Extra

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Luego de la muerte de mi padre no cambiaron muchas cosas, no sentí como si realmente me afectara, no solté ninguna lagrima por su pérdida ¿Quién lloraría por algo que esperó desde hace tiempo? Las únicas veces que lloré por él fue cuando humillaba, tuvo una muerte fácil, un infarto si eso hubiese pasado antes sería genial. Aunque claro, me vi obligada a llorar en su funeral para no levantar rumores.

Por supuesto que no soy tonta, es claro que Adelaida lo envenenó, él la prefirió tanto por encima mío pero la perra lo terminó matando, es karma supongo. Incluso le dejó la mayor parte de la herencia, ni porque hice un vínculo con su aliado Claden se le ocurrió tratarme bien.

Regresé al castillo Claden en el carruaje, pero fue un camino frío en donde mi esposo no fue ni capaz de darme el pésame.

—Me siento mal. —Dije con algunas lágrimas en mis ojos. —Mi padre... Él significaba mucho para mí.

—Solicitaré que aumenten el presupuesto para tus gastos mientras se realiza el tiempo de duelo.

—Mi padre ni siquiera pudo conocer un nieto. ¿No soy una mala hija? También me siento una mala esposa.

—Has sido una gran mujer Elisey no necesitas un hijo para demostrarlo. Soy tu esposo después de todo, no intentes usar al difunto marqués para engañarme.

—Como esperaba. —Sonreí—. Supongo que me conoces muy bien, ahora que los proyectos que tenías con mi padre pasan a ser completamente tuyos deberíamos celebrar. ¿Qué tal si esta vez cenamos juntos?

—¿Deberías tener apetito para comer luego de la muerte de tu padre? Estoy cansado, no me preguntes cosas porque estaré dormido.

—¿Y si descansas en mis piernas? Dijiste que son suaves.

—Estoy bien.

Me sentí humillada e intenté dormir también. Al llegar a casa lloré nuevamente, los sirvientes deben verme como si me doliera la pérdida del marqués, aunque odie admitirlo, los primeros rumores salen de la casa y debo ser una gran actriz.

No salí de la habitación por una semana, sólo leía algunos libros de vez en cuando y comía una vez al día, pero me mantenía hidratada y tomaba mis medicamentos.

Cuando se supuso que estaba lista para salir y ver la luz del sol me dirigí a la cocina a hornear un pastel de zanahoria mientras lloraba y les explicaba a los cocineros que era el favorito de mi padre por lo tanto quería saborearlo, pero al terminar el postre comí una pequeña porción y llevé una grande a la oficina de Noah aprovechando que está en la casa.

Abrí la puerta la cerré rápidamente al entrar, él levantó una ceja y se vio molesto por entrar a su lugar sagrado, pero vamos, más importante soy yo.

—Hice esto para ti. —Le mostré el pastel con orgullo.

—Lo hicieron los de la cocina, tú no cocinas.

—¿Entonces debería tirarlo y desperdiciar los ingredientes?

—Tráelo.

Felizmente le di el pastel y al probarlo lo vi hacer una pequeña sonrisa, tan pequeña que sólo yo podía ver.

—¿Qué tal? —Pregunté.

—Tenemos el mejor repostero de la región, claramente sabe bien. Gracias por traerlo.

—Me alegra que te gustara.

En eso se escuchó como que tocaban la puerta.

—Paquetes para el duque. —Dijo una voz femenina.

Me apresuré a abrir la puerta y observar a la sirvienta, pero no traía ningún paquete.

—Yo lo recibiré... ¿Por qué traes las manos vacías?

La cacería de la bruja [¡Terminada!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora