La cacería de la bruja [¡Terminada!]

Capítulo 111

Sentí como apretó un poco mi mano y luego se acercó para besarme, yo correspondí.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo besé, pero lo extrañaba tanto. Acerqué más mi cuerpo y me abrazó mientras continuábamos.

—¡Mi señor los caballos están listos! —Dijo un sirviente mientras abría la puerta—. Eh... Disculpen. —Cerró y se marchó.

Noah y yo nos separamos entre risas.

—Creo que debemos irnos. –Dije.

Y así fue, subimos a los caballos y salimos de la mansión para aventurarnos al bosque de las montañas, debido a que Noah estaba herido, no iba a ser tan desconsiderada y coloqué un hechizo para que tuviera más resistencia.

Íbamos cabalgando lentamente mientras disfrutamos el paisaje.

—Este mundo tiene tantas maravillas que es una lástima no poder observarlas todas. —Dije con melancolía.

—Entonces dedicaré el resto de mi vida a conocer lugares y pintarlos por si alguna vez regreses.

—No quiero que tengas falsas esperanzas, pero...

—No hagas esto, necesito esperanza para vivir, aunque sea falsa.

Luego de un tiempo llegamos a una planicie despejada, el frío de la montaña combina con la soledad y el cielo, pero cuando suena el vuelo y canto de las aves, la paz en este lugar es magnífico.

—Te recordaré aquí. —Dijo Noah.

—¿Por qué?

—Bueno, realmente si te recuerdo observando el cuerpo de Elise, será ver un cascarón vacío, ¿cómo recuerdo tu alma? Creo que te ves de esta manera, tan espectacular que puedes respirar paz, puedes olvidar las tristezas y los temores. Estar contigo me hace sentir como ver esta maravilla. Quiero ver el mundo, y descubrir todos los lugares que se parecen a ti.

—Quiero que me olvides. No te ates a mí, enamórate de otra persona y sigue viviendo tal como siempre lo haces.

—Creo que no lo entiendes Melanie, mis sentimientos no son superficiales.

Me sonroje, es la primera vez que dice mi nombre, y es la primera vez que mi nombre suena tan dulce.

—Llámame otra vez.

—Melanie.

—A parte de Elise y Evan, quiero que seas el único que sepa cómo me llamo y quién fui.

—Serás Elise para todos, pero eres mi Melanie. Te amo.

Bajamos de los caballos y nos sentamos sobre un tronco. Tomé una rama del suelo y la punta la prendí en fuego para pasársela a Noah. —Sostenla un momento.

Me quité el collar y se lo pasé. —Quiero que tú nombre quede grabado. Probablemente sea la única cosa que me llevaré a mi mundo.

Noah tomó la rama con las manos temblorosas y al no poder calmarlas comenzó a reír de forma nerviosa. —Es algo importante, tengo miedo de fallar.

Sonreí y negué. —¿Qué sucede? Tú no eres así.

—Tienes razón, pero esto es difícil, escribir el collar, despedirme de ti, estar sólo nuevamente, todo esto es difícil, así que, si actúo extraño, espero que puedas entenderme.

Apoyé mi cabeza en su hombro. —Entiendo... Continúa por favor.

Calmó un poco su pulso y escribió su nombre, luego tomé otra rama y escribí "Noah" en la tierra. —Sabes, en mi mundo, tú nombre se escribiría de este modo. ¿Podrías escribir tu nombre de esta forma también?