Capítulo 93

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Mi ejército es enorme y se extiende por todo el imperio, he estado neutral por mucho tiempo y ahora he hecho mi primer movimiento, he anexado el reino Descileo, imagino que los otros reinos se sienten amenazados al igual que los otros grandes continentes, es cuestión de meses para recibir el primer ataque, si no es porque soy la protagonista, en este momento tendría un rostro demacrado por la falta de sueño.

Estaba leyendo informes cuando uno de los guardias de la puerta entró.

—Su majestad, el general Moneti está aquí para hablar con usted ¿Debería dejarlo entrar?

—Déjenlo.

Keneth entró después y se inclinó ante mí, asentí y permití que se acercara.

—¿Ocurre algo? —Pregunté mientras movía los documentos a un lado.

—Si, su majestad, hoy está haciendo un día soleado, debería salir en lugar de estar encerrada en el palacio todo el tiempo, le beneficiará a su salud.

—Estoy preocupada, podríamos ser atacados en cualquier momento, temamos el norte, y pronto será Shertia, estamos cerca de la meta, pero también podríamos estar cerca de la destrucción.

—También he pensado al respecto y tengo algunas ideas, pero primero tenemos que relajarnos, si estamos siempre dándolo todo, nos agotaremos.

—... Tienes razón supongo. —Suspiré—. Bien, ¿Dónde iremos?

—Vamos a la playa.

—¿Sabes que las costas de Artinia son las más peligrosas? Son nuestra barrera natural, igual en nuestras otras regiones podría haber un animal raro, el mar no es una opción.

—¿Acaso le temes al mar?

—No al mar, a lo que pueda encontrarse dentro de él sí.

—Podemos hacer una caminata.

—Caminar mucho me agota, la idea es descansar.

—¿Montar a caballos?

—Mnh... No tengo ganas en este momento.

—¿Salir a comer?

—Ya comí.

—Entonces nos quedamos en el palacio.

—Me parece una buena idea.

Keneth masajeó su cabeza y reí.

—Vamos a un lugar que me gusta.

Me levanté y estiré mi mano a lo que me vio confundido.

—¿Qué? Sujeta mi mano. —Confirmé.

Sujetó mi mano y nos teletransporté a una montaña en Temida, una montaña a la que una vez fuimos cuando fingí tener el cuerpo lesionado.

—Aquí es... —Keneth estaba sorprendido.

—Recuerdo que mencionaste que este era tu lugar favorito y a mí también me gusta.

—Este es nuestro lugar Elise, así lo decidí.

—Su majestad, no seas tan informal conmigo—. Corregí.

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora