—¿Qué dijiste? Repítelo y te daré de comer comida de gato por un mes.

—Dije... Miau.

—Eso pensé.

Este dolor es casi comparable al dolor que sentí cuando caí de mi yegua mientras huía de mi padre, necesito un doctor mágico que sepa cómo solucionar esto, no conozco a nadie aparte de Elian, quizás Noah conozca a alguien... Si tengo suerte puede que aún Noah no se haya ido.

—Eh, Evan, ayudame.

—No.

—Debes pasarme una piedra mágica que está sobre el escritorio.

—¿Por qué dejas un objeto peligroso a la vista de todos? Si lo quieres levántate.

—No puedo levantarme, sólo ve.

—¿Qué ganaré con eso?

—Carne por una semana.

—Tres semanas y hay trato.

—¡Está bien!

Evan gateó hasta el escritorio y subió de un salto, intentó tomar la piedra brillante de color carmesí con la boca, pero su boca era muy pequeña y la piedra muy grande entonces la empujó para que cayera.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora