La cacería de la bruja [¡Terminada!]

Capítulo 15

—Quiero saber cuál es mi suerte en el amor.

Todos los problemas del libro se resumen en una frase, "amor no correspondido", entonces quiero saber.

—Está bien, El amor es algo que quieres evitar, pero no podrás, la persona que te amará será alguien exitoso, lo conoces bien, incluso sabes su futuro, te sorprenderás cuando te des cuenta de quién es esa persona que te amará y tú ames porque nunca lo hubieras esperado... Eso es todo.

—¿Me enamoraré?

—Si, serán una buena pareja, tienes mucha suerte en esta área, pocas personas llegan a conocer a su persona destinada.

—Ya veo, entonces podré tener un final feliz... Muchas gracias, me acaba de dar esperanzas, entonces me voy.

—Adiós, ten cuidado en tu camino.

—Gracias.

Salí de la habitación y tras despedirme del vendedor me retiré de la tienda. Bueno, sin tengo que enamorarme, al menos no acabará mal, espero que sea un hombre amoroso con el cual pueda vivir apartada del mundo, en una cabaña en el bosque, donde yo pueda practicar magia mientras él trabaja, no lo sé.

Caminé en busca de alguna tienda con un abrigo que sea elegante, pero no muy caro, para mi padre, ya que le dije a Rina que venía a comprar uno y tampoco puedo llegar a casa con las manos vacías.

Entré en una tienda que tenía fama de vender ropa bonita a un precio bajo.

¿Qué color le quedaría bien a mi padre? No sé por qué comprar ropa es algo complicado... Hay diseños hermosos pero sus colores son extravagantes... Demasiado llamativos de hecho... Y los que son feos tienen buen color... Ahhh me estoy volviendo loca, creo que iré a otra tienda.

Cuando estaba a punto de salir, miro la espalda de alguien conocido, ese cabello rubio y espalda ancha sólo pueden pertenecer a Kenneth.

Me acerqué a él para saludarlo.

—¡Hey Kenneth! —Dije con una sonrisa—. Hola. —Toqué su espalda.

—Ah. —Se voltea —. Elise, no esperaba encontrarte aquí, ¿Qué buscas?

—Un abrigo para mi padre —Respondí. —Pero los que encuentro que pueden gustarle a mi padre tienen un color algo...

—Jaja, lo sé y los que tiene buen color no tienen mucha gracia o son algo excesivos.

—¡Exacto! —Reí levemente. —Es por eso que iré a otra tienda, tenía altas expectativas de este lugar... Esperaba comprar algo lindo y barato pero esa combinación sólo la pude notar en la ropa femenina.

—Es una lástima que no se puedan cambiar los colores.

—¡Eso es! Cambiaré el color.

Uno de los pocos hechizos que conozco es el del cambio de color, ¿Por qué no lo había pensado antes?

—¿Como piensas cambiar el color, sumergiéndolo en tinta quizá? —Dijo Kenneth con sarcasmo.

Metí la pata.

—Obviamente no, puedo comprar algo como referencia para crear uno con ese diseño. —miré a mi alrededor.

—... ¿No saldría más caro y costoso? Mejor compra algo elegante en una tienda de mayor renombre.

—No me importa pagar, recuerda que vengo de una familia adinerada, algo hecho por mí será más valioso para mi padre, entonces buscaré un abrigo con un buen diseño para imitarlo.

—Imitar suena ilegal.

—De todas formas, sólo lo guardará, nunca se lo pondrá o mostrará a otros.