Capítulo 56

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—Sabes, estos dos tipos no te dejarán salir vivo pero yo no dejaré que mueras aquí... ¿No crees que soy una persona maravillosa? Ahora dime quién eres.

—Albert Ferst.

—¿Quién te envió? —Preguntó Noah.

—...

—¿Quién te envió? —Repetí la pregunta.

—No lo sé, yo trabajo haciendo favores, todo lo que me pidan lo haré siempre y cuando haya una gran suma de dinero, no tengo contacto con mis clientes, sólo me llega una nota con lo que quieren y el dinero.

Noah apretó sus brazos cruzados y rechinó sus dientes.

—¿Cuánto te dieron?

—Me pagaron 100 monedas de oro para asesinarla, es la cantidad que cobro por los nobles, nunca nadie se ha escapado, esta es mi primera derrota.

—¿100 monedas de oro es lo que crees que vale la vida de una persona? —Pregunté.

—100 monedas no es lo que vale la vida de una persona, 100 monedas es lo que cobro por mis servicios... ¿Quién diría que la familia Martold tuviera magia?

—¿Dónde está la nota? —Preguntó Lían—. Si reconocemos la caligrafía de la persona que lo contrató sabremos quién está detrás de todo esto.

—La quemé inmediatamente luego de aceptarla.

La mirada de Lían no se inmutó, era una respuesta esperada, pero guardaba sus dudas.

—Esto no es bueno.  Debe haber algo más. ¿Te gusta tanto el dinero? Copera y puede que te pague.

—...En la bolsa de dinero de mi cliente había un pelo largo celeste.

—¿Celeste? —Pregunté—. Hay muchas personas con ese color de cabello, pero ya es un acercamiento... ¿De casualidad mantienes el pelo?

—No, lo quemé.

¿Este tipo ocultó todo no? Bueno, ya hice todas las preguntas relacionadas con mi caso, pero aun así hay que saber a quienes mató y muchos otros detalles, pero es mejor si le dejo ese trabajo a la guardia de Artinia.

Como si Lían leyera mi mente, abrió un portal que conducía hacia una cárcel.

—Esperen... ¿Y mi dinero?

—¿Eres estúpido? —Preguntó Lían.

—¿Puedes hacer portales así de la nada? —Pregunté—. ¿Puedes acceder a todos los lugares?

Lían tomó al tipo y lo tiró al portal como si estuviera sacando la basura casualmente, luego de que fuera trasportado cerró el portal.

—Todos los lugares de Artinia son extremadamente dificiles de entrar y más a través de magia, pero algunos tenemos una especie de permiso entregado por la reina donde podemos acceder a ciertos lugares, si tienes el permiso y el poder suficiente podrías crear un portal a Artinia, como tu sangre es de la familia Arendis, técnicamente puedes crear portales no solo hacia Artinia sino en todas partes del continente sin restricción.

—¿Si soy capaz de eso por qué sigo tomando las pociones horribles que me da Noah? —Pregunté molesta.

—Porque yo tengo décadas usando magia y tú con costo llegas al año. —habló en un tono casi burlón, pero arregló su forma de hablar con más respeto—. Yo puedo controlar donde quiero mi portal y temo que abras un portal en la mismísima habitación del rey de Tremida accidentalmente, para evitar desastres te enseñaré eso en el futuro.

—Si tanto odias las pociones que me entrega su majestad la reina, no los bebas. —Se defendió Noah.

Reí nerviosamente.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora